¡Ahora sí es oficial! Mi pequeña cumplió 13 años el viernes pasado y se convirtió en «teenager» como su hermana que tiene 14 años y medio! Y las dos se encuentran de momento en California visitando a mi hermano y su familia, lo cual demuestra lo grandes e independientes que son.
Recuerdo como si fuera ayer cuando volví a casa con Caty recién nacida y durante un par de años me la pasé entre pañales, carreolas y cunas. Se llevan 18 meses y los primeros años son los más difíciles porque mientras amamantas a uno, el otro anda haciendo travesuras.
¡Después llegó la mejor etapa! Cuando entraron al jardín de niños y durante la primaria fueron inseparables, la mayor cuidaba de la pequeña y jugaban horas y horas. Compartían amigas y habitación, las vestía y las peinaba iguales y pocas veces peleaban.
Pero el tiempo las ha ido moldeando y ahora cada una tiene su estilo de vestir y corte de pelo, tienen su propia habitación, escuchan música diferente y disfrutan de distintos pasatiempos. ¡Increíble! Es la ley de la vida porque cada persona es diferente pero cuando las veía crecer de forma tan similar, nunca imaginé que pudieran llegar a ser tan distintas.
La mayor, Victoria, es fan de «k-pop», y de acuerdo a la cultura coreana ama su moda, los uniformes y aprende su idioma. Ve las series juveniles en Netflix, conoce todos los grupos famosos y sus canciones. Canta en coreano a todas horas y sueña con viajar a ese país algún día. Es obsesivamente ordenada, cuidadosa y responsable. La timidez y lo perfeccionista la siguen caracterizando.
Por otro lado Catalina se viste más casual y deportiva, aunque coqueta. Es muy abierta, tiene muchos amigos (chicos y chicas) y es muuuuuy independiente. No tiene un estilo de música favorito y sigue a muchos «Youtubers». Le gusta ponerse zapatos de tacón y empieza a interesarse por el maquillaje y la ropa de marca. Orden? Mmmm, el caos la describiría mejor pero dentro de su caos es feliz!
En la escuela, la mayor estudia horas, hace resúmenes y se concentra mucho. Pero como no participa mucho, el promedio baja mucho a la hora de la calificación final. En cambio, la pequeña estudia poco pero participa mucho en clase y le va mucho mejor en las calificaciones. ¡Qué risa!
Como todo adolescente, les (pre)ocupan temas como la moda, la alimentación y la figura, la tecnología y la música.
Mis adolescentes van tomando caminos diferentes, pero la mayor sigue al pendiente de la menor, aunque a veces parece lo contrario. Siguen siendo muy buenas amigas y aunque discuten más que antes, siempre hacen las paces 🙂
Ya casi me alcanzan y calzan el mismo número que yo. Mis pequeñas princesas se han convertido en dos hermosas señoritas que a su manera me hacen muuuy feliz y orgullosa. Dios las proteja y bendiga siempre!
Comentarios en: "Mis «teenagers»" (3)
Si tiene razón cuando dicen que cada cabeza es un mundo, con este caso se puede apreciar crecieron juntas y estan juntas pero cada gustó en casa persona siempre cambia bastante bueni
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Que lindo escrito.. Relata la realidad de lo que es ser madre y todo los que viene de la mano con el coño crecen tus pequeñas crías..
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[…] la segunda mitad del año estuvo cargada de viajes familiares y de trabajo. Por un lado las niñas viajaron a California para visitar a sus primos, mis papás vinieron en verano y con ellos hice un crucero a Noruega. […]
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