El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

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Un viaje inesperado

Ya voy a cumplir 20 años de vivir en Alemania y en todo este tiempo, cada viaje a mi querido Mexico ha sido planeado con mucha anticipación y esperado con ansias. Casi siempre, al regresar a Alemania había algún plan o idea vaga de cuando volarían mis papás a visitarnos o cuando volveríamos a visitar Monterrey.

En nuestro último viaje el pasado verano me despedí de todos con la idea en mente de volar en noviembre 2022 para el cumpleaños #70 de mi mamá. Y si fuera posible, quería llegar de sorpresa como lo hicimos hace 7 años para la Navidad.

Pero como dice el dicho “uno propone, Dios dispone y viene el diablo y lo descompone”, mi plan se fue al traste con la muerte repentina de papá.

Por primera vez tuve que comprar un boleto carísimo con poco tiempo de anticipación y en temporada alta. Un viaje completamente inesperado para pasar las fiestas decembrinas con mi mamá, que después de 3 semanas, puedo afirmar que fue gratificante y muy especial.

Por primera vez pasé la nochebuena y la nochevieja sola con mi mamá. Una cena sencilla, un ambiente relajado y mucha nostalgia hicieron de estas fiestas normalmente caóticas y estresantes, unas veladas muy lindas.

Un viaje también inesperado pero para mi mamá fue un viaje a San Antonio Texas que planeé para salir de la rutina y distraernos. Con un clima espectacular, pasamos 4 días entre paseos, compritas y gratos momentos madre-hija. Creo que la última vez que habíamos vacacionado solas fue a Canadá hace mas de 25 años.

También aproveché mi estancia en mi tierra natal para satisfacer todos mis antojos culinarios, ver a algunas amigas y visitar a familiares, entre ellos mis abuelitos.

Por primera vez visité Monterrey y no vi a mi papá 😢 Triste, realmente muy triste, pero traté de aprovechar cada día de la mejor manera. Junto con mi mamá, pusimos documentos y pendientes en orden, sacamos algo de su ropa y zapatos, hicimos algunos planes a corto plazo y veremos con el paso del tiempo, qué tanto puedo apoyar desde lejos a mi mamá en esta nueva etapa.

El clima en Monterrey estuvo mas cálido que de costumbre y lo disfruté al máximo! Además, las restricciones por covid no son como en Alemania y pude pasear, comer en restaurantes, ir al cine y de compras, sin mostrar mi cartilla de vacunación ni hacerme tests rápidos. Una bendición!

Fueron tres semanas intensivas con mamá y recuerdos de papá. Como dice la canción de Selena „fotos y recuerdos“, así quedará grabado este viaje en mi memoria y corazón.

Mucha gente se sorprendió de que no tomara el primer avión en cuanto supe que mi papá sufrió el infarto… tampoco lo tomé para estar presente en el sepelio. Esperé un par de semanas para mejor pasar las fiestas decembrinas con mi mamá y sé que fue una buena decisión. Yo misma deposité las cenizas de papá en su nicho y como lo escribí antes, no lo sentí como una despedida. En vida nos habíamos despedido el verano pasado sin saber que no volveríamos a coincidir, y ahora toca esperar el momento de volvernos a reunir cuando Dios quiera. Mientras tanto, sigo sintiendo su compañía y recordándolo sonriente y feliz.

Ojalá pasen muchos años antes de volver a hacer otro viaje inesperado. Para este año hay un par de planes, pero ya se los contaré en otra ocasión. Cuídense mucho y espero estén teniendo un buen comienzo de año! A disfrutar al máximo cada día!

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Año nuevo, etapa nueva

Antes que nada espero que hayan tenido un feliz fin de año 2021 y que el nuevo año haya empezado con el pie derecho. Este año a diferencia del año pasado no comienza con un trabajo nuevo, tampoco me he mudado de casa ni cuenta con grandes proyectos. Este año lo empiezo como huérfana de padre, lo que significa una nueva etapa en mi vida.

Me siento afortunada al haber contado con el apoyo y presencia de mi padre por casi 50 años. Aunque no lo veía ni hablábamos a diario, sabía que estaba ahí y podía contar con su apoyo incondicional en cualquier momento. Como saben volé a México para pasar la Navidad y el fin de año con mi madre y fue raro no verlo en su nuevo departamento.

Recién en verano lo había visto disfrutar de su nuevo hogar, así como el año anterior en el que estuve para ayudarles con los últimos detalles de la mudanza. Es un departamento en el piso 11 con una vista espectacular de la ciudad y los montañas. Tiene el espacio suficiente para recibir visitas, el área común incluye un jardín muy amplio y una piscina. Incluso se cuenta con salones para fiestas y un gimnasio. Pero desgraciadamente solo pudo disfrutarlo durante dos años.

El lado positivo de la historia es que mi madre está muy bien adaptada en su nuevo hogar y cuenta con todas las facilidades para una vida segura y cómoda.

Fue raro no verlo sentado en su computadora, viendo sus partidos favoritos de tenis ni caminar por el jardín. Tampoco me preparó sus tradicionales palomas o sincronizadas. Fue triste ordenar sus documentos, sacar su ropa y zapatos. Cada rincón guarda recuerdos y gratos momentos. Pero sabiendo que sus últimas semanas estuvieron cargadas de dolor, agotamiento y falta de energía, me reconforta recordarlo sonriente, activo y optimista.

QPD

Habrá que acostumbrarse a hablar en pasado sobre él, a referirme en singular a mi madre y no a “mis papás” como solía hacerlo y a extrañarlo.

Empieza una nueva etapa para todos los integrantes de la familia… para mi mamá sin su esposo, a nosotros sin padre/suegro y a nuestros hijos sin su “tito”. Pero estamos muy agradecidos con Dios por habérnoslos dejado tantos años después del primer susto que nos dio su corazón. Disfrutamos muchísimas vacaciones y fiestas en familia, viajó por America y Europa en cantidad de oportunidades, emprendió proyectos exitosos y vivió casi 80 años en paz, libertad y plenitud.

No estuve en Monterrey para despedirlo en el hospital ni para estar en el sepelio, pero si tuve la oportunidad de estar en la ceremonia del depósito de cenizas en el nicho de la Iglesia. Fue un momento emotivo y triste, pero definitivamente no fue una despedida porque sé que estará conmigo siempre. Sólo sus cenizas están ahí guardadas, pero su sonrisa, su mirada de ojos verdes y su manera de ser siempre me acompañarán para seguirme apoyando y animando no solo este nuevo año, sino lo que me queda de vida.

Vuelvo a Alemania tranquila porque dejo a mi mamá encarrilada en su nueva vida y porque ya tiene planes de visitarnos pronto. La vida sigue y hay mucho por aprender en esta nueva etapa que comienza para todos. Le pido a Dios fortaleza, fe y y ánimo para seguir su ejemplo. Y a disfrutar cada momento del 2022 como si fuera el primero, el único y el último!

Feliz año para todos mis queridos lectores!

Otro sueño

La semana pasada escribí sobre la fiesta de 15/16 años que celebramos en Monterrey y que fue un sueño hecho realidad, tanto como para mis hijas como para mí. Pero para que eso pudiera suceder, se cumplió otro sueño… el de poder hacer vacaciones en México a pesar de la pandemia COVID que ya nos tiene hartos con tanto encierro!

Que si sí, que si no… que si la variante tal o cual… que si vacuna o cuarentena, test negativo, mascarilla en vuelos de más de 10 horas…. riesgo para el que vuela, para el que visitamos, para cuando regresamos… ya la verdad ni dan ganas de planear viajes ni vacaciones.

