El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

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Novedades al terminar el año

Se han pasado dos meses sin escribir en mi blog y no puedo creer lo rápido que se ha pasado el tiempo. Después de tres semanas en la clínica de rehabilitación, siguieron tres semanas de tiempo parcial en el trabajo.

Cómo estuve ausente dos meses, se recomienda volver a la rutina laboral poco a poco y en mi caso elegí empezar con 4 horas diarias la primera semana, para continuar dos semanas más con 6 horas diarias. Fue hasta mediados de noviembre, cuando finalmente trabajé de nuevo de tiempo completo.

Sí me costó trabajo volver a la rutina, porque después de dos meses de estar en reposo, descansando y recuperando fuerzas, uno se desacostumbra a estar con la cabeza al 100%. No podía concentrarme y me cansaba después de un par de horas de estar en conferencias. Eso sin contar con lo que se me olvidó en todo ese tiempo y en los cambios que hubo durante mi ausencia. El mayor cambio fue la renuncia de mi jefa, lo que significó un cambio de equipo y de jefe!

En fin, vamos a dejar el tema del trabajo. Como les había comentado, cumplí mi propósito y me inscribí a un gimnasio, a donde voy por lo menos 3 veces a la semana. Poco a poco he ganado un poco del peso perdido y tengo más energía. Hace un par de semanas me hicieron una colonoscopia para revisar el intestino, y parece que todo está bien aunque la verdad es que todavía tengo problemillas con la digestión cuando como mucho o como cosas “exóticas” o raras.

Pero no me puedo quejar, después del susto ya estoy trabajando, comiendo y viviendo cómo antes del “incidente”. Sólo me ha quedado una cicatriz bastante grande que me recuerda todos los días, lo agradecida que estoy con Dios y que tengo que disfrutar cada momento, porque uno nunca sabe…

Y en un abrir y cerrar de ojos se llegó Diciembre con sus mercados de navidad, el calendario de adviento, las reuniones con amigas y la decoración navideña. El covid nos dio chance de disfrutar sin mascarilla y volver a tomar vino caliente o ponche en los mercados de navidad.

Este año pasamos la navidad sin Catalina que sigue en Texas por su intercambio escolar. El 24 tuvimos cena mexicana solo nosotros tres con tamales, frijoles y arroz. De postre hice flan y después de cenar, abrimos los regalos. El 25 vinieron mis suegros y comimos ganso y venado, acompañados de croquetas y col morado. Fue una navidad muy relajada, con casi 10 grados y mucha lluvia.

El fin de año mi marido y yo lo pasaremos en una cena-baile en un hotel-spa , mientras que nuestra primogénita celebrará con amigas. Ya está por cumplir 18 y definitivamente no quería pasarla con nosotros, jiji.

Y así llega la hora de despedir el 2022, un año con muchos viajes, retos, aventuras y sustos. Espero que el 2023 traiga paz a Ucrania, la economía no haga más estragos, Caty siga disfrutando su segunda mitad de intercambio y conservemos el trabajo y la buena salud.

Para empezar Victoria y yo ya tenemos boletos para visitar Monterrey durante las vacaciones de Pascua y veremos que otras sorpresitas nos depare el nuevo año. Cuídense mucho y aunque ya no escriba tan seguido, espero actualizarlos de vez en cuando. Mis mejores deseos para el 2023!!!

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Noche de paz

Estoy segura que muchos hogares en el mundo vivieron esta Navidad como aquella que sucedió hace 2020 años y que consistió en el nacimiento de Jesús. Invitados? Solo un buey y una vaca. Así como la sagrada familia, la semana pasada celebré la Navidad en casa y en familia: sólo mi marido, mis dos hijas y yo. Nada de invitados, ni fiesta, ni música, ni grandes cantidades de comida.

Por la tarde fuimos a la iglesia, donde hubo una celebración religiosa para familias que incluyó la lectura de la historia de Navidad y en la que los asistentes podíamos participar tocando diferentes instrumentos musicales dependiendo del lugar que nos había tocado. La iglesia lucía bastante vacía y tuvimos que usar cubrebocas todo el tiempo. El organista se encargó de la música, pero no podíamos cantar.

Muy diferente pero no por eso menos emotiva. Tanta tranquilidad y paz facilitaron la reflexión. Y como leyeron al final de la celebración: Acaso la primera navidad fue perfecta? No estuvo llena de incertidumbre, problemas e incomodidades? Justo como la navidad del 2020. Y aún entre imprevistos y dificultades, Jesús nació como estaba planeado y así también en este año tan complicado, la navidad llegó para recordarnos que nada es perfecto, pero Dios está entre nosotros y eso basta para salir adelante.

Antes de cenar, las niñas abrieron algunos de sus regalos (sus prometidos teléfonos iphone 11) y preparamos la cena entre todos: Raclette! Cenamos rico y vimos una película navideña juntos.

El 25 desayunamos y abrimos el resto de los regalos. Para la comida, preparamos venado con bolas de papa y coles de bruselas. El día estuvo soleado pero frío, y salimos a dar una vuelta por el barrio para tomar aire fresco.

Los días 23 y 24 de diciembre, hicimos varias videollamadas con la familia en México y el 26 y 27 visitamos a los abuelos alemanes. Con la familia alemana nunca es gran fiesta, así que no fue muy diferente a las navidades que hemos pasado aquí. La comida, la entrega de regalos y la convivencia prácticamente fueron idénticas a la del año pasado, solo que dos días después de navidad.

Y ahora nos preparamos para celebrar otra noche de paz: la de año nuevo! Que también pasaremos solitos porque la pandemia no permite que celebremos en algún hotel de la región, ni con mucha gente, ni con grandes cantidades de fuegos artificiales. Todavía no sé que cenaremos, pero seguramente algo rico y pasaremos el día en familia.

Y así recibiremos el 2021! Tranquilos y bien portados para ver si el año nuevo también se porta bien con nosotros 🙂 El 4 de enero cumple años la primógenita, y el 5 empiezo mi nuevo trabajo, ya les contaré como me va. Mi marido tiene vacaciones hasta el día 10 como las chicas, y la remodelación del baño se retrasó porque no llegaron algunos muebles a tiempo. Ya veremos cuando se hace, no hay prisa…

Les deseo una última semana del año tranquila y en santa paz! Cuídense mucho y hasta la próxima!

Debería estar en México…

…disfrutando de la familia, celebrando en las posadas y comiendo los antojitos mexicanos como tamales, tacos y tostadas. Pero debido a la pandemia nuestro viaje ha quedado solo en un sueño.

La idea nació el año pasado cuando nuestras hijas de pronto pidieron celebrar su cumpleaños número 15 en tierras mexicanas. En Alemania no es costumbre celebrar los 15 años de las chicas pero conocían la tradición por su prima mayor. La idea fue tomando forma y dado que este año las vacaciones de navidad serían de casi tres semanas, pensamos combinar la fiesta de nuestras hijas con las fiestas navideñas y de Año Nuevo.

En enero de este año cuando estuve en México pude reservar la iglesia para la misa de acción de gracias y el salón donde se haría una pequeña recepción con algunos amigos y familiares. La fecha planeada era el 2 de enero, dos días antes del cumpleaños #16 de nuestra hija mayor.

