Hace 5 años tuve la fortuna de coincidir con 31 mexicanas casadas con alemanes en un encuentro en Kassel. De ahí nació una bella amistad y el grupo ahora formado por 28 mujeres sigue en contacto diario por medio de un grupo de Whatsapp.
Tenemos diferentes profesiones, vivimos a lo largo y ancho del país (una en Suiza y otra en Rep. Checa), con o sin hijos, con edades entre 30 y 50 años, pero todas mexicanas de corazón. La amistad ha crecido con el tiempo pero especialmente con la convivencia en nuestra reunión anual a la que llamamos „posada“ a pesar de ser en noviembre.
Cada año elegimos un lugar diferente y las que viven cerca organizan el encuentro que suele ser el segundo fin de semana de noviembre. Cada reunión ha sido diferente, algunas con ceremonia religiosa y cantos navideños, todas con intercambio de regalos, mucha comida sea en restaurante o en salón de fiestas, tours por la ciudad y visitas a museos, bares o parques.
La primer posada del 2016 fue en Wolfenbüttel, la segunda en Siegen. Al año siguiente tocó el turno a Stuttgart en el sur y el año pasado en Hamburgo, al norte de Alemania. Me estoy dando cuenta que no escribí la reseña de la posada en Hamburgo!!! Oh oh!
Nunca volvimos a coincidir tantas pero no perdemos la esperanza de que alguna vez podamos reunirnos todas otra vez como en Kassel.
Este año debido a la pandemia dudamos en organizar algo, pero gracias a un par de optimistas, ya teníamos el plan hecho para el segundo fin de semana de noviembre. Sabiendo que las cosas podían cambiar se reservaron dos cabañas con sauna y cocineta, en la región de Harz en el estado de Baja Sajonia. Para evitar grupos en restaurantes, se iban a realizar las comidas en las cabañas y por obvias razones, sólo nos apuntamos 13 este año. Lo importante era no dejar pasar la oportunidad de vernos!
Pero el destino no quiso que nos reunieramos y debido al „lockdown light“ no pudimos vernos en persona, pero si de manera virtual. Y más de las que estaban planeadas: 19!
La reunión se organizó por Zoom y a eso de las 8:30 pm empezaron a llegar las primeras. Poco a poco se conectaron las demás y lo único que estaba en el programa fue una dinámica llamada „te regalo“, donde cada participante recibe una tarjetita con uno de diversos regalos del Niño Jesús y se entrega una figura del niño y otra de la Virgen María a los afortunados. Si la quieren utilizar para sus posadas virtuales, aquí se las comparto. Además, hicimos una oración por los enfermos del grupo y de COVID.

Y el resto fue charlar, reír, recordar reuniones pasadas, brindar y sentirnos cerca a pesar de la distancia. Ni el virus nos iba a quitar esa convivencia cargada de energía, amor, alegría y buenas vibras. Las últimas nos desconectamos pasada la una de la mañana.
Y como nos gustó mucho esta alternativa virtual hemos decidido repetirla una vez al mes con las que tengan tiempo y oportunidad. Estoy segura que estas convivencias harán mucho bien a nuestros corazones en estos tiempos de incertidumbre, soledad y restricciones.
Nadie podía imaginar lo que ese encuentro en el 2016 traería a nuestras vidas, pero doy gracias a Dios por haberlas puesto en mi camino para sentirme más cerca de mi México que cada día extraño más. Será la edad? La pandemia? O el no saber cuando volveré a ver a mis seres queridos? Sea lo que sea, hay que buscar esas personas y esos momentos que nos acercan a nuestra patria de alguna o de otra forma.
Que Dios bendiga a nuestro grupo y nos dé la oportunidad de volver a coincidir el próximo año en algún rincón de Alemania 🙂
Comentarios en: "Posada virtual" (3)
Así es mariposa, gracias a Dios por la vida de cada una de ustedes y por haber coincidido.
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Gracias Naty por ser parte importante de nuestro grupo, de nuestras vidas en Alemania. Ojala asi podamos seguir siempre! Un abrazo
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[…] de Alemania… Wolfenbüttel, Siegen, Stuttgart y Hamburgo. El año pasado sólo nos vimos por Zoom 😦 por aquello del Coronavirus. Esta es la primera ocasión en que todas se quedaron mínimo dos […]
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