El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

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Déjà-vu

Seguramente todos conocen esta palabra que describe ese sentimiento de que ya hemos vivido un momento determinado… uno siente como si estuviera en una película y se estuviera repitiendo una escena particular por segunda vez.

Justo así me siento a un año de haber comenzado la pandemia. El año pasado pasamos Pascua en casa y no visitamos a los abuelos paternos porque una de las restricciones más importantes en aquel entonces era -no visitar a los adultos mayores-. No fue tan dramático porque las chicas ya están grandes y esa tradición de buscar huevitos y regalos en el jardín de mis suegros ha pasado a segundo plano. Ya son dos adolescentes y sí buscaron huevitos en nuestro jardín, pero más para la foto que por gusto, jiji.

Vimos los servicios religiosos por televisión, preparamos tarjetas de pascua para los ancianos del asilo de la ciudad y celebramos el domingo de Resurrección en casa solitos. «Pero el próximo año todo será mejor», decíamos….

Mmmmm…. y ya llegó la Semana Santa del 2021! Mejor que la del año pasado? Nada que ver! El mes pasado decidimos de forma espontánea reservar un departamento en la costa del Mar Báltico, aún sabiendo que no hay restaurantes ni comercio abierto, podríamos caminar por la playa y salir de casa por algunos días. Mi marido y yo pedimos el jueves Santo y el martes de la semana de Pascua de vacaciones, para así completar casi una semana fuera de casa.

Ya contábamos los días para que llegaran las esperadas vacaciones y justo la semana pasada, nuestro plan se desvaneció como otros muchos del año pasado. Adicionalmente a los hoteles que ya están cerrados desde hace 6 meses, durante Pascua se prohíbe la estancia como turista en cualquier tipo de alojamiento en todo el país! Así que nos llamaron por teléfono para cancelar nuestra reservación y echar por la borda nuestras vacaciones. No pude evitar llorar de coraje, tristeza, impotencia…

Y así me siento… en un Déjà-vu que parece ser eterno. La decisión de reservar el departamento había llegado después de que se había cancelado el «Stage Week» que originalmente estaba planeado para abril del 2020. Lo habían pospuesto a Octubre del 2020, luego a las vacaciones de Pascua del 2021 y ahora se ha cambiado para Octubre del 2021. Parece chiste, pero es verdad! Una semana de clases de baile, canto y actuación para presentar la obra al final en el teatro de la ciudad con 100 chicos en escena parece que no volverá a ser posible por un buen rato. Como opción dos para que las chicas no se aburrieran durante las vacaciones, las inscribí en un par de campamentos para líderes juveniles que organiza una asociación local. La cancelación llegó hace algunas semanas y por eso habíamos pensado en la opción 3: pasar unos días en la playa.

Pero no, nos quedaremos en casa de jueves a martes porque incluso las excursiones de un día a lugares turísticos cerca de casa están prohibidas. No podemos ir a Cuxhaven al «Watt» (llanura de marea), ni a las playas del Río Elba en Stade, ni de compras a Hamburgo, ni a visitar a los abuelos… deprimente! He pedido un par de rompecabezas de 1000 piezas para matar el tiempo y seguramente pasearemos por el barrio en bicicleta o veremos series en Netflix todo el día en pijamas.

Las chicas fueron a clases presenciales el jueves y viernes de la semana pasada y ahora siguen dos semanas de vacaciones de Pascua. Qué pasará después no lo sabe nadie… quieren seguir con clases presenciales en escenario B (con la mitad del salón), pero todo dependerá del famoso índice de contagio y planean hacer «Tests rápidos» dos veces por semana al personal y alumnado. No me quiero ni imaginar el caos que será hacer tests a 500 alumnos cada tres días. Lo mismo piensan hacer en las primarias, y para los chiquitines de kinder, los padres harán el test en casa. Ese es el plan, pero ya les contaré si al final de cuentas se pone en práctica o sólo queda en una idea loca más de esta pandemia.

El haber ido a la escuela dos días no fue suficiente para levantar el ánimo de nuestras hijas… siguen sin ganas de hacer nada, ni de cambiarse de ropa, ni de salir a tomar aire fresco… ya están hartas de todo! Y cada rato me dicen que no tienen motivación… para qué vestirse? para qué salir? para qué hacer las tareas si los maestros ni las revisan? Quiero llorar al verlas así… nada de lo que les digo les parece bien y no me quiero imaginar como estarán los niños y jóvenes que ya tienen más de un año en «home-schooling» en otros países como México.

Y el panorama no pinta nada bien… aquí los encabezados son alarmistas y pintan la «tercera ola» como la más mortal, la peor, la que saturará todos los hospitales, etc. No hay vacunas para abril y todavía siguen con los mayores de 80 años. Viajar en verano? Nadie quiere planear nada para no perder su dinero otra vez o para que les cancelen en el último minuto. Todo mundo en incertidumbre, sin perspectivas y con miedo, mucho miedo!

Ya veremos que nos depara esta primavera que de entrada empieza mal 😦

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Semana 53 – De compras con cita

Ya cumplimos un año usando mascarilla en lugares públicos y la cuenta continúa…Veremos hasta qué número llegamos con esta forma de vivir que ya tiene harto a más de uno.

Hace dos semanas el gobierno alemán permitió la apertura de algunas tiendas con una serie de condiciones que ni ellos mismos entienden. Todo basado en el «índice de contagio» que aquí parece ser el número más importante hoy en día. La tabla se vería mas o menos así y el mencionado númerito esta indicado en el tercer renglón (unter 50, 50-100)

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Eso sí, la nueva modalidad al menos en nuestro estado Niedersachsen es que se puede visitar una tienda sólo con previa cita. Sí, así como quién va al médico o al peluquero. El año pasado de junio a diciembre, el número de visitantes en cualquier tipo de local estaba limitado y se controlaba con bolsas, canastillas, tarjetitas, etc. Pero parece que ese sistema no les pareció suficientemente seguro y ahora hay que llamar por teléfono o registrarse en internet para poder visitar una tienda, y por supuesto por tiempo limitado.

Era de esperarse que muchas tiendas no quisieran abrir bajo estas circunstancias, así que el centro de nuestra ciudad Stade sigue pareciendo pueblo fantasma. Dos sábados tuve que ir a la óptica para graduarme y recoger los lentes, claro, con cita previa, y pasé de largo por las pocas tiendas de ropa que estaban abiertas. También dejé unos relojes para cambio de batería en una joyería… para eso nos dijeron que no teníamos que hacer cita pero como quiera tuve que esperar casi media hora para entregarlos.