En febrero nos dieron el permiso en la escuela para que las chicas faltaron un par de días y así completar tres semanas de vacaciones entre diciembre y enero.

Nuestro plan era comprar los boletos de avión en las vacaciones de semana santa, pero como ya es bien sabido en ese tiempo nos encontrábamos en el primer confinamiento del covid y todo se volvió incierto.

Los meses pasaron y no quisimos arriesgar nuestro dinero con la compra de los boletos. En octubre decidimos cancelar el plan por completo y en un momento dado podría llevarse a cabo el próximo verano. Es nuestra esperanza.

Desde el 2014 que no celebramos Navidad en México y sinceramente no creo pasar Navidad en Monterrey en un futuro próximo. Normalmente solo hay dos semanas de vacaciones y para tan poco tiempo no vale la pena viajar tan lejos. Por otro lado el próximo agosto nuestra hija mayor empieza el bachillerato y es aún más difícil pedir días libres para viajar.

Este año ha habido muchas cancelaciones de viajes, planes pospuestos, fiestas no celebradas, eventos con muchos invitados reducidos a un par de familiares, etc. Victoria no pudo viajar a Berlín con su grupo de política, yo tuve que cancelar una capacitación en octubre y una reunión con amigas en noviembre. Pero nada se compara con cancelar nuestro soñado viaje a México que seguramente no podrá reemplazarse nunca.

Con suerte podremos viajar en verano del 2021 pero no habrá posadas familiares, ni decoración navideña en las calles, ni intercambio de regalos, ni cena de Navidad, ni fiesta de fin de año con mis hermanos, ni la convivencia con los primos. Nuestra hija menor cumple sus 15 años en julio y todavía podría llevarse a cabo el plan original para celebrarlas, pero no sé… bajo estas circunstancias ya ni dan ganas de organizar nada.

Si hay algo que he aprendido este año es que no podemos planear a largo plazo. Así que no queda más que esperar y ver cómo se dan las cosas para ver si podemos viajar pronto al otro lado del mundo, con o sin fiesta de 15 años.

Nunca había estado tan triste como este diciembre, ni siquiera puedo reemplazar las posadas mexicanas con reuniones con amigos aquí porque no está permitido reunirse con mas de una familia extra. Tampoco puedo ir a tomar vino caliente a los mercados de navidad ni participar en actividades navideñas de la iglesia. No hay nada que pueda alegrar mi corazón en estos días grises y fríos. Escuchar música navideña me provoca llorar, pensar en lo que estaríamos haciendo allá también. Hago galletitas, hablo por videoconferencia con amigas y familia, e intento concentrarme en todo lo que tengo para sentirme agradecida. Pero aún así, es un adviento triste y será una Navidad demasiado tranquila y melancólica. Buaaaaaa!

«Lockdown» en Navidad

El pasado mes de noviembre entró en vigor el «lockdown light» con el cierre de restaurantes, bares, museos, bibliotecas, gimnasios, etc… y cómo el número de contagios no disminuyó desde entonces, sino que fue aumentando a cifras mayores incluso a las de marzo o abril, a partir de hoy, 16 de diciembre entra en vigor el «lockdown» completo como lo vivimos durante abril y mayo.

Ahora también las tiendas, escuelas y jardines de niños estarán cerrados hasta el 10 de enero. Lo único que permanecerá abierto está en la siguiente lista:

En pocas palabras, sólo el comercio con artículos de primera necesidad: farmacias, ópticas, tiendas de alimentos o bebidas, correos, y por supuesto los locales donde venden árboles de navidad 🙂

Triste, realmente triste… no porque me muriera de ganas por ir de compras en estos días (ya tengo todos mis regalos de navidad), sino porque me preocupa muchísimo el futuro de miles de negocios y empleados. Ya veremos como resisten (o no) este segundo cierre total.

Y como si no fuera suficiente, han implementado una serie de reglas para reunirse en estas fechas, especialmente en navidad y año nuevo. Prácticamente se ha limitado al máximo, y solo pueden reunirse dos familias con un máximo de 6 personas (sin contar niños). Parece chiste, pero es real… incluso ya hay parodias porque nadie entiende la combinación de reglas con número de familias, integrantes, edades, etc.

Yo ni me preocupo porque en Navidad sólo iremos a visitar a nuestros suegros y en total seremos 6 personas, pero definitivamente hay familias con más hijos y ni idea de cómo celebrarán con media familia, o un tercio, o solitos. En fin de año normalmente celebrábamos con algunas familias mexicano-alemanas pero al igual que el año pasado la pasaremos nosotros solitos y esta vez sin fuegos artificiales!!! Ah si, porque eso también prohibieron… su venta para evitar que la gente se reúna. Mmmmm….. ya ni llorar es bueno.

Y como todo el mundo estoy hasta la M… de tanta regla, prohibición, datos con cifras, etc…. así que desde hace dos semanas estoy en huelga de noticias. Desinstalé Twitter y Facebook de mis dispositivos móviles, no escucho noticias en la radio ni las veo en televisión. Sólo me actualizo de vez en cuando en el Facebook de mi computadora en el sótano y como no es muy frecuente, creo que el mismo Facebook no me pone tantas noticias como antes.

La verdad es que me ha ayudado mucho y ya no estoy de mal humor, ni preocupada, ni estresada… que la vida fluya! Como quiera está haciendo mucho frío y ni ganas de salir, me pondré a darles clases de cocina a mis hijas, haremos más galletas y nos concentraremos en la remodelación del cuarto de baño. Qué si la vacuna estará lista a finales de diciembre, pues felicidades…. yo no pienso ponérmela a menos que sea obligatorio para volar a México en verano. Ya veremos cómo andan las noticias para entonces…

Mientras, les deseo unos días tranquilos con sus familias en casa. No queda más que esperar y confiar en que las cosas mejoren y pronto, porque más de uno está enloqueciendo con esta situación. Mas todos aquellos preocupados por sus puestos de trabajo, negocios o familiares enfermos.

La realidad supera cualquier película de ficción y todavía es fecha que no puedo creer todo lo que ha pasado este año. Pero eso lo escribiré en otra entrada porque definitivamente este año quedará marcado en nuestras memorias y no precisamente por haber sido maravilloso, espectacular o increíble 😦

Posada virtual

Hace 5 años tuve la fortuna de coincidir con 31 mexicanas casadas con alemanes en un encuentro en Kassel. De ahí nació una bella amistad y el grupo ahora formado por 28 mujeres sigue en contacto diario por medio de un grupo de Whatsapp.

Tenemos diferentes profesiones, vivimos a lo largo y ancho del país (una en Suiza y otra en Rep. Checa), con o sin hijos, con edades entre 30 y 50 años, pero todas mexicanas de corazón. La amistad ha crecido con el tiempo pero especialmente con la convivencia en nuestra reunión anual a la que llamamos „posada“ a pesar de ser en noviembre.

Cada año elegimos un lugar diferente y las que viven cerca organizan el encuentro que suele ser el segundo fin de semana de noviembre. Cada reunión ha sido diferente, algunas con ceremonia religiosa y cantos navideños, todas con intercambio de regalos, mucha comida sea en restaurante o en salón de fiestas, tours por la ciudad y visitas a museos, bares o parques.