Pero más tiempo no quería dejar pasar, así que a pesar de todo reservamos boletos de avión en mayo y viajamos en julio. Primero llegamos mis hijas y yo, y luego nos alcanzó mi marido. Llegó justo para la fiesta y como en Monterrey ya hemos estado muchas veces y no hay playa, buscamos un segundo destino para hacer vacaciones de verdad.

Ahora le tocó a Puerto Vallarta, playa del Océano Pacífico donde estuvimos por última vez hace 15 años y medio con nuestra primogénita de apenas un año y yo embarazada de Catalina.

En aquella ocasión viajamos con mis papás en coche desde Monterrey, ahora tomamos un vuelo directo sólo los 4. Rentamos un departamento en el centro de la ciudad y realizamos diversos tours.

El primero a la playa de las Ánimas, pasando por los Arcos donde las chicas y mi marido practicaron un poco de snorkel. En el barco nos sirvieron desayuno y comimos en la playa. Según los organizadores, el barco solo tiene permiso de ir al 60% de su capacidad por el Covid, pero a mí me pareció muy lleno. Al menos el barco era abierto y todas las actividades fueron al aire libre.

El segundo fue un tour por la ciudad en un autobús climatizado. Nos llevaron a diversos puntos de la ciudad, a tiendas de artesanías, textiles y vidrio soplado. Probamos tequila artesanal y vimos joyería de plata y ópalo de fuego. Finalmente comimos unos deliciosos mariscos en un lugar llamado El Nogalito. Fue un día muy productivo que terminó con un aguacero de miedo! Llegamos empapados al departamento pero felices de la experiencia de caminar bajo el diluvio universal y no sentir frío.

El tercer tour lo hicimos nuevamente en barco a las Islas Marietas, que desde hace algunos años son reserva federal y en la cual vive gran parte de la fauna de la zona. Esta vez salimos mas temprano y después de dos horas de navegación, llegamos a nuestro destino donde todos saltamos al agua para realizar un poco de snorkel en aguas cristalinas. Vimos peces grandes y pequeños de diversos colores. Después nos llevaron a la playa nopalera para nadar otro rato. Simplemente espectacular! De regreso nos esperaba otro chubasco al llegar al hotel, pero no nos importó! Llegamos tan quemados que el fresco de 25 grados y la lluvia fueron un regalo del cielo!

Y por último le tocó el turno a Yelapa, un pequeño pueblo en la costa, al cual sólo puedes llegar por agua. Nuestro barco hizo parada primero en Mahauitas donde nuevamente pudimos practicar snorkel, pero esta vez si nos sentimos como en un acuario. Hermosos peces de todos colores y tamaños! En Yelapa, mi marido y yo nos subimos a una cuatrimoto para visitar una cascada cercana. Comimos en la playa y disfrutamos del regreso viendo un panorama mixto de sol y tormenta a la vez.

En los días que no hicimos tours los dedicamos a descansar… paseamos por la playa o la ciudad, nadamos en la piscina, hicimos algunas compras o simplemente no hicimos nada! 10 días muy bien aprovechados con un poco de todo: mariscos deliciosos, mucho calor pero también mucha lluvia, playa, tours, compritas, descanso, cócteles, piscina, ambiente y mucho cuidado de no contagiarnos.

En este viaje, el tiempo en Monterrey se me hizo poco, pues antes de que llegara mi marido también pasamos unos días con mis papás y mi hermano menor en Parras de la Fuente, Coahuila. Así que los días en mi querido Monterrey fueron contados, y por lo mismo muy intensos! Entre la planeación de la fiesta, compra de antojitos que quería traer a Alemania y algunas visitas obligadas, no hubo tiempo de ver a muchos amigos y familiares. Una disculpa a todos los que no pude ver 😦

Definitivamente lo mejor del viaje fue coincidir con la familia completa, ya que mi hermano de California también estuvo en Monterrey un par de días para asistir a la fiesta del año. Teníamos tres años de no coincidir y pasamos unos momentos muy lindos. Y la otra cosa maravillosa de este viaje fue poder saludar a mis abuelitos y que pudieran ver a sus bisnietas nuevamente. Su salud es débil y no sé si tenga oportunidad de volver a verlos, así que doy gracias a Dios por esta oportunidad dada.

Una vez más, este viaje a México me ayudó a recargar energías, llenarme de amor y empacharme de todo lo que significa mi patria querida. Así que ahora a volver a la rutina y a prepararme para lo que viene! Ah sí, porque les tengo una sorpresita…. ya tengo trabajo y empiezo justo el 1 de septiembre, cuando las chicas entran a la escuela. Pero de eso les cuento en mi próxima entrada… hasta pronto!

Un sueño hecho realidad

Hace 4 años cuando mi sobrina celebró sus 15 años en Monterrey, mis hijas de repente quisieron seguir la tradición también. Creo que más que todo era el anhelo de usar un vestido largo y con crinolina.

El año pasado pensé en combinar nuestras vacaciones decembrinas en mi querido Mexico con una reunión sencilla y familiar para celebrar anticipadamente los 15 de la pequeña y los “Sweet 16” de la mayor. En mi viaje a Monterrey en enero 2020 incluso pregunté por los requisitos para la misa y vi algunas tiendas de vestidos. No contaba con el Covid que cambiaría todos nuestros planes radicalmente.

Al final de cuentas no pudimos viajar a Mexico como estaba planeado y a principios de este año decidí comprar los vestidos de todas formas y regalarles una sesión de fotos de recuerdo, aún y cuando fuera en Alemania. Pero el destino me tenía otra sorpresa… perdí mi trabajo en abril y ya sin restricciones para tomar vacaciones, decidimos planear nuestro viaje a Monterrey para el verano y porqué no? También la sesión de fotos y otros detalles para la fiesta aplazada de 15/16 años.

Con la ayuda de mi mamá, quedó todo listo para el 31 de julio del 2021. Viajamos el 21 con vestidos, zapatos de tacón y crinolinas en la maleta y se llegó el gran día!

Mi marido llegó con 3 horas de retraso el mero día por la madrugada, pero de ahí en fuera todo salió como estaba planeado.

Empezamos con la cita en la peluquería para peinado y maquillado, luego la sesión de fotos en el estudio y en exteriores. El clima estaba caluroso pero no insoportable, así que las chicas aguantaron bien afuera. Casi una hora de fotos! Después a la misa de acción de gracias, dedicada a ambas y donde nos acompañaron familiares y amigos para agradecer su juventud, salud y tantas bendiciones recibidas hasta ahora.

Por la noche celebramos con muy poca gente en casa de mi hermano con tacos, mariachi y pastel! Las chicas cambiaron los tacones por los tenis y vistieron vestidos más sencillos para bailar un poco, festejar con los primos y relajarse después de andar tantas horas entaconadas y con crinolina. Cerraron con broche de oro en la piscina para refrescarse y seguir divirtiéndose con los primos.

Fue un día muy especial, lleno de detalles y que seguro quedará en la memoria de nuestras hijas para siempre! Algo sencillo pero muy emotivo, tranquilo pero íntimo, y lo más importante: muy mexicano!

Mi marido y Victoria que son muy alemanes y no muy dados al argüende, estaban irreconocibles. Mi marido como buen padre, orgulloso de sus princesas y Victoria con una sonrisa permanente que no le conocía. Catalina también estaba feliz, y yo? Bueno, que puedo decir…. Simplemente me sentía como en una nube de la cual no me quería bajar. Orgullosa, plena y más que feliz! Agradecida por tantas bendiciones y por la oportunidad dada de celebrar de una forma tan especial el cambio de mis hijas, que han dejado de ser niñas para convertirse en unas bellas jovencitas.