De verdad que no tenía ganas de participar en este circo pero como amenazan con volver a cerrar, decidí hacer una cita para una de las tiendas grandes de la ciudad para que las chicas vieran zapatos y ropa. Yo quería comprar decoración de pascua para la temporada. Llamé por teléfono el viernes y tuve que dar no sólo nuestros nombres completos, sino también la dirección y mi teléfono. El sábado, todas tendríamos que llevar identificaciones para presentarlas a la entrada de la tienda. Como las niñas todavía no tienen carné de identidad, podrían llevar su pasaporte o su tarjeta del seguro médico. Por teléfono se me informó que tendríamos una hora en la tienda, incluyendo el tiempo para pagar. Además, teníamos que llegar 15 minutos antes de la cita para llenar unos formularios a la entrada. Al colgar, no sabía si llorar o reír. Hasta donde hemos llegado con esta pesadilla!

El sábado llegamos puntuales a la tienda y después de llenar los formularios, presentar nuestras identificaciones, desinfectarnos las manos y tomar una canastilla cada una, pudimos entrar para encontrarnos con un espectáculo que no me esperaba: un par de andenes con decoración y ropa de Navidad! Claro, en oferta!

Y la decoración de pascua? Nada! Ni un huevito, ni de chocolate, ni de porcelana, ni para colgar, ni para nada! La ropa y el calzado todavía de invierno, y nada para la nueva temporada de primavera-verano. Cabe señalar que esta tienda no vende por internet y es comprensible que no han querido surtir nada nuevo, si tienen los pasillos todavía llenos. Después de dar algunas vueltas y elegir un par de cositas, pasamos a la caja. Obviamente nos sobró tiempo, pues ni ganas de ver chaquetas, bufandas y botas en plena primavera. Durante nuestra estancia, si vi a 5 parejas/familias a lo largo y ancho de la tienda fueron muchas. Los probadores estaban cerrados y la mercancía estaba desorganizada. Una experiencia desagradable y sin ganas de repetirla.

Después nos fuimos a lo que ya forma parte de nuestra rutina del sábado: las tres al supermercado. Yo con un carrito, y mis hijas con otro. En los últimos meses, esta ha sido la salida de la semana de las chicas, donde pueden ver gente y elegir sus antojos para su tiempo de ocio, que sobra decir que es bastante! Creen que en el supermercado hay control de clientes? Para nada! Parece verbena y cada sábado lo veo más lleno! Eso sí, con mascarilla pero eso de la sana distancia ya ha pasado al olvido. Y mientras tanto el pequeño comercio teniendo que invertir tiempo, papel, dinero y esfuerzo en formularios, citas y demás!

De forma espontánea mientras estábamos en el supermercado, mi hija mayor hizo una cita para otra tienda de ropa en las afueras de la ciudad. Misma preguntadera por teléfono pero si nos dieron una cita para cuando termináramos de hacer la compra. El panorama fue un poco mejor, porque esta tienda si tenía ropa de primavera-verano. Compramos algunas cositas y volvimos a casa cansadas y pensativas sobre lo poco que logramos hacer durante el día. Antes era un buen pasatiempo ir de compras, reservábamos un día para surtir el closet para la nueva temporada, entrábamos al azar en una tienda y en otra, comíamos en un restaurante y seguía el tour hasta el anocher. Ahora? Bueno, ya mejor ni digo nada porque con eso de que parece que volverán a cerrar todo, habrá que esperar a lo que nos depara el verano y el futuro en este tema. Buaaaaa!

Semana 50 – y sigue la pesadilla

En dos semanas cumplimos un año de haber comenzado el primer confinamiento y el uso de mascarilla en lugares públicos. Quién iba a decir que esta pesadilla llegaría para quedarse?

Después de un año las cosas lejos de mejorar, han ido complicándose y todavía no se ve luz al final del túnel. El verano pasado se abrieron los restaurantes y todo parecía mejorar al llegar el otoño. Las clases se reanudaron, la gente podía reunirse con pocas personas y las cifras parecían alentadoras. Pero a principios de noviembre decidieron cerrar restaurantes y hoteles para contener los contagios y antes de Navidad todo el comercio se cerró por completo. Los niños salieron una semana antes de vacaciones y terminó el 2020.

Pero no la pandemia 😦 Hoy empieza marzo y las ciudades lucen vacías, las tiendas permanecen cerradas y sólo los supermercados, farmacias y algunos otros giros “esenciales“ tienen el lujo de abrir sus puertas a determinado número de consumidores con mascarilla.

Las peluquerías y tiendas de plantas abrirán a partir de hoy y durante la semana decidirán el destino del resto. Las escuelas primarias en nuestro estado (Niedersachsen) están abiertas desde enero bajo el escenario B que significa que cada semana o ciertos días va sólo la mitad de los alumnos y se alternan. A partir de 5to año no han vuelto a la escuela este año y siguen en „homeschooling“ por tiempo indefinido. El plan era empezar en escenario B este mes, pero lo pospusieron y confío en que esta semana decidan para cuándo pueden volver a las aulas.

Los restaurantes ya cumplen 4 meses cerrados y sólo pocos tienen entrega de comida a domicilio o para recoger en ventanilla. Pocos hoteles están abiertos y sólo pueden recibir a gente que viaja de trabajo, nada de turistas. Desde noviembre! El comercio en general sigue cerrado y pocas tiendas han creado el concepto de pedir por teléfono y puedes pasar a recogerlo a la puerta. Desgraciadamente la digitalización en Alemania esta en pañales y no todas las tiendas tienen venta en línea, mucho menos las pequeñas. El ganador #1 de esta situación ha sido Amazon obviamente.

Yo cumplo esta semana dos meses en mi nuevo trabajo y no termino de dar gracias a Dios por esta oportunidad. La escuela donde daba clases de español estará cerrada hasta mediados de abril y sinceramente creo que sin mi trabajo ya me hubiera vuelto loca. Gracias gracias gracias! Sigo aprendiendo mucho, poco a poco voy agarrando confianza con el alemán y ya me han asignado mis primeros proyectos. Estoy contenta y espero todo siga así para pasar el período de prueba en verano.

Las chicas ya están desesperadas y piden a gritos volver a la escuela. Sus salidas se limitan a sus citas con el ortodoncista, al supermercado de vez en cuando y a caminar por el vecindario para tomar aire fresco. No se han reunido con nadie desde que empezó el año y la motivación por estudiar es demasiado baja. Aquí el „homeschooling“ en la mayoría de las materias consiste en bajar tareas del internet, realizarlas y devolverlas al servidor. Pocas veces reciben retroalimentación de sus profesores y las videoconferencias son contadas en la semana, la mayoría con problemas técnicos y canceladas a media sesión. Un verdadero desastre!

Desde enero sólo esta permitido reunirse con una persona y en estos dos meses he visitado a algunas amigas, pero siempre de una en una. Ni rosca de reyes, ni reunión por San Valentín o carnaval, nada! Y por lo que parece esto se alargará un par de meses 😦

Y de viajes mejor ni hablamos. No hemos salido a ninguna parte y no hay manera de planear nada. La probabilidad de viajar a México cada vez disminuye más y veo bastante difícil lograr nuestro propósito de visitar a la familia en verano. Alternativa B no tenemos porque no queremos reservar nada para perder nuestro dinero o quedarnos con las ganas.