La primer posada del 2016 fue en Wolfenbüttel, la segunda en Siegen. Al año siguiente tocó el turno a Stuttgart en el sur y el año pasado en Hamburgo, al norte de Alemania. Me estoy dando cuenta que no escribí la reseña de la posada en Hamburgo!!! Oh oh!

Nunca volvimos a coincidir tantas pero no perdemos la esperanza de que alguna vez podamos reunirnos todas otra vez como en Kassel.

Este año debido a la pandemia dudamos en organizar algo, pero gracias a un par de optimistas, ya teníamos el plan hecho para el segundo fin de semana de noviembre. Sabiendo que las cosas podían cambiar se reservaron dos cabañas con sauna y cocineta, en la región de Harz en el estado de Baja Sajonia. Para evitar grupos en restaurantes, se iban a realizar las comidas en las cabañas y por obvias razones, sólo nos apuntamos 13 este año. Lo importante era no dejar pasar la oportunidad de vernos!

Pero el destino no quiso que nos reunieramos y debido al „lockdown light“ no pudimos vernos en persona, pero si de manera virtual. Y más de las que estaban planeadas: 19!

La reunión se organizó por Zoom y a eso de las 8:30 pm empezaron a llegar las primeras. Poco a poco se conectaron las demás y lo único que estaba en el programa fue una dinámica llamada „te regalo“, donde cada participante recibe una tarjetita con uno de diversos regalos del Niño Jesús y se entrega una figura del niño y otra de la Virgen María a los afortunados. Si la quieren utilizar para sus posadas virtuales, aquí se las comparto. Además, hicimos una oración por los enfermos del grupo y de COVID.

Y el resto fue charlar, reír, recordar reuniones pasadas, brindar y sentirnos cerca a pesar de la distancia. Ni el virus nos iba a quitar esa convivencia cargada de energía, amor, alegría y buenas vibras. Las últimas nos desconectamos pasada la una de la mañana.

Y como nos gustó mucho esta alternativa virtual hemos decidido repetirla una vez al mes con las que tengan tiempo y oportunidad. Estoy segura que estas convivencias harán mucho bien a nuestros corazones en estos tiempos de incertidumbre, soledad y restricciones.

Nadie podía imaginar lo que ese encuentro en el 2016 traería a nuestras vidas, pero doy gracias a Dios por haberlas puesto en mi camino para sentirme más cerca de mi México que cada día extraño más. Será la edad? La pandemia? O el no saber cuando volveré a ver a mis seres queridos? Sea lo que sea, hay que buscar esas personas y esos momentos que nos acercan a nuestra patria de alguna o de otra forma.

Que Dios bendiga a nuestro grupo y nos dé la oportunidad de volver a coincidir el próximo año en algún rincón de Alemania 🙂

Semana 28 – Nueva normalidad

Ya se cumplieron 6 meses de «pandemia», de «tiempo de corona», o de usar mascarilla a diario para entrar a un supermercado, subirse al autobús o viajar en tren. Qué rápido, no?

Parece que fue ayer que anunciaron el cierre de escuelas y tiendas, y empezó la cancelación de eventos, fiestas y viajes. Pero no, ya son 6 meses con nuevas reglas, restricciones y muuuuuchos cambios.

Desde finales de agosto nuestras hijas comenzaron las clases presenciales y se puede decir, que es «casi normal». Los cambios:

  • Uso de mascarilla en pasillos, durante las pausas… durante las clases, no.
  • Entradas y salidas específicas para cada grupo
  • Clase de deportes limitada
  • Nada de eventos, conciertos, etc.
  • Uso de la cafetería restringido a los alumnos que tienen clases vespertinas

La semana pasada fui a la escuela para hablar con una profesora y llegué a la hora de la pausa. En el patio donde normalmente los alumnos corrían de un lado para otro, jugaban fútbol o ping pong, gritaban o platicaban, sólo se veían grupitos de alumnos en círculos, todos con mascarilla, casi sin hablar… no tomé foto por aquello de la privacidad, pero la imagen se me quedará grabada para siempre: parecía de película de ciencia ficción. Muy triste 😦

A principios de septiembre empezaron mis cursos de español y también hay algunos cambios:

  • En lugar de acomodar las mesas en forma de U, están acomodadas como en la escuela primaria.
  • Uso de mascarilla solo en pasillos y al entrar al salón, durante las clases no.
  • Evito hacer actividades de grupo o pareja, pero para aprender un idioma es importante hablar, así que con distancia entre ellos, algunas veces si los pongo a conversar.
  • Dependiendo del tamaño del salón, hay un límite determinado de alumnos.
  • Los alumnos tienen que ocupar el mismo lugar durante el semestre y yo tengo que tener el plan de cómo están sentados.

Tratamos de volver a la normalidad, pero creo que ya nada volverá a ser igual. El uso de mascarilla continuará al menos durante el invierno y aunque poco a poco vuelve el público a teatros, estadios y cines, sólo se permite un número limitado y se ve todo medio vacío 😦

Faltan tres meses para navidad pero ya empieza a hablarse de los mercados de navidad, habrá o no? Para mí es casi imposible imaginarme el invierno sin mercado de navidad, y al menos en nuestro Estado Niedersachsen están considerando abrirlos con restricciones: mucha distancia entre los puestos, venta limitada de alcohol, entradas y salidas determinadas, etc.

Por otro lado el aumento de contagios va en aumento, pero no el número de pacientes hospitalizados. Así que habrá que esperar como se van viendo las cifras en las siguientes semanas, porque de ellas dependerá si el adviento tiene algo de toque navideño, o si como en verano, nos tocará pasarlo en casita sin salir 😦

Cuídense mucho y aquí les voy contando las novedades por estos rumbos!

Navidad en la distancia

«Tú que estás lejos de tus amigos, de tu tierra y de tu hogar…», así empieza la canción de «Ven a mi casa». Seguro la has escuchado más de una vez! Yo la conocí en México, pero no fue sino hasta que me mudé a Alemania que comprendí su verdadero mensaje y desde entonces no puedo evitar llorar cada vez que la escucho 😦

Es en este tiempo cuando más extraño a la familia que dejé en México, las tradiciones y costumbres que hacen de esta fiesta no sólo una oportunidad para regalar, comer platillos exquisitos y celebrar, sino de apreciar la importancia de la familia que se reúne en posadas, a hacer tamales o en la noche de Navidad.

Ya perdí la cuenta de las navidades que he pasado en Alemania, donde tengo la fortuna de contar con la familia de mi marido y obviamente la propia familia que hemos formado junto a nuestras dos hijas. Pero jamás, jamás podrá compararse una Navidad aquí con la de allá, donde no somos sólo 8 personas sentadas a la mesa, y donde nuestras hijas no son las únicas nietas. Difícil escribir todo lo que significa la Navidad en México, pero en pocas palabras puedo resumir que es el momento más hermoso de unión familiar, celebración y alegría.

Casualmente en estas últimas semanas, diferentes personas me han preguntado sobre la forma en que celebraré la Navidad este año y más de una se ha sorprendido al saber que no tengo a NADIE de mi familia mexicana aquí cerca. Curioso, no? No sé si conozcan a extranjeros que tengan a un hermano, sus padres u otros familiares en estas fechas por aquí, pero la cara de asombro y pena con la que me miran me ha hecho casi llorar. Definitivamente esto de estar lejos de México me afecta más ahora que antes 😦

Será la edad? Cuando las niñas estaban pequeñas pasamos cada Navidad en México y después de una pausa cuando la mayor entró a la primaria, volvimos a celebrar la Navidad hace 5 años en Monterrey. Desde entonces nos hemos quedado en Alemania durante las fiestas y de forma alternada hemos celebrado en casa o con mis suegros la Navidad, pero siempre con un máximo de 8 personas. Algunas veces hemos incluido algún platillo mexicano en el menú y nos conectamos por Skype a México para no sentirnos tan lejos.

