Segundo idioma extranjero
Viviendo en Europa, el tema de los idiomas extranjeros toma un papel relevante. En el caso de mis hijas, empezaron a aprender el inglés como idioma extranjero desde el tercer año de primaria. Aunque cabe aclarar que en ese año no se reciben notas ni calificaciones sino hasta el cuarto año. En estos dos años se aprende a base de juegos y canciones y no se hace hincapié en la gramática ni en la escritura del inglés.
Dependiendo de la región de Alemania donde se vive, en la secundaria se imparte normalmente un segundo idioma extranjero. En nuestra ciudad, Stade, se puede elegir entre francés, latín y español que se aprende a partir del sexto año. El inglés se sigue aprendiendo desde 5to pero ahora sí con gramática y escritura.
Nuestra hija mayor estudiará la secundaria en el «Gymnasium» (de 5to año a 13o) de la ciudad y en el formulario de inscripción era necesario elegir el idioma a estudiar. Dado que el español tiene demasiada demanda desde hace dos años que empezó a impartirse, era necesario elegir una segunda opción en caso de elegir español ya que solo hay un salón por año para ese idioma, es decir un cupo limitado de 30 alumnos. Francés y latin pueden tener dos o tres salones. (Nota: me reservo mis comentarios respecto al latín, que tiene mucha tradición y sirve para algunas carreras como la medicina (?))
Durante semanas, incluso meses mi marido y yo pensamos en las dos alternativas: francés o español. Cada idioma tiene sus ventajas, pero para nosotros lo más importante era que nuestra hija perfeccionara la escritura en su segunda lengua materna. Como segunda opción elegimos francés. Durante el proceso de elección de secundaria tuvimos oportunidad de hablar con el director de la escuela, quien nos aseguró que los niños con dos lenguas maternas podían tener cierta prioridad a la hora de sortear los grupos.
Cual no sería nuestra sorpresa, cuando la semana pasada recibimos un correo electrónico donde se confirmaba la elección del francés para nuestra hija. Este año se inscribieron 176 alumnos de los cuales 70 querían aprender español y sólo había lugar para 30. De la primaria de nuestra hija, nueve niños se inscribieron en dicha secundaria, de los cuales cinco querían español y al final sólo dos fueron los afortunados. Ninguno eligió latín.
Injusto? En parte si me parece injusto que tantos alumnos tengan que aprender un idioma que no desean de corazón y que casi se ven forzados a aprender otro. En el caso particular de nuestra hija, el español ya lo sabe y a partir de la 10ª clase podrá elegirlo para perfeccionar su escritura. Además, hay que ver el lado positivo y las ventajas que un cuarto idioma en su caso representa:
– estará con su mejor amiga y otras dos buenas amigas en la misma clase
– el francés no le será tan dificil ya que tiene las bases del español
– en la 10a clase su carga podrá aligerarse al llevar español como materia en lugar de francés
– tendrá dos idiomas maternos y dos idiomas extranjeros a los 18 años
Así que a ver el lado bueno de las cosas y que aunque 4 idiomas parecen muchos, en un continente con mas de 30 lenguas oficiales y un mundo tan globalizado, no está de más aprender desde pequeños los más posibles.
En nuestras recientes vacaciones, las niñas se han percatado de lo mucho que entienden del italiano en el radio o en la calle gracias a sus conocimientos del español. Y al mismo tiempo se han dado cuenta que en algunas situaciones saber 3 idiomas no es suficiente, y hay que usar manos y pies para poderse comunicar.
Ahora la pregunta es: qué decisión tomar con la hija menor que entra el próximo año a secundaria? Español o francés? Qué harían ustedes???