El año pasado, o fue hace dos años?, mi suegro nos regaló una calabaza enorme! Hice sopa varias veces, un pay de calabaza y todavía me quedó pulpa suficiente para congelar. La semana pasada la encontré por casualidad en el fondo del congelador y decidí hacer unas empanadas norteñas (Nuevo León, México) para matar el antojo 🙂
La receta es de mi mamá y se las comparto con mucho gusto. De verdad que la masa queda deliciosa y sea cual sea el relleno, pueden congelarlas para que el tesoro les dure mas. Las pueden rellenar de cajeta o mermelada de cualquier sabor, lo importante es que sea espesa para que no se salga ni chorreé al hornearlas.
-MASA – (para aprox. 25 empanadas medianas)
500 grs harina de trigo
250 grs manteca de puerco o vegetal
1 C azúcar
1/2 c sal
1 cerveza fría
1 huevo para barnizar (opcional)
azúcar con canela para espolvorearlas (opcional)
Pasos:
Cernir la harina con el azúcar y la sal, vaciar todo en un tazón agregándole la manteca.
Trabajar la masa con las manos formando una pasta arenosa.
Añadir la cerveza poco a poco hasta formar una masa suave y tersa. Mas o menos la mitad de la cerveza, el resto te la puedes tomar mientras terminas las empanadas 😉
Estira la masa con un rodillo (o en una tortillera), corta círculos y coloca un poco de relleno (mermelada o cajeta) en el centro de cada uno de ellos.
Ciérralos y con las puntas de un tenedor sella los bordes de las empanadas. También es recomendable picarlas con el tenedor para que salga el vapor y no exploten 😉
Puedes pintarlas con clara de huevo para que queden brillantes.
Hornéalas durante 25-30 minutos a 160 grados, hasta que estén doradas.
Aún calientes, pásalas por azúcar con canela.
Y listo!
Para quienes tienen antojo de empanadas de calabaza, les paso la receta para hacer el relleno.
Corta en trozos grandes la calabaza (sin cáscara ni semillas) y cocínala al vapor con un poco de agua. Por otro lado, derrite el piloncillo (en mi caso usé 250 grs de panela colombiana que pedí por internet) con una rama de canela, un poco de anís y dos o tres clavos. Si la calabaza ya cocida tiene demasiada agua, puedes colarla para que quede lo más seca posible. A esta pulpa, añade la miel del piloncillo. Múevelo todo constantemente con una cuchara de madera para que no se pegue. La mermelada debe quedar con consistencia de frijoles refritos. Cuando esté lista, retírala del fuego. Lo más recomendable es realizar el relleno un día antes para que se enfríe. Si lo deseas puedes agregarle un poco de nuez picada y salen más ricas 😉
Buen Provecho!
Gracias por tus comentarios.