Dios me permita seguir a su lado por muchos años más, ahora en un rol diferente… pues ya empiezan a extender sus alas y ansían volar solas! Dios las bendiga hoy y siempre! Mis dos maripositas mexicano-alemanas!

Casualidades y festividades

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Mi reciente viaje a Monterrey estuvo lleno de casualidades y no me queda la menor duda de que Dios pone todo de una manera que no termina de sorprenderme.

Como bien saben, mis padres decidieron mudarse a un departamento en noviembre pasado. Tan pronto como supe la noticia pensé en viajar para ayudarles en lo que pudiera pero mi calendario estaba lleno de clases que no podía cancelar hasta Navidad. No me quedó más opción que viajar en el hueco que había disponible entre el último examen de español de la universidad y el nuevo inicio de clases en la escuela VHS.

Se acomodaban justo tres semanas… del 16 de enero al 5 de febrero. Busqué boletos y salieron bastante económicos por ser temporada baja. De ida viajaría vía Houston y de regreso por la ciudad de México. No me gusta viajar por Estados Unidos pero cuando el precio conviene, no pongo objeción.

Y ahora vienen las casualidades… justo en esas tres semanas coincidí con una tía que vive en Mérida, Yucatán y su nuera a las que tenía más de seis años de no ver, e incluso conocí a mi sobrino yucateco de 4 años. Increíble, no? Sin ponernos de acuerdo coincidimos más de una semana en mi ciudad natal y aprovechamos para ir a merendar, pasear por centros comerciales y convivir como nunca. Rara vez habíamos coincidido mi tía y yo en Monterrey y la última vez la había visto en Mérida durante nuestras vacaciones de verano en el 2013.

Además de los familiares, también coincidí con una amiga que desde hace 4 años vive en Nueva York y que desde entonces (o tal vez desde hace más años) no veía. Ella siempre viaja en enero a Monterrey para renovar su visa y como yo nunca viajo en enero, pues no había habido oportunidad de vernos. Ella estudió la misma carrera que yo y junto con otra amiga, las tres éramos inseparables. Y cuál no sería la casualidad que esa amiga en común está embarazada y pudimos asistir a un «baby shower» que otra ex-LSCA le organizó. Así tuve la oportunidad de ver a otras compañeras de la universidad que tenía años de no ver.

Sí, definitivamente este viaje estuvo lleno de fiestas y como si lo anterior no fuera suficiente, en esas tres semanas:

  • mis padres celebraron su aniversario #48 el 28 de enero

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  • mi papá cumplió años el 31 de enero

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  • mis abuelos celebraron su aniversario #68 el 3 de febrero

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Desde hace 18 años que vivo en Alemania que no había tenido la oportunidad de estar en esas fechas en Monterrey, así que fueron momentos muy especiales para mí.

Adicionalmente, me tocó estar en la reunión mensual de primos de mi mamá:

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Y gracias a una amiga que los organizó, pude ver a mis ex-colegas de trabajo con los que fui a cenar unos deliciosos tacos:

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Obviamente también pasé tiempo con mi hermano y su familia y con mis abuelos que ya rondan los 90 y que no sé si tenga oportunidad de volver a verlos. Dios quiera que sí!

Así que no solo fue trabajo con la mudanza, sino que tuve la bendición de pasar tiempo con la familia y amigos. Cargué mucha energía, comí delicioso todos los días y a todas horas y empecé a ver los preparativos de la fiesta de 15 años de nuestras hijas que ya esta programada para principios del próximo año, pero de eso les cuento la próxima vez!

P.D. Ah!!! Y se me olvidaba que hubo otra casualidad en mi viaje!!! En un supermercado un día cualquiera me topé con la primera mexicana que conocí en Alemania!!! Ella vive en Karlsruhe y tenía más de 10 años de no verla! Pero casualmente estaba en Monterrey visitando a sus padres y sin saber que las dos estábamos en la ciudad, coincidimos en un pasillo de Soriana!!!

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VIVAN LAS CASUALIDADES!!!

 

 

Un cambio drástico

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Mi visita a mi ciudad natal Monterrey el pasado mes de enero tenía como propósito ayudar a mis papás con el cambio de casa.

Después de casi 45 años dejaron su segunda casa para mudarse a un departamento moderno y práctico. Con dos hijos en el extranjero y otro con casa propia no tenía caso vivir en una casa tan grande, con muchas escaleras y nada funcional. Ahora viven en un complejo de torres de departamentos con áreas comunes que incluyen piscina, parques y gimnasio.
Lo difícil no fue transportar las cosas de un lugar a otro ya que la distancia es muy corta entre ambas direcciones. Pero decidir qué llevar, dejar, vender, regalar o tirar representó todo un reto!

Es bien sabido que entre más espacio tiene uno, más acumula y ese fue el caso de la casa de mis padres. Mi habitación y la de mis hermanos no quedaron vacías, sino que fueron utilizadas como almacén de miles de cosas!
Abrir un cajón, un armario o una caja era una sorpresa! A sacar todo y primero depurar lo que ya no servía, luego decidir si se llevaba al departamento o no y en la mayoría de las veces no era necesario, así que venía lo más difícil: donarlo, pero a quién?

Unas cosas se regalaron a familiares o conocidos, otras para un asilo, un convento, una guardería o Cáritas. Y otra gran parte se le vendió a dos personas que compran cosas usadas para revenderlas. No pagan gran cosa, pero al menos sabemos que serán usadas por personas que las necesitan.

Mi hemano pequeño comprará la casa y después de renovarla vivirá ahí con su familia. Así que algunos muebles y aparatos eléctricos se quedaron y lo único que se vendió fue la sala que encontró dueño gracias al «Marketplace de Facebook». Otros muebles pequeños o viejos se fueron en el camión del señor revendedor.

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Gran parte del trabajo se hizo antes de que yo llegara a Monterrey, y a mi llegada solo quedaban algunas cosas en la habitación de mi padres y en los closets. Lo que vino después fue ayudar a organizar las cosas que se llevaron al departamento. El espacio es limitado y tuve que convencer a mi madre de quedarse con lo realmente necesario, así que seguimos tirando cosas que tenía repetidas, no servían del todo o no usaba.

Me encanta organizar, así que no fue difícil ir cajón por cajón acomodando cosas de forma sencilla y práctica. Material de costura, especies, cuchillería, decoración de navidad, artículos de oficina, recipientes de plástico, joyería, alacena… todo ordenado para su fácil ubicación 🙂

Y después de tres semanas de visita llegó la hora de partir. Definitivamente fue una buena idea ir a Monterrey sola, porque además de apoyar en el cambio tuve la oportunidad de visitar familia y amigos, comer rico y estar presente en diversos eventos familiares. Pero eso se los cuento a la próxima!

 

Ay, qué calor!

Ha llegado la hora de despedir el verano 2018, un verano en particular muy caliente. Y es que este año he sentido el calor como nunca! Por un lado en Alemania se vivió uno de los veranos más calientes de su historia y por otro, me tocó sobrevivir, sí… SOBREvivir la canícula en mi ciudad natal: Monterrey!

El calor se vive de diferente forma en ambos países… en Monterrey se está acostumbrado a las temperaturas superiores a los 35 grados, mientras que en el norte de Alemania, ya con 30 la gente se está muriendo. Y es que no sólo se trata de estar acostumbrado o no, que obviamente en Alemania no es normal llegar a 35 grados, sino que los lugares están o no acondicionados para esas temperaturas.