Aquí el tema de las vacunas es otro desastre y mejor ni escribo al respecto para no derramar más bilis. Las mutaciones del virus se multiplican, las cifras no mejoran y las restricciones parecen eternas. El año 2021 pinta fatal.

Y eso que sigo a huelga de noticias y no leo ni escucho nada que tenga que ver con el virus, las vacunas o la crisis económica. Pero como pueden imaginarse, por los colegas, la familia o los amigos se entera uno de lo principal que he escrito arriba.

Lamento mi tono pesimista pero de momento no tengo otro. Estoy muuuuy preocupada por el ánimo de mis hijas, la situación en México, el no saber cuándo podremos ver a la familia mexicana y por la incertidumbre en general.

Pero bueno, la primavera esta a la vuelta de la esquina y mínimo la naturaleza sigue su ritmo y el panorama se vestirá de verde, con flores por doquier. El clima mejorará y con suerte, para Pascua podremos ir de compras, comer en un restaurante o reunirnos con amigos. Con suerte!

Semana 45 – y seguimos en «Lockdown»

En Alemania, desde principios de noviembre del 2020 están todos los restaurantes cerrados y no se puede pernoctar en hoteles como turista. A mediados de diciembre adicionalmente cerraron todo el comercio para controlar la pandemia. Hasta cuando? Hasta el 31 de enero, dijeron… pero la semana pasada volvieron a extenderla hasta el 14 de febrero. Todo completamente cerrado: museos, teatros, cines, bares, restaurantes, tiendas, mueblerías, peluquerías, actividades deportivas de todo tipo, escuelas, estudios fotográficos y todo lo que no sea «indispensable» para vivir. Por los que se salvan del «lockdown» los supermercados, gasolineras, hospitales, farmacias, ópticas, consultorios médicos y centros de fisioterapia/rehabilitación.

De locos! simplemente un mundo que jamás podría haber imaginado, ni siquiera en la peor de mis pesadillas o en la peor película de ciencia ficción. El ánimo de la gente está por los suelos, mis hijas quieren volver al salón de clases aunque sea con la mitad de sus compañeros, como sucede con los alumnos de primaria en nuestro estado (Niedersachsen), y la vida transcurre como en trance.

Desde hace dos meses estoy en huelga de noticias y me entero de muy poco… ya sea por los grupos de Whatsapp o cuando abro Facebook de vez en cuando en la computadora de casa. No tengo idea de los parámetros económicos y ni quiero saber. Me duele el estómago sólo de pensar en los millones de negocios que no sobrevivirán este cierre temporal, aún y con ayuda del gobierno. Pensar en la situación económica de México me causa migraña.

Doy gracias a Dios (nuevamente) por la oportunidad de trabajo que me envió y que me ha mantenido ocupada desde principios de enero. Estoy 8 horas en una oficina concentrada en aprender el software de la empresa, leyendo manuales de usuario y participando en reuniones virtuales para conocer a los clientes. Hasta ahora todo va bien porque estoy en capacitación y espero cumplir con sus expectativas a pesar de mi alemán que aún no es perfecto. Ya veremos si paso el tiempo de prueba, pero al menos en estas semanas he estado ocupada y poco tiempo me queda para enterarme de la pandemia.

Confiaba en que el año 2021 empezara mejor, pero no…. increíble pensar que hace justamente un año disfrutaba en México con la familia, en restaurantes, reuniones con amigos y salidas a todas partes. El «coronavirus» era un tema lejano y ajeno 😦

Hay rumores de que el «Lockdown» en Alemania podría alargarse hasta Pascua porque las cifras no mejoran y eso simplemente me pone mal… el año pasado de Pascua se alargó a mayo y no fue sino hasta junio que los niños volvieron a la escuela solo por un par de semanas para luego salir de vacaciones de verano que casi todos pasaron aquí. Parece «Deja vu»… será que este año será igual o peor que el anterior? Claro, mucha gente cree que la vacuna será la salvación, pero yo cada día lo dudo más. Entre mutaciones, resistencia del virus, falta de vacunas, desastre de logística, competencia de diferentes productores, efectos secundarios, falta de confianza de la población y muchos temas más, no me quiero ver demasiado pesimista, pero definitivamente no veo ninguna luz al final del túnel… sino mas bien, neblina y mucha incertidumbre.

No pierdo la esperanza de que en verano podamos ir a México pero conforme pasa el tiempo, el plan empieza a tambalearse. En qué momento cambió nuestro diario vivir, nuestro entorno se volvió tan «peligroso», nuestros sueños tan imposibles??? Quiero despertar de esta pesadilla cuanto antes!

Pero no, me pellizco y sé que estoy despierta… que esta pesadilla durará meses o años. Le pido a Dios misericordia para que así como llegó el virus, desaparezca de nuestras vidas. Que pronto podamos volver a abrazarnos, a sonreír, a viajar para ver a los nuestros, a tener perspectivas positivas para el futuro, y a no temer por la salud de propios y extraños. Señor, ten piedad de nosotros!

Accesorio del año (Semana 38)

Increíble, pero ya llevamos 38 semanas usando tapabocas debido a la pandemia del Coronavirus. Empezó en marzo siendo obligatorio en medios de transporte y espacios cerrados, y aunque en verano mejoró un poco la situación y algunas restricciones se eliminaron temporalmente, el cubrebocas siguió siendo parte de nuestro ajuar diario.

Desde noviembre se implementaron nuevas restricciones en Alemania porque el número de casos iba en aumento y ahora el uso de cubrebocas también es obligatorio en escuelas, lugares de trabajo e incluso en zonas peatonales!

¿Quién lo iba a decir?! Este pedazo de tela llegó para quedarse y no veo para cuando volvamos a vivir sin él 😦 Deprimente! No me gusta, no me adapto y me entristece ver las calles del centro de la ciudad con toda la gente enmasacarillada 😦 Nada de sonrisas 😦

Y como bien lo ilustra esta imagen, lo que ya era difícil se ha vuelto imposible! El alemán nunca ha sido mi fuerte pero ahora entender a médicos, dependientes, cajeras y alumnos es una pesadilla! Además, tengo problemas para escuchar y con todo y aparatos no entiendo ni papa!

Pero todo sea por el bienestar de todos y evitar multas, lo uso y ya tengo toda una colección:

  • Cuando empezó todo y no sabíamos cuanto tiempo usaríamos tapabocas, opté por la variable de tela. Compré algunas porque eso de la costura no se me da y tenemos en diferentes modelos y colores.

