Propósito 2019: usar menos el móvil
El mes pasado escribí sobre un experimento que quise hacer en Navidad basándome en un comercial de IKEA que muestra el abuso de las redes sociales, el internet y los dispositivos móviles llamados «gadgets».
Mis hijas y yo dejamos nuestras tabletas y teléfonos en casa y estuvimos 4 días «incomunicadas» del 24 al 27 de diciembre que pasamos en casa de mis suegros y en Potsdam. Mi marido lo llevó en caso de una emergencia y para comunicarnos con mis padres y hermanos en Navidad… el resto del tiempo estuvo guardado.
Resultados del experimento:
- mayor comunicación entre miembros de la familia
- más tiempo para juegos de mesa
- mayor concentración en momentos importantes como cuando decoramos el árbol de navidad o abrimos los regalos
- contagio a los abuelos y cuñados que evitaron usar sus teléfonos a toda hora
- algunos momentos de aburrimiento (lo cuál también puede ser positivo)
- mayor convivencia en general
- nadie murió por falta de actualizaciones en Whatsapp, Instagram, Snapchat, etc…
En pocas palabras, un éxito! Me sentí liberada, feliz y aunque mis hijas no parecían contentas con la idea, se dieron cuenta de los beneficios del experimento y se convencieron de que es posible vivir sin «gadgets» y pasar un buen rato sin ellos.
Como saben, ya tengo más de tres años sin «Facebook» en mi ipad y iphone y este año he decidido disminuir dramáticamente el uso del teléfono móvil. Año nuevo, propósito nuevo! Sí, yo sé que todo mundo lo intenta y quiere hacerlo pero pareciera que es imposible evitar estar mirándolo cada 5 minutos. Así que gracias a la aplicación «Screen Time», me he puesto un límite de tiempo por día.
Descubrí la aplicación recientemente y la usamos desde diciembre para controlar el tiempo de acceso de nuestras hijas a ciertas aplicaciones. Y yo, porqué no?
La aplicación es sencilla y lleva estadística de cuanto tiempo has estado en cada «app», sea red social, calendario, fotos, etc. Y se puede configurar un tiempo limitado para cada «app» o por día. En mi caso decidí que una hora diaria es suficiente, y el fin de semana lo extendí a dos porque tengo más tiempo libre.
Obviamente hay forma de excluir algunas aplicaciones que no se «congelan» al terminar el tiempo establecido, como la función de llamar por teléfono, checar el clima o buscar una dirección.
Además he implementado algunos hábitos extras en mi rutina diaria, como:
- teléfono prohibido en la mesa
- cuando voy en coche, dejo el teléfono en la cajuela para no estar tentada a verlo mientras espero en un semáforo, etc. Desgraciadamente muchas veces he usado el teléfono mientras conduzco, así sea para leer o escuchar un mensaje de voz, lo cual es también muy peligroso. Así que para para evitarlo, mejor se queda guardadito.
- igualmente lo dejo en el coche o en casa cuando voy al cine o a cenar con alguien que sé que tiene teléfono en caso de una emergencia.
No sé en que momento pasamos a ser tan dependientes de estos «aparatitos», pero no quiero que se convierta en un vicio como pasó con el Facebook. Y si tengo que hacer uso de controles externos, pues ni hablar. Yo sola caigo rápidamente en esa vieja costumbre de «checar» si alguien me escribió. Así que ya saben que si no contesto inmediatamente es porque no tengo el teléfono a la mano o ya se me acabó el tiempo límite del día 🙂
Feliz año 2019! Por un año sin vicios, jiji!