En las últimas semanas escuché a más de una persona indignada de que los alemanes se sorprenden cuando un italiano, latino o español se queja del calor… Típico comentario: «Pero si tu vienes de un país caliente!». Y?

El hecho de ser originario de México, Italia o Colombia no significa que nos encanta sudar, o que amamos dormir sin ventilador ni aire acondicionado, o que en la oficina nos estemos asando como pollos también por falta de aire acondicionado. Aquí sufrimos igual que los alemanes las altas temperaturas porque ni las casas ni las oficinas tienen ni siquiera ventiladores, qué decir de aire acondicionado. Los ventiladores se agotaron en toda Alemania apenas empezando el verano. Si no estás en la playa tomando una margarita, el sol y el calor no son lo ideal en un día de trabajo.

No me gusta quejarme ni del calor ni del frío, pero he de confesar que en nuestras vacaciones en Monterrey que coincidieron malamente con la canícula (las semanas más calientes del año) no sólo me quejé sino que odié el calor de más de 40 grados. Qué cosa más espantosa! Sí, nací en Monterrey y viví ahí casi 30 años pero no lo había visitado en esta temporada en los últimos 16 años, así que tenía todo ese tiempo de no sentir calor de verdad.

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Ni el aire acondicionado, ni comer helado, ni ducharte tres veces al día te regresa la energía que el calor te quita. Apenas amanecía y ya me sentía cansada, sin ganas de salir ni hacer nada. Monterrey no tiene playa y aunque pasamos un par de días en un club deportivo con piscina, no pudimos disfrutar nuestra estancia al máximo porque con esas temperaturas no fue posible visitar ni hacer muchas cosas.

Regresamos a Alemania a principios de agosto y el calor continuaba… tuvimos un par de semanas con 30 grados que obviamente ni cosquillas me hicieron, pero que terminaron de arruinar los jardines, campos y cultivos. A duras penas sobrevivieron mis geranios y el resto de flores y plantas de ornato murieron achicharradas 😦

Septiembre llegó con lluvias y poco a poco el césped vuelve a tomar su color verde, pero los daños a la agricultura son irreversibles. Un verano muy caliente y sin lluvias que espero no se vuelva normalidad. Me gusta el calor, pero como dice la frase célebre: Nada con exceso, todo con medida.

Ahora a esperar que las hojas cambien de color y a prepararse en el otoño para recibir al invierno. Y así seguimos, cada año viendo como las estaciones no son tan predecibles y que el cambio climático rompe récords aquí y allá.

En fin, lo bailado nadie me lo quita y tanto en Monterrey como aquí pasamos unas vacaciones en familia, sin contratiempos y agarramos un color bronceado divino.  La próxima semana tenemos vacaciones de otoño y empezaremos con nuestro nuevo proyecto de remodelación! Pero eso se los cuento en otra ocasión! Hasta pronto!

Viaje #13 a mi patria

Hasta el año 2014 podía decir que había ido en promedio una vez al año a México, aunque realmente había años en que no había viajado pero en otros años había viajado dos veces en un mismo año y daba un total de 12 viajes en 12 años.

Este año cumplo 16 años en Alemania y tendré la fortuna de visitar mi patria por 13ra vez. Y seguramente en los próximos años mis viajes seguirán esporádicos ya que cada vez es más caro viajar a México con 4 adultos (las niñas ya pagan boleto completo). Si tengo suerte, tal vez pueda escaparme sola pero no es la solución ideal porque las niñas aman México y no me parecería justo dejarlas mientras que yo disfruto unas vacaciones como lo hice hace 5 años.

No ha sido fácil pero me he echado un clavado en mis diarios, calendarios y entradas de este blog para armar la siguiente tabla, donde pueden observar como ha ido cambiando el tipo de viajes a mi querido México:

# Año Viaje a México
1 2002 MTY Dic ´02– Feb ´03
2 2003 MTY Sept ´03 Boda Lorena (sola)
2004
3 2005 MTY Mar ´05 (Sola con Victoria)
4 MTY 14-Dic ´05 — 3-Mar ´06
5 2006 MTY 29-Oct ´06 — 8-Ene ´07
6 2007 MTY 5–31 Dic ´07
7 2008 MTY 13 Nov ´08 — 8 Ene ´09
8 2009 MTY 17-Dic ´09 — 10 Ene ´10
2010
9 2011 Ensenada 5-7 Ene ´11
2012
10 2013 MTY 15-30 Mar ´13 (sola)
11 Cancún Jul ´13
12 2014 MTY 12 Dic ´14 — 6 Ene´15
2015
2016
2017
13 2018 MTY 17 Jul — 2 Ago ´18 (sin Thomas)

Sin niñas alcancé a ir dos veces, la segunda para asistir a la boda de una de mis mejores amigas y sólo por dos semanas. Esa vez juré no volver por tan poco tiempo porque se me hizo muy pesado el viaje  y casi lo he cumplido. Solo en el 2013 que viajé sola me volví a quedar dos semanas y el próximo verano estaremos dos semanas y media pero después de pasar tres semanas en Florida, lo que ayudará con el jetlag.

Mientras las niñas eran bebés y estuvieron en el jardín de niños, viajamos cada año para pasar Navidad con la familia mexicana y casi siempre me quedé de dos a tres meses con las niñas en mi tierra natal. Fui muy obediente y seguí el consejo de una amiga que conocí cuando recién llegué a Alemania y a quien le dije que pensábamos pasar una Navidad aquí un año y el siguiente en México. Y me dijo: «No es una buena idea porque una vez que los hijos (que todavía no tenía) estén en la escuela solo tendrán dos semanas de vacaciones y no será fácil viajar por tan poco tiempo».  Cuánta razón tenía! Ahora ni en verano vamos cada año y no me canso de agradecer su consejo porque de esa forma, las niñas disfrutaron las navidades con mucha gente, posadas, piñatas, calor, cantos y la familia entera! A mis suegros no les hizo gracia la idea pero ahora les toca a ellos disfrutar a las nietas en la época decembrina.

En algunas escuelas primarias es posible pedir un permiso especial para faltar a la escuela y lo pedimos en la navidad del 2014, año en que Victoria terminaba la primaria y así disfrutamos tres semanas en Monterrey. En la secundaria es mucho más difícil pedir ese tipo de permisos y no sé cuando volveremos a pasar una Navidad en México 😦

Así que OJO!!! Sigan mi consejo y si no tienen un trabajo de tiempo completo que no les permita tomar tantas vacaciones, aprovechen la etapa de niños pequeños y si es posible, disfruten su tierra natal dos o tres meses y celebren Navidad con sus seres queridos! No se arrepentirán! Mi marido nos extrañaba pero sobrevivió todas las veces que nos quedamos en México tanto tiempo. Fueron vacaciones inolvidables que mis hijas y mis padres disfrutaron al máximo, esa conexión con su segunda patria quedó establecida y aunque estaban pequeñas, recuerdan olores, anécdotas y lugares que las transportan a ese México lejano que llevan en su corazón.

Este año combinaremos un viaje familiar (abuelos, tíos y primos) en Florida con una escapada a Monterrey en julio. En 16 años no he estado en Monterrey durante el verano y seguramente desconoceré el calor de 40 grados y mis hijas sufrirán aún más porque no lo conocen. Hace 5 años estuvimos en la Península de Yucatán en verano y Victoria se desmayó con apenas 32 grados… así que ya nos estamos preparando psicológicamente para lo que nos espera en Monterrey.