Pero sí, estamos lejos y extrañamos mucho, más de lo que podría uno imaginar. Y por eso me cuesta mucho trabajo en estos días comprender a las personas que me cuentan que algunos familiares no asisten a la fiesta de Navidad por motivos como «mi hermano tiene casa nueva y quiere celebrar ahí, por eso no viene a casa de los abuelos este año», o «los que tienen niños quieren celebrar en su propia casa para no estresarlos con tanta gente»… incluso el papá de mi marido que tiene 3 hijos con su segunda esposa, evita tener a toda la familia reunida porque con 8 nietos es demasiado estrés.

En fin, para mí la Navidad era sinónimo de reunión con mucha gente, mucho ruido y mucha fiesta! Y al paso de los años te das cuenta que esa «mucha gente» puede irse en cualquier momento, así que valoro más que nunca la oportunidad de pasar las fiestas importantes e incluso días normales, con la gente que queremos. Este corto muestra en pocos minutos a lo que me refiero:

Espero el próximo año tener la oportunidad de pasar la Navidad en México otra vez. Mientras tanto sigo disfrutando de los mercados de navidad, el vino caliente y otras tantas tradiciones navideñas que también son muy lindas por este lado del planeta. Y por supuesto también disfruto al máximo a mi familia alemana que me ha adoptado y que me quiere mucho. No me puedo quejar porqué bien sé que otros no tienen tanta suerte como yo 🙂

Felices fiestas y que VIVA LA FAMILIA!!!

Tu que estas lejos de tus amigos
De tu tierra y de tu hogar
Y tienes pena, pena en el alma
Porque no dejas de pensar…

Tu que esta noche
No puedes dejar de recordar
Quiero que sepas
En nuestra mesa
Para ti tengo un lugar…

Por eso y muchas cosas mas
Ven a mi casa esta Navidad

Calendarios de adviento 2019

El domingo empezó el mes y el tiempo de adviento, cosa que no sucede cada año 🙂 Y con diciembre, empezó la tradición del calendario de adviento, que ya he explicado en otras ocasiones. Se trata de abrir 24 puertitas del 1 al 24 de diciembre y como me encanta la navidad, esta casa no sólo tiene 1 calendario sino muuuuchos!!!

Es una de mis tradiciones favoritas en Alemania y aunque las niñas ya son adolescentes, no pueden faltar los calendarios en casa. Este año adquirí unos nuevos:

así cada día prendo una velita con aroma diferente y me tomo un té calientito.

Las niñas no pudieron decidirse entre los que venden en las tiendas, hay con cosméticos, cremas, productos de belleza, etc. ni tampoco tuvieron tiempo ni ganas de comprar 24 regalos diferentes para la hermana como lo hicieron algunos años en el pasado. Así que les llené sus casitas con sus chocolates favoritos y les dimos dinero para que completen su regalo de navidad.

Mi marido tiene este año uno de chocolates y otro muy curioso de «Der Postillon», un periódico de sátira que ha impreso un librito con sus mejores artículos relacionados a la navidad.

Y yo? Pues no tengo de chocolates sino de sorpresas… como ya es costumbre, participo con dos grupos de amigas, uno de mexicanas y otro de alemanas para regalarnos un calendario de adviento muy especial.

Además en la casa tenemos otros que son de la familia:

Ya entienden porque amo diciembre???!!! No importa el frío ni los días oscuros, con los calendarios de adviento y los mercados de navidad es imposible no amar Alemania en esta temporada 🙂

Bienvenido 2019

Y se fue el 2018! Apoco no se les pasó muy rápido? Será la edad o yo no sé, pero siento que cada año que pasa se va más rápido que el anterior…

El evento del 2018 fue definitivamente nuestro viaje a Miami, donde coincidimos con toda mi familia para hacer un crucero por el Caribe. Maravilloso, espectacular, único e inolvidable! El viaje también incluyó dos semanas a mi tierra natal Monterrey donde a pesar del calor veraniego disfrutamos de la familia, los amigos y la comida!!!

En el trabajo tanto Thomas como yo seguimos sin grandes cambios y en la escuela, las niñas siguen avanzando en sus estudios sin contratiempos. En el ámbito salud tampoco hubo sorpresas ni visitas al hospital, gracias a Dios! Y en el 2018 no hubo visitas de familiares pero sí de algunos amigos.

Así que el año transcurrió sin grandes cambios o imprevistos, pasando de un mes a otro hasta llegar a diciembre que fue un poco diferente a los diciembres anteriores. Debido al viaje a Palermo donde tomé un curso durante la primera semana y nuestro plan de remodelación de las habitaciones de las chicas, nuestro último mes del año no tuvo las típicas tradiciones navideñas:

  • no hubo árbol de navidad (ni tiempo ni espacio donde colocarlo)
  • no hicimos galletitas
  • no visitamos mercados de Navidad en familia (sólo yo con algunas amigas)
  • no colocamos decoración navideña ni dentro ni fuera de casa
  • no preparé nada mexicano para la cena de navidad

Menos mal que la Navidad la celebramos en casa de mis suegros y el año nuevo lo recibimos en casa sin invitados, porque de otra forma no hubiera sido posible pasar estas fiestas de forma tranquila y alegre.

Justo para la noche del 31 de diciembre, nuestras hijas pudieron dormir en sus nuevas habitaciones… pero esa es otra historia que les contaré a detalle en otra ocasión. La casa poco a poco vuelve a la normalidad y ya estamos listos para tener un 2019 lleno de nuevos proyectos y planes.

Mi primer propósito es pasar mi examen de alemán C1 a finales de enero para sentirme más segura con el idioma y buscar un trabajo de medio tiempo en alguna oficina. De momento sigo con mis clases de español pero quisiera encontrar algo más enfocado a mi carrera de Informática. Ya veremos…. primero, mi certificado C1 🙂

Mis papás planean visitarnos en verano y nuestras vacaciones aún sin destino definido las haremos en octubre, ya decidiremos en las siguientes semanas si volvemos a Italia o nos aventuramos a un país desconocido como Croacia, Grecia o alguna isla del Mediterráneo. Y a nuestras hijas se les ha metido la idea de visitar a sus primos en California, solas! Otro plan que tendremos que definir próximamente o dejar para el futuro…

Así que BIENVENIDO 2019! Deseo que vengas lleno de salud, aventuras, éxitos, bendiciones y muchos buenos momentos que pueda seguir escribiendo y compartiendo en este blog que sigue siendo mi diario personal, pero también apoyo y motivación para nuevos migrantes 🙂 Sí se puede!

 

 

Navidad sin «gadgets»

Hace unas semanas recibí este vídeo por Whatsapp:

Triste, no? Qué la tecnología esté tomando un lugar tan importante en nuestras vidas de tal forma que nos estamos desconectando de nuestros seres queridos?! A mí me impactó bastante y después de consultarlo con mi marido, tomamos una decisión: esta Navidad no habrá teléfonos móviles, ni tabletas, ni nada parecido no sólo en la mesa de navidad, sino en todos los días que estaremos visitando a los abuelos paternos.

