El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

Archivo para diciembre, 2016

Calendario de adviento entre amigas

Me hubiera gustado haber publicado esta entrada desde principios de diciembre, pero como cuenta con información «sorpresa» para algunas personitas, no quedó mas remedio que postearla hasta después de Navidad. Sorry! De todas formas creo que esta entrada podrá servir de inspiración para muchos de ustedes para el próximo año 😉

Los calendarios de adviento son parte fundamental de la cultura navideña en Alemania, y desde que las niñas estaban en el jardín de niños nunca han faltado en nuestro hogar. Empezamos con los sencillitos de chocolates para luego migrar a los de juguetitos como Playmobil, Monster High o Barbie. Desde el año pasado las niñas hacen uno para su hermana y como pueden ver, las beneficiarias principales de esta mercadotecnia son nuestras hijas. Para no desentonar, Tom y yo nos compramos uno de chocolatitos para también poder abrir una puertita cada mañana.

Pero este año una amiga alemana me invitó a participar en un calendario de adviento entre amigas y como me gustó tanto la idea organicé otro entre mis amigas, así que tuve oportunidad de abrir DOS calendarios de advientos hechos para MI! No sé que disfruté más, si la planeación o abrir los regalos, pero de lo que si estoy segura es de que hasta ahora este año ha tenido el mejor tiempo de adviento en los 14 años que tengo viviendo en este país.

Mi amiga me invitó desde octubre a formar parte de un proyecto el cual no entendí muy bien al principio, después me explicó a detalle y me animé a participar. La idea consiste en contar con 24 participantes más el organizador, de tal forma que cada uno prepara 24 regalitos con un número asignado del 1 al 24. Los regalitos son pequeños detalles y en este caso se nos pidió que de preferencia fuera hecho por uno mismo (selbstgemacht, algo muy alemán) pero no estaba prohibido comprarlo 😉

La organizadora pone una fecha límite para la entrega de los paquetes y dos días después de esa fecha (todo antes del 1 de diciembre), podemos pasar a recoger nuestro «calendario de adviento», que tiene 23 regalitos de las participantes más el de la organizadora que se coloca en el número que nos tocó. A mí me asignaron el número 19, así que entregué 24 paquetitos con el número 19 que la organizadora repartió entre las participantes y para que no me tocara mi mismo número 19, ella colocó SU regalo en el 19. Suena complicado, pero no lo es 🙂

De las participantes solo conozco personalmente a dos de ellas, así que me decidí por una manualidad navideña que encontré en Pinterest: un adornito basado en una veladora eléctrica en forma de monito de nieve.

Hice tres modelos diferentes: con gorrito negro, con gorrito de invierno y con orejeras. Además les coloqué una tarjetita a juego y siguiendo las instrucciones de la organizadora, puse los 24 regalitos en una caja etiquetada con mi nombre y número (19).

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En esa misma caja se me entregaron mis 24 regalitos de regreso, listos para abrirse del 1 al 24 de diciembre:

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La idea me pareció genial y muy original y dado que a finales de noviembre estaba planeada una posada con mis amigas mexicanas que conocí en el encuentro de Kassel, no dudé en preguntarles si estaban interesadas en participar en algo similar. Sólo se apuntaron 20, pero aún así decidimos hacerlo. Asigné los numeritos y esta vez yo sería la organizadora así que tenía oportunidad de regalar algo mas personalizado.

Desde el principio tuve la idea de que fuera algo mexicano y pensé en hacer un pequeño nacimiento, pero no encontré algo rápido y sencillo por lo que descarté la idea. Mmmm, seguía dandole vueltas a la cabeza mientras que hacía unas manualidades navideñas para mi ahijada, y CLICK! Haría algo con fieltro y lentejuelas, ya que de cada paquete siempre me sobra material… pero qué? Finalmente Dios me iluminó y decidí hacer pequeñas piñatas para decorar el pinito, eso sí, con el nombre de cada una de las participantes bordado en ellas.