A pesar del calor, estoy segura que disfrutaremos nuestra estancia! Comeremos rico, visitaremos a los bisabuelos, primos y tíos, pasearemos a donde el clima lo permita y viviremos experiencias inolvidables como cada vez que pisamos tierras mexicanas.

Cuento los días para nuestro esperado reencuentro familiar a bordo de un crucero por el Caribe y nuestra visita a Monterrey. Porque…

3 veces

¿O no? Espero tus comentarios y anécdotas en tu tierra natal. Hasta la próxima!

La blanca Mérida

Uno de los destinos importantes a visitar en nuestro reciente viaje a México era Mérida, la capital yucateca. Conozco esa hermosa ciudad desde pequeña porque allí vive una hermana de mi mamá con su marido yucateco 🙂

Siempre me ha gustado esa ciudad, no sé… tiene algo mágico que te enamora y simplemente te hace regresar. Durante mis años de consultora, tuve la fortuna de tener un proyecto en Mérida y creo que fue la última vez que visité la ciudad… hasta ahora.
Más de 15 años desde mi última visita, y la ciudad sigue siendo mágica y blanca… la blanca Mérida! A diferencia de Monterrey, que visité hace unos meses, Mérida sigue siendo tranquila y segura. Obviamente ha crecido a lo largo y ancho del mapa, pero su gente sigue siendo amable, alegre y servicial.

No estuvimos muchos días, así que tuvimos que aprovecharlos al máximo para visitar los principales lugares de interés. Como traíamos coche y mapa, nos movimos sin problema por esa ciudad donde sus calles tienen números y aunque pareciera fácil orientarse, más de una vez nos perdimos entre pares y nones.

Visitamos el centro histórico más de una vez, paseamos en calesa (carreta jalada por caballo), probamos los sorbetes Colón y disfrutamos todos los antojitos yucatecos habidos y por haber: panuchos, salbutes, tamales, cochinita pibil, sopa de lima, etc. Llevamos a las niñas al Gran Museo Maya y al Parque Centenario. Visitamos centros comerciales y compramos hasta una hamaca que ahora disfrutamos en nuestro jardín.

Lo que más me gustó de Mérida fue su interés por la cultura, cosa que desgraciadamente no es fácil encontrar en Monterrey o en otras capitales del país. El primer día que llegamos al centro pedimos un mapa de la ciudad y nos informaron del programa cultural que se lleva a cabo DIARIAMENTE en las plazas del centro. Lunes: Vaquería, Martes: Remembranzas musicales, Miércoles: En Concierto, Jueves: Serenata Yucateca, Viernes: En el corazón de Mérida (de jueves a domingo), Sábado: Noche Mexicana y Domingo: Mérida en Domingo.

No pudimos asistir todos los días al programa cultural porque nos fuimos a la playa, pero el sábado y el domingo pudimos constatar que la gente ama su ciudad y participa de los programas culturales sin importar la edad, clase social o género. El domingo la gente puede rentar bicicletas (individuales o familiares) y recorren las calles principales de la ciudad en familia. En la noche mexicana, disfrutamos de ver cantantes y bailables folklóricos mientras cenábamos ricos tacos y tamales en una pequeña plaza.

Fue una experiencia inolvidable! Mi marido y mis hijas pudieron vivir de cerca mi México y no sólo conformarse con la parte turística de la Riviera Maya. México tiene mucho que ofrecer y definitivamente la blanca Mérida es un excelente anfitrión para mostrar ese México colorido, cultural y artístico.

Durante 4 días nos fuimos a Sisal, una pequeña playa al noroeste de Mérida donde disfrutamos de la paz y tranquilidad que bien nos hacía falta después de casi 3 semanas de turistear por la península de Yucatán. Comimos mariscos, dormimos en hamacas y disfrutamos el atardecer en la playa… como dicen los costarricences: la pura vida! De ahí manejamos a Celestún para ver los flamingos, pero tuvimos mala suerte y no vimos más de 5  😦 Al menos los habíamos visto en Xcaret y en el parque Centenario y más de cerca.

Y así cerramos nuestro magnífico viaje a México este 2013! Nos despedimos con tristeza de la familia, de la playa y del calor mexicano, pero confíamos en Dios en que pronto tengamos nuevamente la oportunidad de unas vacaciones como éstas. Fueron maravillosas, espectaculares e inolvidables!

Primeros días de vacaciones… Hotel Sandos y Familia

En el post anterior escribí una breve reseña de lo visitado durante los 25 días que pasamos en la Península de Yucatán, pero como quiero recordar estas vacaciones hasta el máximo detalle, ahora escribiré un poco más en diversas entradas separadas por tema o lugar visitado.

Empiezo con la primer semana de vacaciones que como saben comenzó al día siguiente de la salida de la escuela de mis hijas, es decir el 27 de Junio del 2013. Volamos por primera vez con la aerolínea Condor que tiene vuelo directo de Frankfurt a Cancún mientras que la conexión Hamburgo-Frankfurt la volamos con Lufthansa. Los vuelos tuvieron algo de retraso, tuvimos que correr un poco en Frankfurt,  el servicio de Condor es regular y como ya lo conté antes nos perdieron una maleta que tardó 8 días en llegar a su destino. Pero bueno, llegamos sanos y salvos a Cancún ese mismo día por la tarde.

Mis papás que habían volado unas horas antes desde Monterrey nos esperaron en el aeropuerto para hacer el viaje juntos al hotel donde nos hospedaríamos. El hotel Sandos Caracol Eco Resort en Playa del Carmen había sido elegido por mi hermano unas semanas antes por su ubicación y facilidades para niños pequeñitos. Llegamos casi de noche, y ya nos esperaba mi hermano con su familia en el Lobby del hotel.

Hotel Sandos P.C.

Como muchos de los hoteles «All Inclusive» de la Riviera Maya, pueden imaginarse el tamaño del lugar. Con 1000 habitaciones y sólo Dios sabe cuántas hectáreas, es como vivir en un mundo aparte y lleno de maravillas naturales. Como su nombre lo indica, el hotel es ECO y además de muchos proyectos de reciclaje y ecología, cuenta con un cenote propio, muchos animales (guacamayas, tortugas, pavo reales, gatos, mapaches, venados, iguanas) que merodean el lugar, y muchísima vegetación.

Cenote

En pocas palabras: un paraíso! Eso sin contar con los múltiples restaurantes que ofrecen buffetes internacionales o menús de 4 tiempos a la carta, piscinas, playa privada, shows diferentes cada noche, parque techado para niños, y muchas actividades de ecoturismo.

Mis papás y mi hermano se hospedaron en dicho hotel 6 noches y nosotros sólo 3. El jueves recién llegados y después de cenar, pudimos ver algo del show maya por la noche. El viernes disfrutamos de la playa, la piscina y la comida. Nos recuperamos un poco del viaje y por la noche vimos el show de Disney que las niñas disfrutaron a medias, pues ya estaban muy cansadas.

El sábado conocimos el cenote, recorrimos parte de sus instalaciones naturales y decidimos no asistir al show (de Michael Jackson) para convivir al máximo con la familia ya que el domingo dejaríamos el hotel y aunque nos seguiríamos viendo, ya no estaríamos todo el día juntos.

Fueron unos días muy lindos, al principio había pensado que no era una buena idea empezar nuestras vacaciones con tanto lujo, sino que sería mejor haberlo dejado para el final, pero no estuvo nada mal. Esos días sirvieron para descansar, acoplarnos al horario y al calor, alimentarnos de más y disfrutar a la familia. Sólo faltó mi otro hermano que espero se apunte para la próxima! Fueron unos días inolvidables y ya les contaré en la próxima entrada lo que hicimos en los siguientes días aún con la familia pero hospedados en un apartamento de Playa del Carmen y sin tanto lujo 🙂

P.D. Viva la familia!