  • Pero las chicas me pidieron que comprara desechables y ya he perdido la cuenta de todas las que he pedido. Son prácticas y respiro mejor, aunque estoy consciente de la cantidad de basura que estamos generando y en la medida de lo posible, uso de tela.
  • En mi cumpleaños una amiga me regaló una muy mexicana con Frida Kahlo y en ese tiempo compré casualmente otra bordada con motivos mexicanos. Ahora se puede elegir cualquier motivo y mandar imprimir, así que la imaginación no tiene límite!
  • Pensando que los visores tendrían más ventajas en la escuela, cuando las niñas deben usar cubrebocas todo el día, mandé pedir unos que tardaron casi dos meses en llegar. Para cuando llegaron estaba prácticamente prohibido usarlos y siguen empacados.
  • Después llegó el día de muertos en Noviembre y compré otros con calaveras muy mexicanas y que cubren también el cuello por aquello del frío invernal.
  • No puede faltar también el cubrebocas profesional, pero sinceramente no puedo respirar bien con él y esta guardadito.
  • Y por último, combinando con la temporada decembrina no podían faltar los tapabaocas con motivos navideños. En uno de mis calendarios de adviento, venía éste con estrellitas y ya mandé pedir unos más divertidos para tomar la foto navideña 2020 con el accesorio del año!

Ya veremos cuáles se agregan el próximo año a la colección. Pero sinceramente deseo con todo mi corazón que pronto ya no sea necesario usarlos y queden como un mal recuerdo del 2020. Qué año!!!

Semana 33- 2do «lockdown»

Hoy entra en vigor en Alemania el segundo «lockdown», descrito por la canciller Merkel como «suave» o «ligero» porque no incluye al comercio como en el del pasado marzo.

Está planeado sólo para el mes de noviembre, pero sinceramente creo que como sucedió en Marzo, lo irán alargando y alargando porque el panorama no es nada alentador. Aunque todavía no están llenos los hospitales ni el número de muertos es parecido al de marzo, se están preparando para cifras peores 😦

¿Qué estará cerrado?

  • Restaurantes, bares y discotecas
  • Gimnasios, lugares de masajes, piscinas, estudios cosméticos, etc
  • Hoteles para turistas
  • Museos, cines, salas de conciertos, parques de diversiones

Queda prohibido:

  • realizar actividades deportivas en grupo
  • reunirse más de dos familias (máx. 10 personas)

Así que a nivel personal en el mes de noviembre, se cancelan:

  • las clases semanales de ballet y hip hop de las chicas
  • reunión semanal con el grupo de tiro de mi marido
  • mis cursos de español en la VHS
  • la reunión anual con amigas mexicanas
  • las actividades de scouts y grupos juveniles

Curiosamente esta semana se publica el libro digital «Migrantes en cuarentena» que incluye algo que escribí en mayo: «Mis sentimientos en tiempos de Coronavirus». Ahora mis sentimientos son los mismos pero elevados a la 5ta potencia. Sigo molesta, preocupada y estresada.

A diferencia del «lockdown» de marzo, cuando apenas empezaba la primavera, esta vez toca en otoño cuando los días se vuelven más cortos, grises y fríos. Ahora no será posible hacer muchas actividades al aire libre y el estado de ánimo de la gente va a la baja 😦

De momento las escuelas permanecen abiertas pero ya hay planes de nuevas restricciones dependiendo del número de casos en cada ciudad. En nuestro estado Bajo Sajonia, en donde haya más de 50 casos por 100,000 habitantes será obligatorio el uso de mascarilla en clase, y si hay 100 casos se volverá al plan de reducir los grupos a la mitad, tomando clases una mitad mientras la otra se queda en casa y alternando por semana.

¿Qué pasará con la navidad? No quiero sonar demasiado pesimista, pero seguramente será una navidad muy triste y solitaria. Sólo con la familia sin mercados de navidad, ni fiestas con amigos o colegas, ni misa con la tradicional representación del nacimiento de Jesús.

Así que no me queda más que estar agradecida por los 47 años que viví a.C. (antes del Corona) y que disfruté tanto entre viajes, fiestas y reuniones familiares. Gracias porque mis hijas disfrutaron una niñez llena de tradiciones, vacaciones y festividades. Claro que d.C. (después del Corona) algún día volveremos a viajar, a celebrar con amigos y familiares y a reírnos de este mal año que nos tocó vivir. Pero definitivamente no será igual…

Las tiendas siguen abiertas pero ni ganas de salir a comprar, para qué? La crisis económica que se ve venir no tendrá precedente y más vale ahorrar para el futuro. Me da mucho pesar que tantos negocios como restaurantes y museos tengan que permanecer cerrados después de haber invertido tanto para cumplir con las reglas de «sana distancia» e higiene. Ya veremos cuantos sobreviven este segundo «lockdown» 😦

En mi caso me podré a hacer ejercicio en casa y a estudiar alemán para mejorar mi escritura en este idioma que todavía no domino. ¿Para qué? A pues sigue pendiente la entrada de continuación al «Cuando se cierra una puerta…», pero la próxima semana les cuento…

Cuidense mucho y ya veremos que novedades trae esta semana con las elecciones en Estados Unidos 🙂

Semana 28 – Nueva normalidad

Ya se cumplieron 6 meses de «pandemia», de «tiempo de corona», o de usar mascarilla a diario para entrar a un supermercado, subirse al autobús o viajar en tren. Qué rápido, no?

Parece que fue ayer que anunciaron el cierre de escuelas y tiendas, y empezó la cancelación de eventos, fiestas y viajes. Pero no, ya son 6 meses con nuevas reglas, restricciones y muuuuuchos cambios.

Desde finales de agosto nuestras hijas comenzaron las clases presenciales y se puede decir, que es «casi normal». Los cambios:

  • Uso de mascarilla en pasillos, durante las pausas… durante las clases, no.
  • Entradas y salidas específicas para cada grupo
  • Clase de deportes limitada
  • Nada de eventos, conciertos, etc.
  • Uso de la cafetería restringido a los alumnos que tienen clases vespertinas

La semana pasada fui a la escuela para hablar con una profesora y llegué a la hora de la pausa. En el patio donde normalmente los alumnos corrían de un lado para otro, jugaban fútbol o ping pong, gritaban o platicaban, sólo se veían grupitos de alumnos en círculos, todos con mascarilla, casi sin hablar… no tomé foto por aquello de la privacidad, pero la imagen se me quedará grabada para siempre: parecía de película de ciencia ficción. Muy triste 😦

A principios de septiembre empezaron mis cursos de español y también hay algunos cambios:

  • En lugar de acomodar las mesas en forma de U, están acomodadas como en la escuela primaria.
  • Uso de mascarilla solo en pasillos y al entrar al salón, durante las clases no.
  • Evito hacer actividades de grupo o pareja, pero para aprender un idioma es importante hablar, así que con distancia entre ellos, algunas veces si los pongo a conversar.
  • Dependiendo del tamaño del salón, hay un límite determinado de alumnos.
  • Los alumnos tienen que ocupar el mismo lugar durante el semestre y yo tengo que tener el plan de cómo están sentados.