Me tardé más de lo esperado pero disfruté cada puntada pensando en cada una de mis amigas, en el tiempo que tenemos de conocernos y en el destino que nos ha puesto en el mismo camino. Usé muchos colores y agregué una tarjetita en cada paquete:

No todas las participantes fueron a la posada pero enviaron sus regalitos por correo y con la ayuda de las chicas, hicimos la repartición de cajitas y bolsitas para completar 21 calendarios de adviento. img_4073
Como sólo eran 20 regalitos en este calendario mis hijas decidieron hacer los 4 restantes para completarlo 🙂

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A mis hijas les gustaron mucho las piñatitas y me pidieron una para ellas, así que bordé 4 más para nuestro arbolito de Navidad:

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Al igual que mis hijas, este adviento disfruté abriendo regalitos que alegraron cada uno de los días hasta la llegada de la Navidad! Si les gustó la idea, no duden en ponerla en practica con amigos, familiares o conocidos! Vale la pena, se los aseguro!

Aquí tienen algunas ideas. Cada regalo fue especial y tiene un lugar especial en mi casa o en mi estómago, jiji… porque muchos eran para comer y no quedó mas remedio que consumirlos 🙂

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Creo que no es difícil identificar los regalos de mis amigas mexicanas de los de las alemanas 🙂 Todos bellos, no creen?

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Aprender a pensar, razonar y discutir

El siguiente texto viene en uno de los libros que uso para enseñar español a mis alumnos universitarios y queda perfecto como introducción al tema que quiero comentar: cómo se aprende en Alemania y cual es la función de los profesores, los alumnos y los padres de familia.

–Veronica, tú eres alemana, ¿no?
– Soy de Leipzig, en el este de Alemania.
–¿Y qué estudias aquí en España?
–Estoy estudiando Económicas.
–Ajá, económicas. Y… ¿cómo has venido?
– Vine el año pasado con una beca Erasmus, pero me he quedado también este año porque me lo estoy pasando muy bien.
– Aja, qué bien. ¿Y qué tal en la universidad?

– Bueno, la verdad es que la universidad es muy diferente de mi país y he tenido que acostumbrarme.
–Ah, sí, ¿por qué?
– Bueno, en Alemania el sistema es más libre, puedes elegir tus asignaturas y organizarte tu horario… es más flexible. Lo más extraño es tomar notas de todo lo que dice el profesor, apuntes como dicen aquí.

–¿Por la lengua o por…?
– Bueno, la lengua es un problema, claro, porque los profesores hablan muy rápido, pero es el hecho de tomar apuntes de lo que dice el profesor y luego escribirlo en el examen. Eso me parece raro. En Alemania tenemos que leer mucha bibliografía, investigar sobre un tema que nos interesa… me parece más profundo.
– Claro, y la clase será más participativa, entonces, ¿no?
– Sí, mucho más. Aquí tengo la sensación de que todo el mundo escribe y nadie hace preguntas. En Alemania hay más discusión, más participación…

Mis hijas todavía no están en universidad, pero desde primaria he notado que el sistema educativo alemán es muy diferente al de México. Y no, no me refiero solo a la estructura y distintos tipos de escuela que ya he comentado en otras entradas sino a la forma de enseñar y aprender.

En la primaria de mis hijas siempre dejaron muy poca tarea, máximo 30 minutos que normalmente incluían solo tareas de matemáticas y alemán. Los exámenes no son acumulativos y en general solo había uno por materia por semestre, además de dictados esporádicos en alemán. Y lo que más me llamaba la atención era el porcentaje asignado a la «participación oral» que en algunas materias llegaba a ocupar el 60% de la calificación final.

Qué incluye dicha participación (Mündliche Mitarbeit)? Aunque hay reglas y estatutos para calificarla, cada maestro puede o no incluir la disciplina, las tareas, el trabajo en equipo y la participación activa en clase en la nota oral. Así que desde pequeños se fomenta hablar en público, contestar a las preguntas del profesor, pasar al pizarrón, etc. Lo cual me parece excelente pero qué pasa con los niños tímidos o introvertidos? Yo lo fui y mi hija mayor también, pero a diferencia del sistema mexicano donde los exámenes escritos prácticamente forman el total de la calificación final, mi timidez no afectó nunca mis notas como ha pasado con Victoria.

