Ejemplo de burocracia en Alemania
El año pasado escribí sobre el proceso que vivimos para sacar el pasaporte de nuestra hija de 10 años. Fue de lo más sencillo y lo usó por primera vez el año pasado al volar a México sin problemas. Pero el hecho de tener dos pasaportes infantiles tan diferentes: uno actualizado y otro con una foto de bebé (el de nuestra hija menor) causó más de un comentario en los controles de migración y nos recomendaron renovarlo lo más pronto posible.
La fecha de caducidad era septiembre del 2016 (sí, aquí los pasaportes tienen una validez de 10 años), pero como mi pasaporte vencía este verano decidimos tramitar los dos juntos de una buena vez. El proceso fue idéntico al del año pasado pero hubo un par de detalles que quiero comentar a continuación y que me inspiraron a escribir esta entrada. Los alemanes se quejan de la burocracia local! Cuando viví en Canadá los canadienses también se quejaban sin parar, así que creo que todo el mundo cree tener la peor burocracia del planeta y muchas veces no tienen punto de comparación, así que se siguen quejando porque no conocen otra peor o mejor.
No me gusta comparar México con Alemania, o mejor dicho no me gusta decir que una cosa es mejor o peor en un país determinado. Imposible no comparar mis dos patrias, y siempre trato de buscar el lado bueno de cada uno de los países. Pero en esta ocasión definitivamente sé que el «detalle» que les voy a contar, en México hubiera requerido mucho más tiempo (y papeleo) que lo que se requirió aquí.
Igual que el año pasado fuimos mi hija y yo a tomarnos unas fotos «presentables» para el pasaporte. Flash, flash! Fotos listas en menos de dos minutos, incluso nos sacaron unas gratis con fondo de color y con sonrisa permitida.
Luego fuimos a la oficina donde se tramitan los pasaportes y tomamos un papelito con un número. Había 2 personas esperando en la sala de espera y después de 8 minutos, nuestro númerito salió en la pantalla y entramos a la oficina indicada (no hay ventanillas). Expliqué lo qué queríamos a la señorita y presenté los documentos: pasaporte actual, formulario que habíamos impreso de internet y foto (una sola foto).
Primero el de la niña. Empezó a trabajar en su ordenador y vi que empezaba a comparar un papel y lo que había en la pantalla. Me preguntó si el apellido era Gonzales o Gonzalez. Le aclaré que con «Z» y me dijo que en el sistema estaba con «S». Mmmm, llamó por teléfono, llegó un fax, fue a la oficina de al lado y regresó con la autorización para cambiar el apellido. En menos de 5 minutos, el problema estaba arreglado, el fax que recibió era un acta de nacimiento de mi hija y eso bastaba para aclarar la diferencia.
Después tomó las huellas dactilares de los dedos índices, escaneó la foto e imprimió una hoja que indicaba el día que debía recogerse el pasaporte. Inmediatamente siguió con mis papeles, mismo procedimiento y sólo me preguntó si tenía las dos nacionalidades. Afirmé y me preguntó si era el mismo caso de las niñas, volví a afirmar y me pidió que cuando pasara por los pasaportes llevara algún documento que indicara la nacionalidad mexicana.
Se puede pagar en efectivo o con tarjeta de débito. Como no traía efectivo, pasé mi tarjeta y listo! Fueron 106 euros por dos pasaportes, el mío por 10 años y el de Caty por 4 porque al cumplir los 12 años, ella misma tiene que firmarlo. Los pasaportes estarían listos en 3 semanas.
Justo el día que se cumplían, tuve que salir de la ciudad y mi marido tenía libre, así que le pedí que recogiera los pasapo

Viejo y nuevo
rtes. Llené la parte inferior de la hoja que me habían dado en la oficina dónde autorizaba a mi marido para recogerlos, los datos eran: nombre, número de identificación a presentar y mi firma.
Dicho y hecho, fue a recogerlos y llevó copias de las actas de nacimiento que sacamos hace algunos años en la embajada mexicana de Berlín. La señorita que atendió a mi marido escaneó las copias y se las devolvió. Mi marido insistió en dejarlas, pero la señorita le dijo que las tirarían a la basura, así que mi marido las trajo de regreso. Para poder recoger los pasaportes nuevos, normalmente se entregan los viejos, pero mi marido quiere conservarlos de recuerdo, así que sólo les cortaron una esquinita de la portada que los invalida.
Y listo! Tenemos pasaportes nuevos y ya estamos preparando nuestras próximas vacaciones que nos llevarán a la bella región de la Toscana en Italia. Ahora a esperar un par de años para volvernos a topar con la «burocracia» de sacar pasaportes.
P.D. Cabe aclarar que vivo en una ciudad pequeña y en las ciudades grandes hay mucho más demanda y más visitas de contribuyentes a las oficinas de gobierno por lo que las experiencias pueden ser muy diferentes a la mía ;). Pero aún en este «pueblo» donde vivo, a los alemanes les parece que hay mucha burocracia :O