Ir o no ir?

Hoy es 16 de Septiembre de un año muy especial, porque se cumplen 200 años de la Independencia Mexicana. Y dentro de poco se celebraran los 100 años de su Revolución. Hubo una gran fiesta en casi todos los estados del país, en las Embajadas de todo el mundo y en los corazones de todos los mexicanos aquí o allá. Viva México y vivan todos sus habitantes, sus paisajes y sus tradiciones que lo hacen un país tan lindo y especial!

Todos festejan o al menos intentan celebrar en un año en que las cosas no andan muy bien que digamos en mi tierra natal. Yo quisiera festejar como lo he hecho cada año que he pasado en México o en el extranjero… no sólo he celebrado Gritos en Alemania, sino también en Canadá, en Trinidad y Tobago y en el Caribe. Los últimos 5 años he pasado el 16 de Septiembre en Alemania, y aunque no he participado de grandes fiestas o celebraciones, ha habido algo en común: siempre he tenido los boletos de avión para visitar mi patria en Navidad. Pero este año aún no tengo boletos y peor aún, tengo un gran dilema: Iremos o no?

El pasado Enero cuando volví de Monterrey tenía la seguridad de que volveríamos en Diciembre, porque Victoria entra a la primaria el próximo año y a partir de entonces sólo tendremos dos semanas de vacaciones decembrinas y no creo que podamos viajar por tan poco tiempo a México en esas fechas, sino que seguramente lo haremos en verano. Así que cómo lo he comentado anteriormente, este año es la última oportunidad que tengo de pasar Navidad en México sin pendiente de regresar a clases. Incluso a principios de año pensaba en la posibilidad de quedarme en Monterrey dos o tres meses después de Navidad porque de igual forma, ya con el calendario escolar mis vacaciones estarán restringidas a viajar por un máximo de 6 semanas (en verano).

Pero de Enero a la fecha, las cosas se han ido complicando en cuestión de seguridad y en verano cuando normalmente comprábamos los boletos, decidimos esperar para ver si la situación mejoraba y poder decidir cuánto tiempo viajaríamos. Ya es casi Octubre, y el dilema sigue: Vamos o no vamos? He aqui mis ideas…

Por un lado, QUIERO ir:
– Porque Navidad es una fecha muy especial y prefiero pasarla allá que acá!
– Porque no estoy segura cuando podré coincidir con mis dos hermanos y sobrinos en un mismo lugar al mismo tiempo.
– Porque siempre he ido una vez al año a México y me costará trabajo dejar de ir
– Porque ya me había hecho a la idea de que esta sería nuestra última Navidad sin límite de tiempo
– Porque quiero ver a mi familia en las fiestas mas lindas: Posadas, Fin de año y Navidad.. además de pasar el cumpleaños de Victoria!

Pero por otro lado, NO QUEREMOS ir:
– Porque es un viaje muy costoso para no disfrutarlo al máximo
– Porque no me parece justo que Tom gasté sus vacaciones para no salir como acostumbramos
– Porque Tom y las niñas (incluso yo) no estan acostumbrados a esos niveles de violencia
– Porque no quiero ir a tanta fiesta cuando los temas de conversación giran alrededor de la inseguridad y delincuencia

Muchos dirán que exagero y que la gente sigue haciendo su vida normal. Y es ahí donde me entran mil interrogantes en mi cabeza… qué es normal? Aquí puedo dejar la puerta de mi casa sin llave todo el día, nunca me preocupo por donde dejo mi coche, ni tengo miedo de salir sola de noche. Con tristeza he visto que la vida normal en mi querido Monterrey incluye la desconfianza a todo y todos, el miedo a salir de noche, a cuidarse de todo y a preocuparse por cosas que aquí ni siquiera pasan. Será que ya me alemanicé? Talvez, y no lo niego pues aqui vivo y rápidamente me he adaptado y acostumbrado a la tranquilidad y seguridad.

Otros dirán, que la familia vale mucho y no debería cuestionar mi viaje en fiestas tan importantes para la familia. Pero la familia de quién? Claro, la mía. Y desde que me casé somos dos, y Tom también tiene derecho a opinar. Con gusto pasa las fiestas con la familia mexicana, gasta casi todas sus vacaciones del año para pasarlas en Monterrey y gastamos nuestros ahorros para el viaje anual. Pero esta vez? Valdrá la pena esos sacrificios para estar en casa leyendo noticias cada vez mas tristes e increíbles, para cuidarnos de a dónde vamos y a qué hora salimos, para vivir de cerca lo que aún de lejos me duele en el alma???

Una solución de Tom es viajar a México pero no a Monterrey, y pasar Navidad en Cancún o Puerto Vallarta… jaja, suena delicioso pero no cumple con mi propósito de pasar Navidad en familia. Otra es que yo viaje sola, pero ni al caso! No pretendo pasar Navidad en Monterrey sin mi marido e hijas. Y finalmente llegamos al Plan B, que sería viajar en primavera del próximo año a alguna playa mexicana y de ahí volar unos días a Monterrey para saludar a la familia. Pero, y la Navidad? mi última Navidad en Monterrey (claro, talvez vengan Navidades en 10 años que pase allá, pero no lo sé)? y mis hermanos? en primavera vería a uno de mis hermanos, pero no al que vive en California!

Así que el tiempo sigue pasando, y los boletos se vuelven mas caros y escasos. Cuándo tomaremos la decisión final? No lo sé… mientras, estamos disfrutando la estancia de mis papás aquí y sigo esperando un milagro: que la situación en mi querido Monterrey vuelva a la normalidad y pronto! Talvez volemos de sorpresa, talvez Tom quiera regalarme esta Navidad allá y sacrificar sus vacaciones para verme feliz, talvez esto sólo sea una pesadilla pasajera y pronto despierte para ver que Monterrey sigue siendo la ciudad mas linda y segura del país.

Mientras a seguir gritando VIVA MEXICO! Y confío en Dios para que las cosas mejoren y pronto podamos viajar a mi México lindo y querido y pasar unas super vacaciones en compañía de mis amigos y familiares.

VIVA MEXICO!

Vuelvo a la paz…

Apenas hace unos días que llegamos a casa, después de unas largas vacaciones en Monterrey, mi ciudad natal.