Tratamos de volver a la normalidad, pero creo que ya nada volverá a ser igual. El uso de mascarilla continuará al menos durante el invierno y aunque poco a poco vuelve el público a teatros, estadios y cines, sólo se permite un número limitado y se ve todo medio vacío 😦

Faltan tres meses para navidad pero ya empieza a hablarse de los mercados de navidad, habrá o no? Para mí es casi imposible imaginarme el invierno sin mercado de navidad, y al menos en nuestro Estado Niedersachsen están considerando abrirlos con restricciones: mucha distancia entre los puestos, venta limitada de alcohol, entradas y salidas determinadas, etc.

Por otro lado el aumento de contagios va en aumento, pero no el número de pacientes hospitalizados. Así que habrá que esperar como se van viendo las cifras en las siguientes semanas, porque de ellas dependerá si el adviento tiene algo de toque navideño, o si como en verano, nos tocará pasarlo en casita sin salir 😦

Cuídense mucho y aquí les voy contando las novedades por estos rumbos!

De vuelta a clases!

Después de seis semanas de vacaciones escolares, hoy regresaron a la escuela nuestras hijas. Empiezan las clases 9 y 10 que corresponderían a tercero de secundaria y primero de prepa/bachillerato en México! Ya viéndolo así me parecen grandísimas!!!

Hace unos días recibimos un par de documentos de la escuela para explicar todos los procedimientos y nuevas reglas en la escuela para cumplir con las normas de higiene con esto de la pandemia. Aquí las resumo para que sepan un poco como se ha preparado nuestra escuela en particular para este año escolar.

Recuerden que vivo en el estado de Baja Sajonia y que las reglas pueden cambiar de estado a estado. También de escuela a escuela, mis hijas están en una secundaria donde hay más de 1000 alumnos desde 5to hasta 13o.

  • TODOS los alumnos vuelven a clases. Sólo aquellos en grupo de riesgo pueden quedarse en casa.
  • El uso de cubrebocas es obligatorio en pasillos, baños, pausas, etc. pero no en el salón de clases.
  • Cada grado tiene salones asignados en un edificio en particular, que a su vez cuentan con una entrada y una salida determinadas. De igual forma, tendrán su recreo muy cerca del edificio para evitar mezclar alumnos de un grado con otro. Obviamente no tienen 9 edificios diferentes, por lo que algunos grados comparten edificio, pero no espacio de recreo.
  • Todos los alumnos entran a la misma hora porque el servicio de transporte no es tan flexible para permitir diferentes horarios de inicio de clases.
  • Los alumnos permanecerán en su salón en todas las materias, por lo que no harán uso de los laboratorios de física y química, salón de música o arte.
  • En la clase de deporte solo practicarán los deportes donde sea posible mantener la distancia, etc. También los ensayos de la orquesta y grupos de música siguen lineamientos estrictos.
  • No se ofrecerán de momento «AGs» que son clases extracurriculares para evitar la mezcla de alumnos de diferentes grados. Sólo 5to y 6to pueden quedarse después de clases si sus padres trabajan (Hausaufgabenbetreuung)
  • La cafetería solo ofrecerá platillos fríos a los alumnos de 5to y 6to y aquellos alumnos de grados superiores que tengan clases después del mediodía.
  • Alumnos con fiebre o síntomas de gripe deben quedarse en casa.
  • Aquellos que han regresado de vacaciones de un «país de riesgo» deben hacerse la prueba antes de volver a clases.
  • Los visitantes a la escuela deben dirigirse a la recepción para dejar sus datos de contacto, usar mascarilla todo el tiempo y mantener la «sana distancia» de 1.5 metros

En cuanto a las reglas de higiene, se mantienen las que tenían antes de las vacaciones:

  • Hay desinfectante en diferentes lugares de la escuela
  • Deben sentarse siempre en el mismo lugar en el salón de clases
  • Las puertas del salón permanecen abiertas
  • Hay que ventilar el salón cada hora
  • No se prestan útiles escolares
  • Nada de abrazos ni saludos afectuosos
  • Distancia de 1.5 metros cuando sea posible o uso de mascarilla (fuera del salón de clases)

Así que las chicas se han preparado para este primer día de clases y confío que poco a poco vuelva todo a la normalidad. Sería terrible que cerraran nuevamente la escuela o volvieran a «homeschooling» que sinceramente no fue muy provechoso que digamos.

Ya les iré contando como evoluciona el ciclo escolar y si hay cambios o novedades! Cuídense mucho y seguimos por aquí!

Semana 22- Quiero despertar

Ya son cinco meses viviendo en esta pesadilla llamada coronavirus… fue un 13 de marzo cuando decidieron cerrar las escuelas y pocos días después cerraron tiendas y restaurantes. Al poco tiempo también cerraron las fronteras y poco a poco la gente fue cancelando eventos, fiestas, viajes, paseos, etc. Desde entonces debemos usar mascarilla en lugares públicos y comencé a contar las semanas que ya completan una veintena.

Cuando parecía que todo volvía a la normalidad, empieza a aumentar el número de contagios en Europa, y en América las cifras no son nada alentadoras. Esto ya parece la historia sin fin y creo que en los próximos meses las cosas no mejorarán.

La semana pasada estuvimos de vacaciones en la región vitivinícola del río Rin y fue muy triste observar que los restaurantes y tiendas estuvieran vacíos. De regreso a casa tomamos el tren y a pesar de ser temporada alta el tren también venía casi vacío. Deprimente 😦

Quiero mi mundo de vuelta, ese del 2019 sin coronavirus, mascarilla, cuarentena, miedo ni sana distancia.

Quiero mi mundo caótico, lleno de turistas por doquier. Japoneses tomando fotos, latinos probando cervezas alemanas, europeos disfrutando Cancun, australianos visitando safaris africanos!

Quiero mi mundo lleno de gente con niños corriendo en las calles y parques, grupo de jóvenes paseando por centros comerciales, ejecutivos visitando congresos internacionales.

Quiero mi mundo goloso con restaurantes llenos y bares a reventar. Con risas, bandas en vivo, copas brindando y porqué no, uno que otro borracho armando trifulca.

Quiero mi mundo desvelado con discotecas que no cierran, donde jóvenes bailan y se divierten hasta el amanecer.

Quiero mi mundo sudoroso con deportistas en gimnasios, carreras, competencias y partidos de todo tipo. Y también quiero el público que aplaude, brinca y se emociona con cada gol, medalla y logro alcanzado.

Quiero mi mundo con el cielo tapizado de aviones que llevan gente de un lado a otro, sea por negocios, vacaciones, visitas familiares, intercambios estudiantiles y mil razones más.

Quiero mi mundo consumista con tiendas llenas de gente probando nuevas prendas, escogiendo muebles o electrodomésticos, autos o bicicletas.

Quiero mi mundo fanático que asistía a estadios para apoyar a su equipo favorito, que hacía la ola y portaba la camiseta con orgullo.

Quiero mi mundo ruidoso donde la música no paraba en conciertos de todo tipo. Desde música clásica hasta rock, con cantantes famosos y otros en camino al estrellato, con el público coreando, con encendedores, aplausos y gritos de emoción.