Sí! A nuestras hijas casi se les salen los ojos cuando les comunicamos nuestra gran idea! «Y qué vamos a hacer las 3 horas de camino a casa de los abuelos? Y cómo vamos a desear feliz navidad a nuestras amigas? Y el estatus de Whatsapp sin actualizar 4 días???»

Pues sí! Sólo llevaremos el teléfono de mi marido para dos cosas: una, por si tenemos un accidente que Dios no lo quiera en la carretera o algún contratiempo, y para llamar por «skype» a los abuelos maternos en México el 25 de diciembre. Tanto mis hijas como yo dejaremos nuestros teléfonos en casa y veremos si sobrevivimos.

Arriesgado? Tal vez! Pero quiero que mis hijas aprendan a disfrutar de una fiesta familiar tan importante como la navidad como lo hacía yo de pequeña. Y no revisando el teléfono cada 5 minutos, chateando, viendo vídeos y jugando mientras que los demás están sentados en la mesa charlando y riendo. Confío en que con nuestro ejemplo, también mi cuñada y mis suegros no saquen sus teléfonos a la hora de cenar 🙂

Estricta? Sí! Pero son sólo 4 días que dedicaremos 100% a la familia, al verdadero sentido de la Navidad y a disfrutar los pequeños detalles sin necesidad de compartirlos con la red.

Después de pasar la Navidad con los abuelos paternos, iremos a Postdam a una exposición de Harry Potter y antes de regresar a casa pasaremos a comer a la casa de los otros abuelos paternos. Así que convivencia total del 24 al 27 de diciembre.

Ya les contaré como nos fue «desconectados» del mundo virtual y «conectados» con el mundo real.

FELIZ NAVIDAD!!!

P.D. Y sí, si tomaremos fotos pero con la cámara de nuestra hija menor que recibió este año de cumpleaños. Eso no puede faltar! 🙂

Nuevos calendarios de adviento

Diciembre llegó más rápido de lo esperado, pero eso no significó que los calendarios de adviento no estuvieran puntuales el 1 de diciembre para ser estrenados. Este año nuestras hijas no quisieron un calendario hecho por su hermana, sino uno que tuviera artículos de higiene y cosméticos. Claro, ya no son niñas sino adolescentes!

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Pero eso no evitó que mamá cuervo les hiciera un nuevo calendario con cajoncitos para pequeñas golosinas. Hace unas semanas vi una película en Netflix llamada Calendario de Adviento que me inspiró a comprar unas casitas con 24 cajoncitos que yo podía decorar a mi gusto. Manos a la obra y después de un par de horas de pintar, pegar piedritas, escribir números y colocar dulces quedaron listísimos para el 1 de diciembre!

Los cajoncitos son muy pequeños y no pude colocar dentro todas las piezas de los nacimientos que hicieron hace dos años pero al menos un par de días encontrarán al borreguito o la estrella, y el día 24 podrán colocar el niño Jesús que está escondido en el último cajón.

Por otro lado, este año le hice un calendario sencillo a mi marido con algunos chocolates y vales «románticos» que colgamos en la ventana de nuestra sala-comedor. Y yo? Pues como ya es tradición, tendré mis dos calendarios hechos por amigas: uno mexicano y otro alemán!

Así que no hay mejor manera de prepararse para la Navidad, que abriendo puertitas, bolsitas o cajones durante los primeros 24 días de diciembre! Qué vivan el Adviento y sus calendarios!

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Y aprovecho para desearles un feliz tiempo de adviento, una Navidad maravillosa y un fin de año lleno de bonitos momentos que nos hagan recordar lo positivo y porqué no, lo no tan positivo de este 2018 que se acaba en un abrir y cerrar de ojos! A disfrutar sus últimos días!

 

Navidad en casa

Desde que vivo en Alemania he pasado 7 navidades en México y el resto en mi segunda patria, pero solo dos en casa ya que normalmente celebramos en casa de mis suegros. Este año las niñas insistieron en celebrar nuevamente en casa, siendo entonces nuestra tercera navidad en casa.

Hace 4 años que celebramos en Stade por última vez, las niñas participaron en la representación del nacimiento de Jesús en la iglesia católica como angelitos. Dado que esa obra es representada por niños pequeños y mis hijas ya son adolescentes, las convencí de participar en la obra que se presenta en la capilla al lado del asilo de ancianos de la ciudad. Al principio no querían, pero creo que al final se sintieron contentas de haber alegrado a los viejitos que las vieron actuando como el emisario real y una mujer de Belén. Fue una obra corta, escrita por los mismos participantes y muy emotiva 🙂

La planeación de la comida no fue cosa sencilla porque aunque no son muchos invitados, éstos se quedan a dormir en casa varios días incluyendo desayuno, comida y cena más dos menús de fiesta 🙂 Como tenemos un hogar bicultural, la Navidad fue una mezcla de tradiciones alemanas y mexicanas que obviamente influyeron en la decisión de los platillos festivos.

Tuve que preparar todo con anticipación porque no me gusta estar cocinando mientras se abren regalos o los invitados esperan en la sala. Así que el 23 no salí de la cocina y gracias a mis ayudantes adolescentes terminé antes de la medianoche 🙂

El 24 de diciembre nos despertamos temprano porque la presentación de nuestras hijas IMG_1533era a las 10 de la mañana. Cuando regresamos a casa ya había llegado mi cuñada y al poco rato llegaron mis suegros. Siguiendo la tradición alemana comimos ensalada de papa y salchichas, nada formal pero muy típico por estos rumbos.

Después nos pusimos guapos porque la merienda ya es parte de la fiesta de navidad. Decoramos la mesa y servimos los pasteles y galletas que habíamos preparado en los últimos días. Hice un pastel llamado «Tronco de Navidad» que pensé que era español y resultó ser de origen francés. Ni hablar, una navidad todavía más internacional! Además había hecho «Fruit cake» y pan de dátil. Merendamos tranquilamente para empezar con la parte más emocionante del día a las 5 de la tarde: abrir los regalos!

Hasta el año pasado nuestras hijas recibían los regalos de «Santa» el 25 de diciembre por la mañana, pero este año decidimos entregarlos a la misma hora que repartimos los regalos de los abuelos. La dinámica es muy sencilla y consiste en que una persona toma un regalo al azar y lo entrega a su destinatario que después de abrirlo tomará el siguiente. Así sucesivamente hasta que se entregan todos los regalos que están colocados debajo del árbol. El momento más emotivo de la tarde fue cuando nuestras hijas recibieron sus nuevos teléfonos celulares y mi suegra recibió de todos nosotros un sobre con dinero para volar en parapente, algo que desea hacer por motivo de su cumpleaños #70 el próximo enero. Se emocionó hasta las lágrimas y nos contagió a todos 😉

Para la cena elegí un menú muy alemán:

  • sopa de champiñones y almendras
  • pato relleno, col morada y Kloße (bolas de papa)
  • tiramisú de frutillas silvestres con Spekulatius (galletas navideñas)

Al terminar de cenar, leímos un texto sobre las tradiciones mexicanas de Navidad que viene en un libro que compré el año pasado a forma de calendario de adviento. Para cada día de diciembre se lee un país diferente y aunque México no toca el día 24, decidimos leerlo este día para que los abuelos conocieran sobre las posadas, buñuelos y los peregrinos.