Volamos el 17 de diciembre, y los días antes de Navidad se fueron como agua entre posadas, reuniones y fiestas. Disfruté mucho de cada reunión, donde saludamos a familiares y amigos, comimos de todo y pasamos ratos muy agradables. Como había mencionado antes, este año mis abuelos realizaron la posada del día 23 de diciembre, el 24 la pasamos en un restaurante y el 25 celebramos la Navidad en casa de mis papás. Hubo muchos regalos, mucha comida, muchas fotos y muchos momentos para recordar!
Del 26 al 29 de diciembre, Tom y yo nos fuimos a San Antonio, Texas donde además de hacer nuestras compras de costumbre, pasamos unos días de descanso sin las niñas que se habían quedado con mis papás. Había muchísima gente, pero encontramos todo lo que andabamos buscando. El hotel no era de 5 estrellas, pero descansamos y agarramos pilas para los días que seguían. Conocimos nuevos restaurantes y comimos mucho, claro… para seguir con la dieta post-navideña!!!
El año nuevo la pasamos en casa de mi hermano menor, donde prepararon una rica cena con carne asada, quesadillas, nopales y botanas! Mis hermanos y Tom tronaron cohetes a morir y comimos las tradicionales uvas para brindar por el año nuevo.El 2010 empezó muy bien y como ya es costumbre, celebramos el cumpleaños de Victoria en Monterrey. Esta vez en casa de mis papás, donde rompimos piñata, comimos pastel y la princesa recibió muchos regalos. Ya cumplió 5 años y solo le queda 1 por celebrar en México. Después, le tocará a Catalina celebrar el suyo cuando visitemos México en verano.
Volamos el 10 de enero de regreso y Alemania nos recibió con mucho frío y montones de nieve por donde quiera. Creo que nunca había visto tanta nieve en mi casa, y por lo que he oído hacía muchos años que no había un invierno tan frío. Ya me tocaba!
Después de desempacar las 6 maletas que trajimos, tener el coche en el taller por un par de días porque se murió justo despues de que llegaramos, y de celebrar el cumpleaños de Victoria con sus amiguitas alemanas, vuelvo a la paz… a mi rutina… a mi vida normal.
Fueron casi 4 semanas de vacaciones, y aunque se pasa rápido, creo que en esta ocasión disfruté cada día muchísimo y por lo mismo, me parecieron muy largas y placenteras. Como siempre, faltaron amigos de saludar, restaurantes que visitar, y cosas que hacer, pero de todas formas regresé feliz de todo lo que conocimos e hicimos en tan corto tiempo.

Pero el título de esta entrada no solo se refiere a mi paz o tranquilidad al volver a casa, sino literalmente porque vuelvo a un lugar pacífico y seguro. Con gran tristeza, tengo que aceptar que Monterrey al igual que el resto del país es zona de guerra. Una guerra no oficial y obviamente no aceptada por sus políticos, pero mas que declarada entre carteles del narcotráfico y grupos de delincuentes. Triste… muy triste!
El año anterior, ya había escuchado y leído mucho… las extorsiones se volvían cotidianas: aún a pequeños y medianos negocios, los robos y secuestros eran cosa de todos los días, la gente empezaba a tener miedo y poco a poco, cambiaba su rutina para sentirse más seguros. Pero ahora? La situación se ha salido de control y ha llegado a límites jamás imaginados. Monterrey era una ciudad segura, claro con los delitos y problemas de una ciudad grande, pero ahora ya no hay diferencia entre las ciudades fronterizas, el Distrito Federal o Monterrey. En todas partes se lee acerca de casos de «levantones», de balaceras, de asesinatos… ya es común que te roben el coche con pistola en mano, no importa si estas saliendo de tu casa, si estas recogiendo a tus hijos de la escuela o si estas en un alto en una calle transitada. Simplemente llegan, te piden las llaves y como si nada se llevan tu carro enfrente de tus narices. Y la autoridad? Mmmm… el delito se denuncia por cuestiones del seguro, para recuperar al menos el valor del coche, pero es casi seguro que no lo encontrarán y menos aún, que encuentren al delincuente que se lo robó!
En esta ocasión, mas de una persona me dijo «que bueno que no vives aquí». No lo puedo creer!!! las manos me tiemblan al escribir estas líneas y me cuesta trabajo imaginar cómo pueden vivir con ese miedo a diario. Yo no sueño con volver a México, pues mi vida ya esta hecha aquí… pero de todas formas amo a mi país y quisiera volver aunque sea de vacaciones con la tranquilidad de siempre. Cómo es posible que una minoría se salga con la suya y le robe la «paz» a millones de personas? Gracias a Dios ya no vivo allá, pues creo que no podría soportar tener miedo continuamente… que si las niñas son secuestradas al salir de la escuela, que si me robarán el carro mientras estoy en misa, que si le pedirán dinero a mi esposo por tener un negocio, que si me asaltan al salir del supermercado, que si entran a mi casa a robar lo que con mucho trabajo hemos podido comprar, que si me atravieso al ocurrir una balacera, que si estoy en un restaurante mientras llega un grupo armado a llevarse a alguien, que si me llaman por teléfono para asustarme… suena exagerado? ojalá fuera solo exageración y no la realidad de tantas personas que conozco y que ya tienen miedo incluso de contestar el teléfono, abrir la puerta de su casa o salir de noche.

Rezo para que pronto llegue la paz a México entero, que se encuentren soluciones a tantos problemas que le aquejan, que la autoridad cumpla con su deber, que la gente viva sin miedo, que el narcotráfico no reine en este país tan maravilloso y que la desgracia no llegue a casa de amigos y familiares. Rezo y ruego a Dios, a la Virgen María y a todos los Santos para que así sea. Desgraciadamente no puedo hacer más. Sólo rezar, rezar y rezar!

Una Navidad diferente…

Desde que tengo uso de razon y memoria, he festejado la nochebuena en

casa de mis abuelos maternos. Pero este año mi abuelita no quiso hacer
la cena de Navidad por diversas razones y quiso hacer la Posada del día
23.
Que siguió igual?
Los invitados – toda la familia: hijos, nietos, bisnietos y mis abuelos
Los regalos- de padrinos a ahijados, de bisabuelos a bisnietos y de familia a familia
El vestuario- a pesar de no ser Navidad todavía todos iban muy guaposQue fue distinto?
El día, aunque el horario siguió igual: por la noche
El menú – en lugar de los tradicionales tamales y el bacalao, mi abuelita preparó menudo
El
contenido de la noche- como nadie tenía prisa por irse a otra casa a
seguir festejando, se disfrutó de un ambiente muy relajado. Nadie tenía
prisa en comer y nadie se preocupo por comer poco, sino por el
contrario se hizo sobremesa, se tomó ponche con el postre y para cerrar
la noche con broche de oro se proyectaron algunos primos en la cantada.
Ya parecía noche de talentos y hasta los bisnietos cantaron sus
melodías favoritas.

Fue una navidad muy diferente y seguramente
las próximas seran parecidas o incluso mejores que esta. El hecho de no
tener que correr a otra casa marcó la diferencia y nadie querrá volver
a esa fea costumbre de estar un ratito con cada familia. Lástima que
solo me quede una Navidad en Monterrey,  pues tanto yo como mis hijas
disfrutamos mucho la compañía de los primos, tíos y abuelos. Ni hablar,
ya encontraremos el lado bueno de pasar la Navidad en Alemania, donde
gracias a Dios también tenemos familia (mas pequeña y menos efusiva)
con quien celebrar esta fiesta tan especial.

La nochebuena la
pasamos en un restaurante con mis papas. Comimos de todo un poco del
buffet navideño, no tuvimos estrés de cocinar, servir y lavar platos y
antes de las 12 ya estábamos en casita.

El día 25 las princesas
abrieron los regalos que Santa les dejó durante la noche y al mediodía
comimos en casa de mis papas, a donde vinieron mis abuelos y mis
hermanos con sus familias. Comimos pierna adobada, ensalada de manzana
y espaguetti verde. Todo delicioso, después intercambiamos regalos y
pasamos una tarde muy agusto.

Ya viene la Navidad…

La Navidad es una de mis épocas favoritas del año, y ahora con las niñas se ha vuelto mucho mas especial. A lo largo de la vida, la Navidad va pasando por diferentes etapas. Cuando se es niño obviamente es una fiesta muy esperada y divertida, en la adolescencia y juventud se vuelve un poco aburrida porque pasa a ser un compromiso familiar. Y en la etapa de padre o abuelo vuelve a ser divertida porque se vive la Navidad a través de los hijos o nietos.