Quiero mi mundo impaciente que esperaba haciendo filas en parques temáticos, cines y festivales. Para cruzar una frontera o para tomar un avión en el aeropuerto.

Quiero mi mundo loco por el arte, por conocer iglesias, museos y ruinas en todo el mundo. Por visitar exposiciones de fotografía, pintura, escultura o conocer libros nuevos a través de sus autores.

Quiero mi mundo creyente en tantas religiones que visitaba iglesias, mezquitas y templos alrededor del mundo. Con tantas peregrinaciones, celebraciones religiosas y eventos para unir comunidades en oración.

Quiero mi mundo trabajador que producía, construía y generaba trabajo para millones de personas que sostienen familias grandes y pequeñas. Ese mundo que no imaginaba que un virus pudiera poner su trabajo o negocio en riesgo.

Quiero mi mundo fiestero que no necesitaba razón específica para organizar una reunión, carne asada o fiesta. Quiero que la gente vuelva a celebrar bodas, bautizos, aniversarios con amigos y familiares. Que se celebre la fiesta de la cerveza, del tomate y del carnaval! Aquí, allá y más allá!

Quiero un mundo sin tanto desinfectante ni mascarilla para volver a ver sonrisas y escuchar con claridad lo que la gente me dice.

Quiero que alguien me pellizque y así despertar de una buena vez de esta pesadilla que se llevó mi mundo imperfecto pero con esperanza.

Quiero que alguien devuelva la cinta al punto donde estaba el primer contagio y evitar toda esta pandemia que parece no tener fin y que desencadenará consecuencias económicas, políticas y sociales sin precedentes 😦

Sueno pesimista? Si, pero necesito desahogarme para no enloquecer. Sé que no puedo devolver el tiempo y que nuestro mundo no volverá a ser el mismo que antes. Doy gracias a Dios por haberme permitido vivir 46 buenos años antes del coronavirus, en el cual viajé sin preocupaciones, conocí lugares increíbles y disfruté la vida sin restricciones ni cuarentena.

Ya veremos como nos va con el inicio de clases, con los mercados navideños y con lo que falta del año. Y yo que pensé que el 2020 sería un año extraordinario por su número y vaya que lo está siendo!

Semana 17 – Cumpleaños

La semana pasada fue de cumpleaños doble, empezó el lunes con mi cumpleaños y terminó el domingo con el de nuestra hija menor que ya cumplió 14 años!

Como les había comentado, ya es posible reunirse con amigos, así que el lunes fui a desayunar con unas amigas de Hamburgo y por la tarde vinieron otras amigas a merendar en dos diferentes horarios para no coincidir muchas a la vez. Estuvo lloviendo todo el día, así que no fue posible sentarse afuera pero de todas formas la pasé muy bien.

También recibí muchas felicitaciones escritas y llamadas telefónicas. Mi marido tuvo que salir de viaje, así que fui a comer con mis hijas a la ciudad. La semana siguió con mucha lluvia y frío (14 grados de máxima) por lo que decidí posponer mi reunión del viernes para la próxima semana. Espero el clima mejore y se vuelva a sentir un poco el verano.

El domingo cumplió 14 nuestra princesa menor y nos fuimos de paseo a Bremerhaven, una ciudad a una hora y media de casa que es puerto y tiene muchas atracciones. Entre ellas un zoológico marino que teníamos muchos años de no visitar.

Así conocimos a las nuevas integrantes del lugar: dos oseznas polares a las que bautizaron con los nombres de Ana y Elsa. Además vimos focas, pingüinos y muchos peces.

El clima estuvo agradable y llegamos a los 20 grados con cielo despejado a ratos. Fue un día lindo y el próximo fin de semana invitará a unas amigas para ver películas y hacer una pijamada.

En cuanto a la pandemia, la vida poco a poco vuelve a la normalidad y el miércoles empiezan las vacaciones escolares, por lo que mucha gente empieza a planear salir aunque sea aquí mismo en Alemania. En nuestro caso nos quedaremos en casa y haremos pequeños viajes a lugares cercanos para visitar a la familia o amistades.

A partir del 13 de julio es posible (en Niedersachsen):

  • hacer viajes escolares con un máximo de 50 alumnos
  • partidos deportivos hasta con un máximo de 30 jugadores
  • eventos con un máximo de 500 personas
  • los asilos pueden regular las visitas
  • la sana distancia de 1.5 metros y el uso de cubrebocas en lugares cerrados sigue

El ministerio de educación ha planteado tres posibles escenarios para el regreso a clases a finales de agosto que va desde clases normales hasta grupos separados combinando clases presenciales con «home-schooling». La decisión final se tomará una o dos semanas antes de entrar a clases dependiendo del número de casos en el Estado. A como van las cosas confío en clases normales, pero habrá que esperar a que vuelvan los vacacionistas 🙂

Desgraciadamente la situación en el continente americano no es tan buena como aquí y espero pronto puedan tener mejores noticias 🙂 A seguirse cuidando!

 

Semana 15 – Autocine y mucho calor!

La semana pasada fui con una amiga a una función especial organizada por el grupo de «Landfrauen» al que pertenezco al Autocine instalado en Stade. La película sería una sorpresa, y la sorpresa fue que proyectaron una de las pocas películas que he visto ya dos veces: Hidden Figures, sobre algunas mujeres afroamericanas que trabajaron en la NASA en los 60s. No me gusta ver dos o más veces una película, pero hace unas semanas me pareció interesante que nuestras hijas vieran lo difícil que es ser afroamericano en EEUU (por el caso reciente de G. Floyd).

En fin, la película es buena y no me quedó más remedio que verla por tercera vez. Ahora desde el auto en una pantalla gigante al aire libre. Llevamos bebidas y botanas y la pasamos muy bien.

 

Toda la semana hizo mucho calor, pasamos incluso los 30 grados que para el norte de Alemania es algo poco común. Y ahora entiendo lo difícil que debe ser llevar cubrebocas en mi querida ciudad natal Monterrey, donde 30 grados en estos meses es considerado «fresco». Qué incomodidad estar sudando y llevar mascarilla, y en estas situaciones creo que cualquier material es terrible!

Para mitigar un poco el calor, decidimos visitar a mis suegros que tienen una piscina en su jardín y en la cual no hay que hacer reservación ni guardar distancia entre las personas 😉 La pasamos genial y mis suegros estuvieron muy contentos con la visita. El plan es volver en agosto para aprovechar el viaje y visitar Berlín que no queda lejos.

Esta semana no hay muchos cambios en las restricciones y la próxima semana anunciarán los siguientes cambios que espero incluyan buenas noticias sobretodo ahora que empiezan las vacaciones y el verano 🙂

Se acaba junio y la pendemia no cede 😦 De todas formas les deseo una feliz semana y hasta la próxima!