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Después jugamos un juego que conocí recientemente en una posada con amigas mexicanas y que me pareció muy divertido. Envolví un pequeño regalo en una caja de cartón, y esta a su vez en otra y luego en otra. Y el juego consiste en tirar un dado y quien saque un 6 tiene que ponerse un gorro de Navidad y dos guantes de cocina e intentar abrir el regalo mientras que los demás siguen tirando el dado hasta que otra persona obtenga un 6 para quitar el gorro, los guantes y la caja para seguir intentando llegar al regalo final. Nos reímos mucho y finalmente mi cuñada abrió la última caja que contenía un cojín de «emoji sonriente».

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El día 25 empezó con un desayuno tradicional alemán con panecillos, quesos y embutidos. Mi cuñada tenía que irse para celebrar la navidad con la familia de su novio y no pudo probar el menú navideño muy mexicano que comimos al mediodía:

  • bacalao
  • tamales de cochinita pibil, mole y verdes con frijoles refritos y arroz
  • flan

Todo delicioso! Obviamente yo no hice los tamales, sino que los compré a una chica mexicana que tiene una tienda en Bremen 🙂 Por la tarde fuimos a dar un paseo por la ciudad para tomar un poco de aire y bajar la comida porque todavía faltaba la cena: Raclette! que aunque es una tradición muy alemana, nosotros le agregamos el toque mexicano con frijoles, maíz y tortillas de harina 🙂 ah! y ensalada de manzana 🙂

Definitivamente fue una navidad con mucha comida, muchos regalos y mucha convivencia familiar. Mis suegros se fueron el 26 después de desayunar y por la tarde llegaron mis otros suegros a merendar, pero fue una visita corta y no tuve que cocinar nada especial. Para terminar el día, decidimos ir a cenar a un restaurante italiano sólo nosotros cuatro para cerrar los días festivos en familia.

El fin de año lo celebraremos en casa de unos amigos y el día 6 Victoria festejará su cumpleaños con sus mejores amigas, así que las fiestas no terminan 🙂 Mientras tanto nos preparamos para cerrar el año 2017 reflexionando sobre lo que hicimos y pensando en los nuevos proyectos y viajes que traerá el 2018, pero eso se los cuento en otra ocasión porque esta entrada ya se alargó mucho.

Espero hayan tenido una Navidad muy especial como nosotros y que el niño Jesús haya encontrado un lugarcito en sus hogares y en sus corazones.

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2da posada navideña entre amigas

¿Quién iba a pensar que un encuentro de mexicanas casadas con alemanes resultara en un grupo de amigas que se reúnen dos veces al año para pasar un rato agradable? Una de esas veces es en noviembre, y como está cerca de Navidad hemos logrado organizarlo a forma de posada con piñata, ponche y regalos.

El grupo original nació hace casi dos años en Kassel con 31 mujeres mexicanas que viven en diferentes partes de Alemania, todas casadas con alemanes. Para seguir en contacto, hicimos un grupo en Whatsapp donde 25 seguimos muuuuy conectadas :), mientras que en otro grupo de Facebook seguimos todas. Para la 2da posada realizada el fin de semana pasado, logramos reunirnos 20, una más que en la primera!!! Nada mal, no?

En esta ocasión el punto de encuentro fue Wilnsdorf, cerca de Siegen a una hora de IMG_1196Fráncfort. Y la fecha fue reservada desde hace meses: el sábado 18 de noviembre 🙂 Del norte, somos 6 y en esta ocasión viajaríamos 3 el viernes, y las otras 3 el sábado temprano. Para evitar el tráfico del viernes por la tarde, decidimos salir también temprano y a pesar de que una tuvo que cancelar de último minuto porque su hija se enfermó, una amiga y yo seguimos con el plan y salimos cerca de las 10 en dirección al sur.

Después de casi 4 horas y media llegamos a nuestro destino, donde la anfitriona nos esperaba con un delicioso caldo de camarón al estilo Veracruz. Descansamos un rato para después recoger a otra chica que llegaría en tren desde Basilea, Suiza. Mas tarde cenamos todas las que habíamos llegado el viernes (4) con la anfitriona y una amiga de ella en un restaurante hermoso, una Vinoteca antigua cuya especialidad son los «Flammkuchen», donde pasamos un rato ameno entre juegos, risas, vino y comida.

A las 9, la anfitriona nos llevó al centro de Siegen, de donde partiría un tour nocturno por la ciudad con un guía de la Edad Media. Fue muy divertido e interesante conocer las leyendas de la ciudad, conocer lugares que han hecho historia y aprender que el gran pintor Rubens nació en Siegen 🙂 A pesar de los 0 grados de temperatura, aguantamos vara y nos despedimos de nuestro guía a las 11 de la noche.

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Y llegó el gran día! El sábado desayunamos en una linda cafetería de Siegen llamada Barcelona donde poco a poco fueron agregándose las viajeras que faltaban, ya éramos 18, solo faltaban dos que llegarían mas tarde. Y la sorpresa del día nos la dio una que de último momento se decidió asistir, viajando más de 3 horas sola, dejando a sus 3 pequeños con su papá para regresar a media noche a su casa. Esas son ganas!!! Me dio tanto gusto volver a verla que se me salieron las de cocodrilo 😉

Ya saben cómo son 18 mujeres reunidas, así que el desayuno almuerzo se prolongó hasta las 2 de la tarde y con prisas caminamos a la parte más alta de la ciudad donde se encuentra un castillo-museo, donde una señora mayor nos dio un tour en español por todas sus salas. En el sótano visitamos una mina de hierro, en el primer piso conocimos la historia de la familia Nassau-Oranien y por último, recorrimos el segundo piso dedicado a Rubens donde admiramos algunas de sus obras. Así que no nos podemos quejar, además de la fiesta nuestros encuentros siempre tienen un toque cultural 🙂

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Volvimos rápidamente a casa de la anfitriona para cambiarnos y llegar puntualmente a la misa de 6, donde el párroco nos permitió cantar al final y nos dió su bendición. Acompañadas de la guitarra de una de nosotras, cantamos «Los peces en el río» y «Feliz Navidad». Después nuestra guitarrista cantó a capella una canción que nos hizo llorar, al menos a mí de emoción! Dios permitió que nos conociéramos el año pasado y ha permitido que nos volvamos a encontrar en diferentes ocasiones para consolidar nuestra amistad, recordar nuestro amor a México y sentirnos en familia. Esa familia que tenemos tan lejos se hace presente en cada una de nosotras, apoyando, abrazando y compartiendo momentos inolvidables como éste.

Finalmente llegó la hora de la tan esperada posada en un saloncito que rentamos muy cerca de la casa de la anfitriona donde por cierto durmieron 15 de las invitadas, las otras 5 dormimos en un apartamento vecino. Igual que el año pasado, al llegar unas empezaron a poner la mesa mientras otras cocinaban el postre. Unas sacaban las bebidas y otras organizaban los regalos. Y a eso de las 9 pedimos posada con peregrinos, guitarra, velas y cantos para seguir con la cena que ya esperaba calientita: barbacoa de res, tortillas de maíz, arroz y ensalada. De postre: ponche, flan y capirotada. Para variar, comí de más y mas tarde, sería imposible dormir… pero eso sí: lo comido y lo bailado, quién me lo quita!

