8va semana de cuarentena
Prácticamente dos meses sin clases mis hijas y yo, pero al parecer poco a poco se ve luz al final de túnel y este lunes hubo algunos cambio en las restricciones que deben poner un poco más de vida a las ciudades y actividad en nuestras vidas.
La semana pasada empezó como una estampida en la que cada Estado federado sugería apertura de tal o cual cosa. Así como al principio parecía una competencia por ver quién implementaba las restricciones más duras, ahora competían por ver quién las levantaba más rápido. Por un lado, uno sugería abrir restaurantes, otro hoteles, y uno más los jardines de niños. El miércoles tuvieron junta con la canciller y cada uno presentó sus propuestas.
Al final decidieron que el lunes 11 de mayo, al menos en nuestro estado Niedersachsen:
- pueden reunirse dos familias
- todas las tiendas pueden abrir independientemente de su tamaño
- restaurantes y cafés pueden abrir al 50% de su capacidad
- se puede pernoctar en casas de vacaciones o caravanas
- abren las VHS (parece que pronto podré volver a dar clases de español 🙂
- abren los consultorios para masajes, manicura y pedicura
- pueden tomarse clases de manejo
- pueden celebrarse bodas o funerales con un máximo de 20 personas
- hay servicios religiosos limitando el número de personas a 10 m2 por persona, sin coros ni instrumentos de viento
Obviamente el uso de cubrebocas en lugares públicos y la sana distancia siguen. Y la canciller puso como condición que el número de personas contagiadas no superen los 50 por 100,000 habitantes en un día, de lo contrario podrán volver las restricciones pero esta vez a nivel local.
Todavía falta mucho para volver a la normalidad completa, ya que todavía no abren hoteles, bares ni discotecas. Al parecer los gimnasios abren pronto y hay rumores de que sí se podrá vacacionar en verano. En el tema de partidos de fútbol, parece que podrán transmitirse por televisión y los eventos masivos ( >1000 personas) siguen cancelados hasta el 31 de agosto.
Yo todavía me siento dentro de una película apocalíptica y no me acostumbro a ver a todos con mascarilla. De las consecuencias económicas mejor ni escribo, porque apenas en unos meses se sentirán de verdad. Hasta ahora sigue la incertidumbre sobre el futuro de miles de locales, negocios y empresas.
El sábado visitamos de sorpresa a mis suegros con motivo del día de las madres y les dio mucho gusto vernos. Y el domingo 10 de mayo celebré mi día de las madres con mi marido y mis hijas en mi parque favorito: el parque botánico de rododendros en Bremen. El clima durante sábado y domingo fue estupendo, así que disfrutamos ambos días en familia como si el Coronavirus no existiera. Al menos por un rato nos olvidamos de números, casos, malas noticias y «fake news».
Espero ustedes también hayan tenido un bonito fin de semana y que poco a poco vuelvan a sus rutinas diarias.