 

Semana 14- Warn-App y Automisa

Una semana más en este tiempo de Coronavirus que no parece terminar, sobretodo si volteamos a ver al continente americano, donde los casos de contagio y defunciones siguen en aumento. Cómo me decía mi hermano ayer, parece increíble que aquí todo vuelva a la normalidad mientras que del otro lado del mundo los números siguen subiendo y no se ve la luz al final del túnel como acá.

La semana pasada estuvo marcada por el lanzamiento de la tan esperada APP que podrá monitorear la propagación del virus a través de nuestros teléfonos móviles. La aplicación se diseñó para identificar las cadenas de infección del coronavirus, pero esta solo funciona en Alemania y desafortunadamente aún no en toda la UE.

La aplicación, llamada Corona-Warn, notifica a los usuarios si por 15 minutos o más estuvieron a menos de tres metros de alguien que en los 14 días posteriores al contacto dé positivo en un test de COVID-19. Para ello utiliza Bluetooth en lugar de tecnologías de geolocalización.

La Corona-Warn calcula a través de un algoritmo el riesgo de infección del usuario y aconseja qué medidas de protección emprender. Por ejemplo, aislarse en casa y solicitar un test de COVID-19. Sin embargo, la puntuación del usuario en la escala de riesgo no es visible para nadie más y no quedan guardados el lugar y la hora en que se produjeron los encuentros. (Fuente: DW Español)

Yo la instalé sin problema y no creo en las teorías de conspiración que dicen que es una forma más de controlarnos. Por el contrario, creo que es nuestro deber ciudadano colaborar en este tipo de medidas para aportar datos que faciliten la toma de decisiones. El virus no desaparecerá con el uso de dicha aplicación, pero es una manera de saber si hemos estado cerca de alguien contagiado y tomar medidas rápidas para evitar la propagación. Ya veremos si funciona, porque por ahí leí también que para que se obtengan datos fiables al menos 50 millones de personas tendrían que usarla 🙂

Desde hace unas semanas ya es posible asistir a misa en mi ciudad pero hay que registrarse previamente para no sobrepasar el límite máximo de asistentes, usar mascarilla y no cantar. La verdad que no me dan ganas de ir y volveré cuando sea como antes. Para el domingo estaba planeada un servicio religioso ecuménico que como cada año se celebra en los días de la feria del pueblo. La feria fue cancelada por el Coronavirus y obviamente el servicio religioso también, a pesar de que se realizaba al aire libre.

Como alternativa, organizaron una Automisa en el terreno donde desde hace unas semanas se proyectan películas, realizan conciertos y obras de teatro mientras que el público permanece en su auto. Por curiosidad fui con mi hija menor y debo admitir que no estuvo tan mal. Pudimos cantar, escuchar al sacerdote católico y el pastor evangélico a través de una estación de radio y saludar a otros fieles. Original, no? Fue un evento único y espero pronto volver a la iglesia en comunidad y sin tantas restricciones.

A partir de esta semana en nuestro Estado Niedersachsen esta permitido:

  • tomar clases de deporte en las escuelas
  • realizar reuniones con 10 personas, incluyendo picnics o asados
  • abrir saunas, cines, teatros y salas de concierto con restricciones
  • actividades deportivas con un máximo de 50 personas de público
  • abrir al 100% los hoteles

El próximo miércoles asisto con una amiga al autocine y pronostican mucho calor para el fin de semana, así que esperamos poder visitar a mis suegros para disfrutar de la piscina sin restricciones 🙂

Feliz semana!

 

Semana 13 – Todos a clases!

Finalmente la pequeña también pudo ir a la escuela la semana pasada y ver a la mitad de sus compañeros de clase. Para la mayor fue su segunda semana y yo feliz de volver un poco a mi rutina donde por las mañanas estoy sola en casa.

Esta semana les toca quedarse en casa nuevamente para que la otra mitad del salón pueda asistir, pero el hecho de que asistan al menos cada dos semanas ha cambiado su estado de ánimo 🙂

Escuchando a otras mamás en otros Estados me considero afortunada porque mis hijas van en horario normal de 8 de la mañana a la 1:30 de la tarde de lunes a viernes. En otras secundarias sólo van algunas horas por semana y en la primarias ni se diga, ahí el horario es aún más limitado!

Hoy lunes vuelven a clases en Niedersachsen la primera, 5ta y 6ta clase, con lo que oficialmente todos los niveles de primaria y secundaria están en clases, aunque como he dicho a medias porque sólo van una semana sí y otra no. Por ejemplo la escuela de nuestras hijas tiene aprox. 1000 alumnos, por lo que a partir de hoy ya estará a media capacidad.

Este año las vacaciones de verano comienzan el 16 de julio, así que todavía quedan un par de semanas de clases. He escuchado que todos los niños de jardín volverán el día 22 de junio, aunque no estoy segura si también con horarios limitados.

En mi caso, ya estoy al 100 con mis cursos de español y aunque no todos los alumnos siguieron, yo tengo mi horario normal ya sea presencial o en línea. No me puedo quejar, los cursos se alargaron para cubrir las horas perdidas y terminaré a mediados de julio.

Planes para el verano? Aún no. Es un hecho que nos quedaremos en Alemania, y quizá visitemos a mis suegros o alguna ciudad cercana para no aburrirnos, pero también ando buscando otras alternativas de cursos de verano, aunque sean virtuales para aprovechar el tiempo. Ya les contaré.

 

Semana 12 – Baile y playa

Ya cumplimos prácticamente tres meses con restricciones en nuestra vida diaria en Alemania debido al Coronavirus. Poco a poco vamos volviendo a la rutina pero falta mucho para poder decir que ya estamos como antes del Covid. A veces pienso que nunca volveremos a vivir como lo hicimos antes de esta pandemia 😦

La semana pasada empezaron las clases de baile de nuestras hijas. Una toma clases de ballet y la pequeña de hiphop. Las reglas son muchísimas, muy parecidas a las de la escuela pero no importa! Mis hijas felices de volver a bailar.

Primero que nada, las clases son sólo para mayores de 8 años, para las chiquitinas es muy difícil eso de guardar distancia y además, las alumnas no pueden llevar acompañante, así que sin mamá es difícil dejar a una peque de 4 años en la puerta del edificio. Tienen que llegar vestidas porque no hay vestidores abiertos, sólo se cambian los zapatos y directo a clase. Nada de llegar muy temprano, porque no hay lugar para esperar a que empiece la clase.

Los grupos se redujeron a 8 alumnas para poder guardar la distancia entre ellas y por lo mismo cambiaron un poco los horarios de clase. El uso de cubrebocas es obligatorio en pasillos pero no en el salón donde bailan.

También mi marido empezó con la práctica de tiro que también había sido suspendida desde marzo. Las reglas son similares y también esta feliz de volver a ver a sus cuates los viernes por la noche.

El fin de semana me fui con unas amigas a la playa! Una de ellas tiene un departamento en la costa del Mar Báltico y acostumbramos tomarnos un respiro de vez en cuando. La fecha estaba establecida antes de que llegara el Covid a nuestras vidas y tuvimos suerte de que no hubo necesidad de cambiarla.