De hecho ese fue tema de discusión para elegir la secundaria ya que una de sus profesoras opinaba que el Gymnasium no era la escuela adecuada para ella, a pesar de ser ordenada, responsable y estudiosa. Su maestro titular confió en que con el paso del tiempo Victoria se desenvolvería mejor y nos recomendó inscribirla al Gymnasium.

Ya lleva año y medio en dicha escuela y ahora entiendo mejor el miedo de su profesora. Definitivamente la calificación oral es muy importante, incluso a veces tiene mayor peso que la escrita y como si no fuera suficiente, los exámenes escritos no sólo incluyen datos que pueda uno memorizar, sino que piden explicaciones, argumentos y descripciones que requieren de un desarrollo mental muy parecido al oral.

En mis tiempos de estudiante (no sé si ahora sea diferente) los exámenes se basaban en datos memorizados y casi nunca tuve que dar explicación u opinión a un problema, teoría o experimento. Así que al principio ayudaba a mi hija a estudiar con el método mexicano en el que le hacía preguntas de los temas del examen y listo. Y sorpresa! Empezaron a llegar notas regulares y al ver el contenido de los exámenes me dí cuenta de que no se trataba de pregunta-respuesta memorizada, sino de explicar o justificar el porqué de dicha respuesta. Blop! Tal y como Condorito!

Desde este año hemos cambiado la estrategia y tratamos de apoyar a nuestras hijas en el pensamiento razonado. No es nada fácil, pero lo estamos intentando. Cada semestre hay un día asignado para charlar con los profesores (Elternsprechtag) y hace unos días hablé con las profesoras titulares de mis hijas. Al parecer el profesor de primaria de Victoria tenía razón ya que a diferencia del año pasado, esta vez la maestra nos dijo que participa mucho y no ve ningún problema con su trabajo activo en clase. Con la pequeña ese aspecto no me ha preocupado tanto, y su maestra esta muy contenta con ella… y una vez más escuchamos eso de «el brillo de sus ojos habla por ella». Ella es como una castañuela y donde quiera que va la gente admira su mirada coqueta, alegre y pispireta. Su carácter le ayuda a la hora de la calificación oral y creo que no hay de que preocuparse. En el desarrollo escrito y razonado si tenemos trabajo por hacer, porque es un poco rollera y no sabe expresar bien sus ideas.

En los días que leí el texto de arriba con mis alumnos universitarios, otra alumna de mis cursos de la VHS me comentaba de su experiencia en las escuelas ecuatorianas. Ella es profesora retirada y trabajó varios años en un colegio de monjas en Ecuador, donde impartía sus clases de biología con el método alemán. Me contó lo difícil que fue trabajar con las chicas que no estaban acostumbradas a discutir, a salir a los bosques cercanos ni a cuestionar lo que ella les enseñaba. Incluso la madre superiora tuvo que intervenir para evitar problemas con los padres de familia que no estaban de acuerdo con las calificaciones asignadas.

Choque cultural? Sí, en ambos sentidos. Los que venimos a Alemania desconocemos el sistema educativo y los alemanes que estudian o trabajan en el extranjero como la chica del texto inicial o mi alumna profesora no pueden creer que los sistemas sean tan distintos al propio.

Hay alguno mejor o peor? Después de vivir en Alemania tantos años he llegado a la conclusión que en vez de criticar uno u otro sistema, lo mejor es tomar lo bueno de cada uno, conocerlo a detalle y aceptarlo para poder apoyar a nuestros hijos en cual sea el sistema que les toque vivir. Comparar unos con otros ayuda a ver sus diferencias, pero criticarlos? Estoy convencida de que no los cambiaré yo y difícilmente cambiarán en un futuro próximo. Así que a verles el lado bueno para sacar el mejor provecho para nuestros hijos que ellos son los que saldrán beneficiados o perjudicados de nuestras decisiones.

En otra entrada escribiré sobre el rol de los padres de familia a detalle porque ya me extendí mucho y no quiero aburrirlos. El sistema educativo alemán no es perfecto, ya lo he escrito varias veces… así que no queda mas que tratar de hacerlo perfecto buscando las mejores alternativas, mezclando estrategias de aprendizaje y apoyando a los pequeños con sus propias habilidades y capacidades. Vaya trabajo!!! 🙂

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