Al menos eso es lo que me ha sucedido a mí y la Navidad ahora es súper linda porque las princesas poco a poco descubren los destellos de esta fiesta decembrina.
Además de las diferentes formas en que he celebrado la Navidad a lo largo de mi vida, cabe mencionar que al vivir con dos culturas
diferentes me ha hecho descubrir cosas muy especiales y valorar aun mas su significado. Al menos México y Alemania comparten la religión cristiana y eso hace que haya muchas similitudes en como se celebra la Navidad pero a su vez las diferencias culturales ofrecen un variado abanico de tradiciones y costumbres muy diferentes.
Así que les cuento lo que mas me gusta de la Navidad aquí y allá.En MEXICO…
En este país nací y allí celebré todas las Navidades de soltera (28) y he celebrado 5 ya de casada. Solo me quedan dos por celebrar en
Monterrey porque cuando entre victoria a la primaria solo tendrá dos semanas de vacaciones y no podremos viajar en esta época del año tan
lejos. Y esto es lo que mas extrañaré:
– las posadas. Mi familia materna conserva la tradición de las Posadas en casas de mis tias, donde pedimos Posada, rezamos el rosario,
rompemos piñata, cenamos bien rico y convivimos en familia.
– la Navidad con los abuelos. Que significa con tíos, primos, hermanos, sobrinos… En total casi 40 personas!!!
– la comida. Que siempre extraño pero en esta temporada sobretodo los tamales, los buñuelos, el bacalao de mi abuelita, el ponche, las
galletas y pan de Navidad que hace mi mama, el recalentado, la rosca de reyes…
– sentido religioso. El rezo del Rosario, la misa de Navidad, los nacimientos en cada esquina, los villancicos y la importancia del niño
Jesus en Nochebuena.
– y por supuesto mis papas y hermanos (con cuñadas y sobrinos)!!!

En ALEMANIA…
A partir del 2011 celebraremos la Navidad con la familia alemana o talvez en alguna playa griega, jeje. Pero definitivamente la época prenavideña será disfrutada a la alemana, así que hay que ver las cosas bonitas que tiene la epoca en este lado del océano.
Aunque solo he pasado dos Navidades en alemania y dos o tres veces adicionales he estado a principios de diciembre les puedo decir lo que hasta ahora me encanta de la navidad aquí.
– decorar mi casa. Siguiendo la tradición mexicana ponemos un árbol de Navidad artificial a principios de diciembre (aquí se acostumbra
natural y se pone el mero 24). Además ponemos foquitos afuera, adornos en paredes y cada Rincón de la casa y saco mi vajilla de Navidad.
– mercados de Navidad. En ciudades, pueblos o comunidades se ponen puestos en las calles que venden artículos navideños, comida o el
tradicional «Glühwein» que es un vino caliente muy sabroso. A pesar del frío, la gente visita estos mercados especialmente por la noche con grupos de amigos o en familia.
– decoración de las casas. Es austera pero muy particular. En las ventanas de las casas se colocan lámparas con foquitos o simulando
velitas. Poco a poco también se ponen series de focos en los techos o fachadas, pero las ventanas me siguen gustando mas.
– repostería navideña. El pan alemán es delicioso y en Navidad hay cualquier cantidad de galletas, panes y delicias en supermercados y
panaderías. Eso sin mencionar las mil variedades de chocolates especiales para esta temporada. En México se conoce el maratón Lupe-
reyes, y aquí seria Nico-Reyes porque desde el día de san Nicolás (6 dic) se empiezan a regalar chocolates de a montón. Así que un mesesito sin dieta!
– calendario de adviento. No sé si sea tradición original de alemania, pero si que es antigua (mi suegro dice que el los conoce desde niño) y muy bonita. Se venden calendarios con 24 ventanitas que los niños (o adultos) van abriendo cada día de diciembre hasta Navidad. Dichas ventanitas contienen chocolates o solo una frase o dibujo, y actualmente hasta pequeños juguetes.
– la nieve. No soy amante del invierno, pero definitivamente creo que la Navidad va de la mano del frío. Y aquí en Alemania el frío en diciembre esta garantizado y con un poco de suerte se puede disfrutar una Blanca Navidad. El paisaje Nevado del jardín, las casas y las calles es hermoso y a las niñas les fascina la nieve, así que seguramente las Navidades que pase en Alemania en un futuro serán igual de divertidas y bellas como las de México.

Dónde es o será mejor celebrar la navidad? Supongo que no hay un lugar ideal, pero mientras el corazón este contento y se recuerde el nacimiento de Jesús con alegría, la Navidad será hermosa donde quiera uno se encuentre.

Que tengan una feliz época decembrina!!!

Hora de partir…

Se me hacía largo… pero ahora que me voy hasta parece que fue poco el tiempo que pasé en Monterrey. Así sucede siempre…Confundido

Mañana volamos Avión de regreso a casa… Tom pasó aqui casi un mes y nosotras casi dos! Fue bastante tiempo, y lo mejor de todo es que estuvo muy bien aprovechado… convivi mucho con la familia, y tuve la oportunidad de ver amigos y amigas que tenía mucho tiempo de no ver. Como siempre también, me quedo con ganas de ver y saludar a algunos que por sus apretadas agendas o por falta de interés no tuvieron tiempo para mí, jeje!
El balance es bastante positivo y aunque me dará tristeza despedirme de mis papás y del sol Sol invernal, ya es hora de volver a casa y retomar mi rutina en Alemania. Este año estará lleno de retos y proyectos, Catalina entrará al jardín de niños en Agosto y finalmente podremos disfrutar de nuestra nueva terraza en verano. Así que ya es hora de ponerme a trabajar, a volver a hablar alemán, a abirgarme para el invierno de verdad  y a cumplir mis propósitos del 2009. Fueron suficientes vacaciones y ya tengo la energía para volver al mundo real, jeje! Eso no quiere decir que no tenga miedo de empezar mi «business», pero ya llegó la hora! Guiño
Monterrey queda igual que cuando llegué en Noviembre, pero yo me voy con muchos recuerdos en mi corazón Corazón rojo y con muchas fotos para poder revivir esos momentos tan agradables que pasé durante estos dos meses en mi tierra natal. Esta despedida también será diferente, pues es la última vez que vengo por taaaanto tiempo…. las próximas serán de un mes o a lo mucho de 6 semanas cuando vengamos en verano. Claro, nada esta escrito pero las niñas ya están mas grandes y sé por experiencias de otras amigas que por un buen rato no podré darme el lujo de venir los meses que acostumbraba venirme. Por otro lado creo que esta bien, pues tarde o temprano me tengo que hacer a la idea de que vivo allá, y estas estadías tan largas no dejan desprenderme por completo de mi México lindo y querido. No es que no quiera seguir unida al país que me vio nacer, sino que el pasar tantos meses en México no me permite adaptarme al 100% a Alemania, pues siempre estoy deseando ese tiempo que paso por acá.  De ahora en adelante si serán «vacaciones», no estancias de meses en Monterrey… pero creo que después de 7 años, ese cambio tenía que llegar, o no?
Las maletas ya estan casi listas… como es costumbre, cargo hasta con el perico… jeje! No, no es cierto… no llevo ningun perico pero si un montón de cosas que me han regalado, comida que no se consige por aquellas tierras, regalos de Navidad y cumpleaños de Victoria, y mil cosas más que ya se me hacían que no iban a caber. Pero hasta ahorita todo va bien, y creo que sobreviviremos con 6 maletas de 23 kilos! Conste que podría llevar hasta 8, pero me estoy viendo decente Lengua fuera
La próxima vez que escriba será desde Alemania y les contaré como nos fue de viaje… además de que pondré las últimas fotos de nuestra larga visita a Monterrey!

 

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