Seguimos con el intercambio de regalos y un juego muy divertido que consiste en abrir un gran regalo con guantes de cocina. Nos reímos como nunca! En ninguna posada mexicana puede faltar la piñata, y aquí tuvimos una muy colorida, llena de dulces mexicanos que quebramos como si fuéramos niñas chiquitas.

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Después de despedir a nuestra chica sorpresa que tenía que regresar a casa porque su marido saldría de viaje al día siguiente, abrimos pista y nos pusimos a bailar cumbias, corridos, salsa y sobre todo canciones de nuestra juventud con muchísimo ritmo e injundia…. hasta….

que llegó la policía!!! En ese momento estaba cerca de la grabadora y como no encontré como bajarle al volumen, no quedó más remedio que picarle a algo y la música paró de repente! Algunas ni siquiera se habían dado cuenta de la presencia del policía y me miraban desconcertadas… ups! Algunos vecinos se quejaron del ruido y aunque podíamos seguir la fiesta, tendría que ser sin volumen alto para evitar una multa. Lo más divertido del momento fue ver la cara del policía que supongo no esperaba encontrar tanta belleza latina bailando y los chistes que hicimos después sobre los «stripers» que no lo eran.

Ya era la una y media, así que con el dolor de nuestro corazón empezamos poco a poco a recoger todo. A las 3 ya estaba en cama con un dolor de estómago que me impidió dormir a pesar de estar tan cansada, pero al menos pude dormir un par de horas antes de llegar al almuerzo mexicano que las organizadoras habían preparado: huevos con salsa, tamales y chilaquiles. Ay Dios! A seguir comiendo porque eso no lo ve uno por acá todos los días!

A mediodía empezaron las despedidas y cada una tomó un rumbo diferente a su lugar de residencia: norte, sur, este u oeste. Unas tardarían poco y otras mucho en llegar, pero todas lo harían con las pilas bien cargadas, felices de haber pasado un fin de semana inolvidable y seguras de que habrá una próxima vez. Sí, seguras porque la posada ha quedado institucionalizada y nos reuniremos cada segundo fin de semana de Noviembre a nuestra tradicional posada. Dónde? Eso irá cambiando pero al menos el 2018 ya está decidido: iremos al sur!!!

De nuestro primer encuentro en Kassel, ha seguido la posada en Wolfenbüttel, luego Hamburgo al norte y la segunda posada en Siegen. Habrá que buscar un pretexto para reunirnos la primavera del 2018 antes de la posada en Stuttgart, pero seguro que no tendremos problema porque ya vamos agarrando experiencia y sabemos que estos encuentros son necesarios para nuestra felicidad y salud mental en Alemania, donde la falta de sol nos agüita y el invierno se nos hace eterno. Doy nuevamente gracias a Dios, a los planetas, al destino o a quién haya sido el culpable de haber encontrado un grupo de amigas tan hermoso, alegre y diverso. Cada una de nosotras aporta al grupo su experiencia, virtudes y valores para complementar un círculo de mujeres bellas e inteligentes. Dios las bendiga siempre y las conserve en mi camino como Mariposa Migrante por este país 🙂

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P.D. Y no quiero olvidar un agradecimiento muy especial a la anfitriona y organizadoras por hacer todo esto posible. Gracias, Danke, Thank you!!! Espero el tiempo y esfuerzo dedicados a la organización hayan valido la pena, las invitadas quedaron felices con todos los detalles, dedicación y sorpresas que hicieron de este evento un éxito. GRACIAS!

De tour por los mercados navideños

Este año no solo visité el mercado de Navidad de mi ciudad (Stade) como es costumbre, sino que nos fuimos de tour al este de Alemania para conocer los de Dresden y Berlín. No puedo decir que conozco muchos pero en los últimos años he tenido oportunidad de visitar los del norte de Alemania como Hamburgo y Bremen, y el año pasado el de Magdeburg.

Mucha gente me decía constantemente que en los mercados de Navidad del norte no se venden tantas artesanías como en los del sur y que más bien se concentran en los puestos de comida y bebida. Así que decidí comprobar esta teoría en nuestro tour… y sí! Efectivamente, sobretodo en el de Dresden, venden muchísima artesanía local con todos los materiales que se puedan imaginar: vidrio, metal, cerámica, madera, estambre, encaje, lana, cuero, cristal, etc.

Aprovechando que mi marido tomó unos días de vacaciones previos a la Navidad empezamos el tour el 21 de diciembre en Dresden donde pernoctamos dos noches en un hotel localizado en el corazón de dicha ciudad. Dejamos el coche en el estacionamiento del hotel y recorrimos a pie todo el centro, en el cual se localizaban 5 o 6 mercados de Navidad. Los que mas me gustaron fueron:

  • Striezelmarkt Dresden. Uno de los más antiguos de Alemania que se instaló por primera vez en 1434! Sí, hace 582 años para ser exactos! El de mi ciudad cumple este año apenas su 50. aniversario 🙂  La atracción mas importante de este mercado es su pirámide de casi 15 metros de altura que es la más grande de Europa.Y como nos subimos a la pequeña rueda de la fortuna del mercado pudimos apreciar mejor toda la plaza donde se encuentra:

Lo que más me gusto es que cada puesto del mercado tiene una decoración diferente en la parte de arriba que lo hace único. Aquí les pongo algunos ejemplos:

  • Advent auf dem Neumarkt. Este mercado está localizado en una plaza muy cercana a la iglesia «Frauenkirche» y tiene unos pinos grandísimos decorados con estrellas iluminadas. Aquí nos tomamos el tradicional vino caliente y probamos diferentes platillos que no venden en los mercados que ya conocía. Y como «highlight» de la noche escuchamos a un pianista que tocó piezas maravillosas en su piano iluminado:

  • Traditioneller Weihnachtsmarkt an der Frauenkirche. Este mercado está muy cerca del anterior pero en lugar de instalarse en una plaza, los estands están en las calles contiguas a la Iglesia. Muy acogedor y para no perder la costumbre también aquí nos tomamos algo, pero no el tradicional vino caliente sino un «Feuerzangenbowle» que se sirve con un pedazo de azúcar encendido 🙂

  • Mittelalter- Weihnacht im Stallhof. Mi favorito! Este pequeño mercado es algo espectacular! Como su nombre lo indica, esta situado en la Edad Media y no hay detalle que no cumpla con dicha época: ropa, utensilios, comida, bebida, atmósfera y hasta la moneda a usar, que obviamente es el Euro pero que en el mercado llaman «Taler». Uno se transporta a la Edad Media y ve a los artesanos, cocineros y vendedores en su papel, incluso no pueden andar por ahí con teléfono celular.  100% recomendable!

Y para cerrar con broche de oro nuestra estancia en la bellísima ciudad de Dresden cenamos en un restaurante tradicional en un sótano del centro que se llama «Pulverturm», y donde también la decoración, el vestuario de los meseros y el ambiente es de la Edad Media. Comimos lechón y disfrutamos de una velada inolvidable!

