A bordo de México!
Desde junio que quiero escribir esta entrada pero se me pasa el tiempo tan rápido que no había tenido oportunidad de hacerlo. Pero con motivo del aniversario de la independencia mexicana esta semana, queda perfecto contarles sobre esta experiencia única e inolvidable.
En un evento del Círculo Mexicano Alemán en marzo, el cónsul mexicano en Hamburgo nos dio a conocer que el Barco Escuela Cuauhtémoc visitaría nuestra ciudad hanseática a mediados de junio. Como socios del CIMA recibimos la invitación al cocktail de bienvenida en mayo y el día 17 de junio asistimos mi marido y yo a una velada muy mexicana!
Viajamos en metro para no tener problemas con el estacionamiento y no les puedo explicar lo emocionante que fue ver nuestra enorme bandera mexicana ondeando en el río Elba desde que íbamos caminando por la orilla del puerto. Estaba pronosticada lluvia e incluso chubascos aislados, pero las nubes fueron desapareciendo poco a poco a lo largo de la noche y disfrutamos de un clima delicioso en cubierta.
Después de saludar a muchas amigas y conocidos mexicanos que también fueron invitados, nos sirvieron nuestras primeras margaritas y piñas coladas. La embajadora mexicana Patricia Espinosa dio un mensaje de bienvenida a los asistentes y a los tripulantes del Barco Escuela, además de despedirse de su puesto porque pronto empezaría su nuevo cargo en las Naciones Unidas.
A lo largo de la noche tuvimos la oportunidad de charlar con los aspirantes a cadetes, oficiales y demás tripulantes del barco escuela, que viajaban desde marzo en un recorrido por Europa y América, y que terminará en dos semanas en el mismo puerto de partida: Acapulco!
Nos dieron un tour por el interior del barco donde pudimos ver algunas salas de reuniones, camarotes, la cocina y otras habitaciones. El buffet en cubierta incluyó todos los platillos mexicanos que cualquier migrante extraña como mole, cochinita, quesadillas, chiles jalapeños rellenos, frijolitos refritos y mil cosas más. Y por supuesto en la barra de bebidas no podían faltar todas las cervezas mexicanas, tequilas y mezcal.
En una de las tantas veces que me serví los antojitos mexicanos, le dije a una de las chicas que estaba sirviendo que me sentía como en México al comer tanta delicia, tomar tequila, escuchar música mexicana y convivir con tantos compatriotas, y ella sin ninguna duda me contestó: «Usted está en México!«. Se me pone todavía la piel chinita al acordarme de su respuesta y realmente esa noche estuve a bordo de MI México, con todo su sabor, folclore, ambiente y calor!
Nunca olvidaré esa noche templada donde comí, bebí, conviví y disfruté de un ambiente 100% mexicano como en pocas ocasiones he disfrutado en tierras alemanas. Agradezco al destino y a Dios por haberme dado esta oportunidad y espero que en el marco del Año Dual México-Alemania vengan mas experiencias como ésta.
Antes de la medianoche se terminó el evento y con el dolor de nuestro corazón tuvimos que bajarnos, porque si por nosotros hubiera sido, hubiéramos seguido la fiesta hasta el amanecer. Y como en esas fechas anochece muy tarde, aún a medianoche pudimos despedirnos del Barco Escuela Cuauhtémoc con la luz de la luna y cielo claro:
VIVA MEXICO!!!