Inscripción a Secundaria – versión 2.0
Nuestra hija mayor entró el año pasado a la secundaria, y este año repetiremos lo mismo para la menor. Aunque un año de diferencia parece poco y uno cree que el proceso de inscripción debería ser igual porque va a entrar a la misma secundaria, nos encontramos con algunas diferencias que me obligaron a escribir este post.
Para empezar en la lista de documentos a presentar, esta vez no hubo «recomendación» de parte de la escuela porque el año pasado fue eliminada en nuestro estado (Niedersachsen). Dicho documento indicaba el tipo de secundaria (Gymnasium, Realschule o Hauptschule) que los maestros consideraban «ideal» para el alumno. Al final del día, la decisión final la tomaban los padres de familia pero este documento podía complicar un poco las cosas en caso de no estar inscrito en la secundaria recomendada y no cumplir las expectativas de dicha institución.
En fin, cosas burocráticas que no termino de entender y que dieron lugar a otro documento llamado «Protocolo de dos pláticas con los padres de familia», en el cual el profesor titular llena a detalle una lista de aspectos que el alumno tiene o no. Además, al eliminar la «recomendación» la entrega de calificaciones finales ya no se tiene que adelantar ni presentar a la hora de la inscripción de secundaria. Así que Catalina tendrá clases normales, exámenes y tareas hasta el último día de clases como cualquier alumno de primaria. El año pasado Victoria recibió las calificaciones finales 5 semanas antes de salir de vacaciones!
Otro pequeño pero significativo cambio fue el formulario de inscripción. En la entrada relacionada a la inscripción de Victoria pueden leer los datos generales que se piden en este formulario. Al igual que el año pasado, este año se tendrá un solo salón de español por lo que aquellos que elijan español como segundo idioma extranjero tienen que elegir una segunda opción (francés o latín) porque es mucha la demanda y sólo hay 30 lugares por lo que se lleva a cabo un sorteo. El año pasado puse como aclaración que Victoria tenía español como lengua materna por que me habían dicho que tendría mayores posibilidades de obtener español. Pero como ya les escribí antes, dicha aclaración sirvió de poco y entró a francés con su mejor amiga que también quería español.
La suerte (buena o mala) me hizo ver las ventajas de aprender un 4to idioma y este año convencimos a Catalina para que eligiera francés desde un principio y evitar el sorteo que por experiencia nada más había alargado la decisión porque nos enteramos un día antes de entrar a la escuela. Para nuestra sorpresa este año el formulario incluía una pregunta adicional: el alumno tiene madre o hermanos que hablen español?
Al parecer este año si tendrán prioridad los niños que tengan español como lengua materna y también aquellos cuyos hermanos ya aprenden español en secundaria. Pase asegurado al grupo de español… y el francés? Otra vez le dimos vueltas y vueltas al tema, sobretodo porque todas las compañeras de primaria de Catalina que también entrarán a esa escuela eligieron español, aunque seguramente no todas obtendrán un lugar y estarán en francés como segunda opción.
Después de mucho pensar nos quedamos con la opción del francés. Primero porque Catalina no tiene ningún problema aprendiendo inglés, y seguramente el francés no se le hará tan difícil. Segundo, porque el español ya lo sabe y un cuarto idioma es definitivamente una ventaja en este mundo globalizado. Además, queda la opción de estudiar español a partir de la 10ma clase. Tercero, porque Victoria ya está en el grupo de francés y quisieramos darles las mismas oportunidades a las dos. Y por último, porque Catalina estaba convencida de lo positivo de un idioma nuevo a pesar de que tal vez no esté con sus amiguitas en el mismo salón.
En dos meses sabremos la suerte de las amiguitas y si quedaron en el salón de español como deseaban o tienen que conformarse con el francés. Y si están en francés si quedan en el mismo grupo que nuestra hija. Tanto mi marido como yo confiamos en haber tomado la mejor decisión pero sólo el tiempo nos lo dirá. Por mientras nuestras hijas empiezan un curso intensivo de español de dos meses, que es el tiempo que estarán mis papás en casa 🙂
Y poco a poco la nostalgia me invade porque nuestra pequeña dejará la primaria justamente en un mes y ya no tendré niñas sino adolescentes… porque aunque siguen siendo pequeñas, ese salto «prematuro» a la secundaria con 10 años las hace sentirse grandes y todas unas «teenagers» aunque no lo sean! Dios me agarre confesada, jiji!