En general hubo pocas diferencias a otras veces. Había mucha gente y el clima estuvo variando entre horas de sol, chubascos, viento y nubes. Tomamos café en el malecón, caminamos por la playa y cargamos pilas entre pláticas, películas y chistes.

Las reglas de distancia siguen en todas partes pero al menos los restaurantes ya no tienen restricciones en ocupación. Las canastas de playa (Strandkörbe) siempre han estado separadas, así que la vista no ha cambiado:

 

En nuestro Estado Niedersachen, a partir de hoy es posible:

  • visitar bares y albercas
  • los hoteles pueden estar a 80% de su capacidad
  • celebrar bodas, funerales y bautizos hasta con 50 invitados
  • asistir a eventos culturales al aire libre hasta con 250 personas
  • viajar en autobuses turísticos
  • usar duchas y vestidores en gimnasios y clubs deportivos

Pero no se puede cantar victoria porque por ejemplo en Göttingen han cerrado otra vez escuelas y lugares públicos por un aumento en casos de Covid. Así que poco a poco pero con cautela…

 

 

 

 

De grande quiero ser…

¿Quién no ha dicho esta frase alguna vez? Incluso de nuestros hijos muchas veces la escuchamos: «De grande quiero ser policía, astronauta o modelo». Sinceramente yo no recuerdo qué dije cuando estaba pequeña, pero seguramente lo normal para la época y mi edad. Y no, no me convertí en policía ni astronauta pero hoy digo con frecuencia la frase:

«De grande quiero ser como Regina».

¿Y quién es Regina? Pues una mujer muy especial que conocí hace 5 años en mi curso de español avanzado. Con el paso del tiempo nació una linda amistad y además de verla en mi curso, nos encontramos en su casa o en la mía para tomar té de vez en cuando.

Actualmente tiene 82 años, es soltera y vive sola en una casa con jardín a las afueras de la ciudad donde vivo. Era profesora de biología y trabajó un año en una escuela de monjas en Ecuador donde perfeccionó su español.

Cada vez que nos reunimos, aprendo muchísimo de su vida, discutimos temas de actualidad (en español o alemán) y reímos mucho. Y siempre cuando me despido pienso lo mismo: Cuando tenga 82 años quiero tener la vitalidad, el optimismo y la memoria de Regina.

Con esto de la pandemia no ha habido clases de español y le llamé varias veces para saber si quería que le hiciera la compra o le ayudara en algo, a lo que siempre me contestó que no, porque su única salida era ir al supermercado. Todavía conduce! En cambio, me invitó a merendar en repetidas ocasiones a lo cual accedí siempre gustosa. En este tiempo hemos conversado mucho y la amistad se ha fortalecido.

Hablando de teléfonos celulares y que hubiera querido comprar uno para su viaje planeado a Sudamerica en Abril, el cual desgraciadamente fue cancelado por el Coronavirus, le pregunté que si quería que la acompañara a comprar uno. Nos pusimos de acuerdo y fuimos a una tienda de electrodomésticos a escoger uno adecuado para ella.

Eligió uno con teclas grandes y tres teclas con números de emergencia. Sale mucho a caminar al bosque que queda cerca de su casa y quiere estar segura de poder llamar a alguien en caso de sentirse mal. Según el médico necesita un marcapasos pero ella no se decide a ponérselo. Ella leyó todo el manual solita y yo fui la primera persona a la que llamó para probar su funcionamiento.

En la siguiente reunión le agregué los tres números de emergencia (uno de ellos es el mío), cambié los tonos musicales y otros detallitos. Al final me dijo algo que me sacudió: «Gracias por ofrecerte a acompañarme a comprarlo, hasta ahora nadie lo había hecho». Y así son los alemanes mayores, no piden ayuda y ahora me queda claro que le debo preguntar en el futuro. A mí no me da pena 🙂

Cuando voy a su casa, siempre decora la mesa con flores, busca un té que me guste y prepara algo rico para merendar: crepas, pastel o como la última vez: fondue de chocolate con frutas. Disfruté tanto verla comer el chocolate, porque me comentó que hacía años que no lo hacía y parecía una niña pequeña comiendo su postre favorito.

Hace unas semanas hicimos una excursión a Osten, un pequeño pueblo donde se encuentra un «ferry colgante»y que ella tenía ganas de volver a visitar. El clima estuvo espectacular y después de subir al ferry, recorrimos el pueblo a pie y comimos en un café. Era la primera vez que pasábamos tantas horas juntas y fue realmente maravilloso. Pueden imaginarse escuchar frases como: «Qué suerte tuvimos con el clima», «mira esas florecitas entre las piedras», «escuchas X o Y pájaro? Lindo, no?», «Con todas estas hierbas podría hacerme una buena ensalada», «Qué bueno que pudiste acompañarme a pasear por aquí», «Y mira esas nubes, no son hermosas?». Así todo el tiempo!

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Charlamos sobre todo tipo de temas, excepto el Coronavirus que ya nos tiene bastante hartas. Me contó de sus abuelos, de su tiempo en Ecuador y Salamanca, de su hermano mayor y del origen de su nombre. Cambiamos de alemán a español varias veces y como siempre, me contó un montón de cosas de aves, plantas y biología 🙂 Al regreso, me invitó a comer helado en su jardín y me enseñó algunas fotos de su estancia en Lacatunga, Ecuador. Como era costumbre, ella solo sale en unas cuantas fotos pero fueron suficientes para darme cuenta que desde entonces ya era una persona cariñosa, alegre y espontánea.

A pesar de vivir sola siempre tiene una sonrisa en la boca, disfruta cada detalle de la naturaleza, aprecia lo que tiene y busca el lado positivo de las cosas. Increíble, no? Recientemente me ha dicho que le gustaría ir a Costa Rica porque vio una oferta en un catálogo y como su viaje en el barco de expedición se canceló, anda viendo nuevas opciones. Ojalá no hubiera una pandemia y pudiera cumplir su sueño pronto. Y si no lo cumple, estoy pensando en cumplirlo yo, así sea cuando tenga 80 años!

Durante nuestra última plática le conté un poco de mi bisabuela Chabelita, con quien comparto el nombre, la apariencia física y mucho de su temperamento. Ella también fue una mujer ejemplar, adelantada a su época que viajó por el mundo e incluso en su viudez disfrutaba cada momento y contagiaba su optimismo. Será que por eso me llevo tan bien con Regina? Seremos almas gemelas? Estoy segura que mi bisabuela y ella hubieran pasado un tiempo espectacular en algún país exótico. Lástima que no coincidieron en tiempo y espacio.

Pero coincidimos ella y yo y doy gracias a Dios, al destino y a la vida por haberla puesto en mi camino. Dios la bendiga y le conceda muchos años más de salud para seguir aprendiendo de ella. Es un verdadero tesoro viviente 🙂

 

 

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