Como estaba planeado el 23 de diciembre lo pasamos en Berlín, justo unos días después del atentado en uno de sus mercados de Navidad y donde fallecieron 12 personas. Desde que estábamos en Dresden notamos el exceso de policía en los mercados y en Berlín había todavía más. Afortunadamente la gente no dejó de asistir a los mercados y encontramos un ambiente tranquilo y alegre en los dos que visitamos:

  • Gendarmenmarkt. Esta situado en el centro de la capital alemana y no es muy grande pero sí muy acogedor. Probamos unas papas a la «Mexiko» y nos tomamos el tradicional ponche navideño. Paseamos por sus estánds y luego visitamos la Puerta de Brandenburgo donde se suponía que habría un pino de Navidad decorado con esferas mexicanas. Vimos el árbol pero no tenía esferas mexicanas sino unas normales y simples. De todas formas nos tomamos la foto del recuerdo y tomamos el metro para dirigirnos a la «Alexanderplatz» donde nos encontraríamos con unos amigos.

  • Alexanderplatz. Este mercado es grandísimo y no lo recorrimos a detalle porque la mayor parte del tiempo la dedicamos a tomar algo con nuestros amigos para ponernos al corriente de nuestras vidas ya que no nos veíamos desde hace 6 años. El «highlight» del día fue subirme al carrusel con mis hijas y mi amiga, algo que no sólo fue divertido sino mágico! Mis hijas también se subieron a la gigantesca rueda de la fortuna y apreciaron el mercado desde las alturas 🙂

Después de 5 horas en Berlín tuvimos que partir ya que nos esperaban a cenar en casa de los abuelos paternos donde pasaríamos la Navidad. Definitivamente este tour por los mercados navideños fue una gran idea y seguro lo repetiremos cada año, siempre buscando nuevos rincones para descubrir más artesanías, probar nuevos sabores y disfrutar los días de Adviento en este ambiente único y muy alemán.

Para mi colección de tazas no podían faltar una de cada mercado visitado. No compré más porque no siempre son bonitas, y éstas si me gustaron mucho:IMG_5213.jpg

Aprovecho para desearles un año nuevo lleno de sorpresas, aventuras y bendiciones!!! Hasta la próxima!

Calendario de adviento entre amigas

Me hubiera gustado haber publicado esta entrada desde principios de diciembre, pero como cuenta con información «sorpresa» para algunas personitas, no quedó mas remedio que postearla hasta después de Navidad. Sorry! De todas formas creo que esta entrada podrá servir de inspiración para muchos de ustedes para el próximo año 😉

Los calendarios de adviento son parte fundamental de la cultura navideña en Alemania, y desde que las niñas estaban en el jardín de niños nunca han faltado en nuestro hogar. Empezamos con los sencillitos de chocolates para luego migrar a los de juguetitos como Playmobil, Monster High o Barbie. Desde el año pasado las niñas hacen uno para su hermana y como pueden ver, las beneficiarias principales de esta mercadotecnia son nuestras hijas. Para no desentonar, Tom y yo nos compramos uno de chocolatitos para también poder abrir una puertita cada mañana.

Pero este año una amiga alemana me invitó a participar en un calendario de adviento entre amigas y como me gustó tanto la idea organicé otro entre mis amigas, así que tuve oportunidad de abrir DOS calendarios de advientos hechos para MI! No sé que disfruté más, si la planeación o abrir los regalos, pero de lo que si estoy segura es de que hasta ahora este año ha tenido el mejor tiempo de adviento en los 14 años que tengo viviendo en este país.

Mi amiga me invitó desde octubre a formar parte de un proyecto el cual no entendí muy bien al principio, después me explicó a detalle y me animé a participar. La idea consiste en contar con 24 participantes más el organizador, de tal forma que cada uno prepara 24 regalitos con un número asignado del 1 al 24. Los regalitos son pequeños detalles y en este caso se nos pidió que de preferencia fuera hecho por uno mismo (selbstgemacht, algo muy alemán) pero no estaba prohibido comprarlo 😉

La organizadora pone una fecha límite para la entrega de los paquetes y dos días después de esa fecha (todo antes del 1 de diciembre), podemos pasar a recoger nuestro «calendario de adviento», que tiene 23 regalitos de las participantes más el de la organizadora que se coloca en el número que nos tocó. A mí me asignaron el número 19, así que entregué 24 paquetitos con el número 19 que la organizadora repartió entre las participantes y para que no me tocara mi mismo número 19, ella colocó SU regalo en el 19. Suena complicado, pero no lo es 🙂

De las participantes solo conozco personalmente a dos de ellas, así que me decidí por una manualidad navideña que encontré en Pinterest: un adornito basado en una veladora eléctrica en forma de monito de nieve.

Hice tres modelos diferentes: con gorrito negro, con gorrito de invierno y con orejeras. Además les coloqué una tarjetita a juego y siguiendo las instrucciones de la organizadora, puse los 24 regalitos en una caja etiquetada con mi nombre y número (19).

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En esa misma caja se me entregaron mis 24 regalitos de regreso, listos para abrirse del 1 al 24 de diciembre:

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La idea me pareció genial y muy original y dado que a finales de noviembre estaba planeada una posada con mis amigas mexicanas que conocí en el encuentro de Kassel, no dudé en preguntarles si estaban interesadas en participar en algo similar. Sólo se apuntaron 20, pero aún así decidimos hacerlo. Asigné los numeritos y esta vez yo sería la organizadora así que tenía oportunidad de regalar algo mas personalizado.

Desde el principio tuve la idea de que fuera algo mexicano y pensé en hacer un pequeño nacimiento, pero no encontré algo rápido y sencillo por lo que descarté la idea. Mmmm, seguía dandole vueltas a la cabeza mientras que hacía unas manualidades navideñas para mi ahijada, y CLICK! Haría algo con fieltro y lentejuelas, ya que de cada paquete siempre me sobra material… pero qué? Finalmente Dios me iluminó y decidí hacer pequeñas piñatas para decorar el pinito, eso sí, con el nombre de cada una de las participantes bordado en ellas.

Me tardé más de lo esperado pero disfruté cada puntada pensando en cada una de mis amigas, en el tiempo que tenemos de conocernos y en el destino que nos ha puesto en el mismo camino. Usé muchos colores y agregué una tarjetita en cada paquete:

No todas las participantes fueron a la posada pero enviaron sus regalitos por correo y con la ayuda de las chicas, hicimos la repartición de cajitas y bolsitas para completar 21 calendarios de adviento. img_4073
Como sólo eran 20 regalitos en este calendario mis hijas decidieron hacer los 4 restantes para completarlo 🙂

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A mis hijas les gustaron mucho las piñatitas y me pidieron una para ellas, así que bordé 4 más para nuestro arbolito de Navidad:

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Al igual que mis hijas, este adviento disfruté abriendo regalitos que alegraron cada uno de los días hasta la llegada de la Navidad! Si les gustó la idea, no duden en ponerla en practica con amigos, familiares o conocidos! Vale la pena, se los aseguro!

Aquí tienen algunas ideas. Cada regalo fue especial y tiene un lugar especial en mi casa o en mi estómago, jiji… porque muchos eran para comer y no quedó mas remedio que consumirlos 🙂

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Creo que no es difícil identificar los regalos de mis amigas mexicanas de los de las alemanas 🙂 Todos bellos, no creen?

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