El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

Archivo para marzo, 2015

150 vidas

El día de ayer hubo un accidente áereo que ha conmocionado a toda Alemania. El destino final era Düsseldorf y provenía de Barcelona. Cayó en los Alpes Franceses. 3 países vecinos, 144 pasajeros, 6 tripulantes, millones de personas unidas en oración por los familiares de las víctimas.

Al parecer no hubo sobrevivientes y ya empezamos a conocer algunas historias de los pasajeros del vuelo 4U9525 de German Wings, empresa del grupo Lufthansa:

– 2 cantantes de ópera, una de ellas viajando con su marido y bebé

– 2 colombianos

– 16 alumnos de una secundaria alemana con sus dos profesoras

– 2 argentinos

– 3 mexicanos

– más de la mitad de los pasajeros eran alemanes, alrededor de 50 eran españoles

También empiezan a publicar historias de personas que no tomaron el avión por diversas razones y que se alegran de su buena suerte. No fue el caso de una de las chicas de secundaria que había olvidado su pasaporte en casa, y para no hacer esperar al grupo, la familia que la hospedó decidió llevarla directo al aeropuerto.

Bien dicen que el «hubiera» no existe, y lo único que podemos aprender de este tipo de accidentes como de cualquier otro es que la vida se puede terminar en un segundo. Así que hay que disfrutarla, vivirla, y sobretodo compartir nuestras vivencias con los que amamos, decirles cuánto les queremos y no dejar pasar ningún minuto sin agradecer lo poco o mucho que tengamos.

Aquí les dejo un video que hizo Daniela Ayón, una de las víctimas mexicanas que volaba seguramente a empezar una nueva aventura. A seguir sus consejos y vivir el mundo! No tenemos que viajar a los 5 continentes como ella, también podemos vivirlo con quienes nos rodean.

Descansen en paz y que Dios dé fortaleza a sus familiares en estos difíciles momentos.

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21 de marzo

 Empieza oficialmente la estación mas colorida y floreada del año: la primavera!  

Y es día de mi ahijada Rosa!

 

Tatort, el CSI alemán

En días pasados leí un artículo llamado «How to be German in 20 easy steps»,  el cuál menciona 20 características típicas del alemán promedio, que según el autor al implementarlas o adquirirlas se puede considerar un alemán.

Aquí la lista resumida de los temas que trata en el artículo en español:

1.  Uso de pantuflas

2. Desayuno pesado

3. Planeación, preparación y proceso

4. Seguros

5. Vestimenta formal

6. Idioma

7. Certificaciones

8. Obediencia

9. Apfelschorle

10. Comida alemana

11. Sauerkraut

12. Trabajo

13. Cómo abrir una botella

14. Ser directo

15. Berlín

16. Bavaria

17. Sexo

18. Autos

19. Domingos

20. Tatort

De más de uno he escrito en este blog, pues al igual que el autor del artículo que es inglés, soy migrante en este país y es imposible no identificar algunos aspectos en el alemán típico. Y más aún si se busca una integración total en la sociedad es imprescindible conocer la cultura alemana con todos sus matices para facilitar dicho proceso.

En entradas recientes he hecho listas del típico alemán y de como me he alemanizado. En cualquiera de estas listas, sin importar el idioma, «Tatort» siempre estará presente, pero porqué?

Tatort es una serie policiaca que se transmite desde hace más de 40 años en la televisión alemana. Desde 1970, 70 comisarios, detectives o policías de Alemania, Suiza y Austria han resuelto más de 900 casos. Y lo más curioso de esta serie, es que a lo largo de estos 43 años, la introducción no ha cambiado ni tantito. Aquí el video:

Siempre he sido fan de series policiacas, pero a diferencia de las americanas, Tatort presenta un equipo diferente cada domingo. Dicho equipo casi siempre esta formado por dos detectives, una secretaria, un jefe, un médico forense y su ayudante. Hoy en día, existen 18 equipos de investigación, 1 en Viena, 1 en Lucerna y el resto en diversas ciudades alemanas desde Kiel hasta Munich, y desde Colonia hasta Berlín.

Los capítulos son prácticamente como una película, pues su duración es de 1 hora con 45 minutos sin comerciales ni pausas. Los temas varían muchísimo, pero obviamente nunca falta el crimen que puede ser asesinato, persona desaparecida, asesino serial, secuestro, etc.

Otros datos interesantes: cada capítulo de Tatort cuenta con un presupuesto aproximado de un millón de euros, su grabación dura de 20 a 30 días y los personajes principales (pareja de comisarios) ganan en promedio 100,000 euros cada uno. Se producen aproximadamente 35 capítulos al año y el resto de las semanas, emiten otro programa similar llamado «Polizeiruf 110».

La cita es siempre el domingo a las 8:15 de la noche y en días festivos como Año Nuevo o Pascua, hay emisiones especiales. Recién llegue a Alemania no me gustaba ver este programa, pues comparándolo con el CSI americano u otras series similares, Tatort me parecía aburrido, lento y un tanto complicado.

Pero curiosamente en los últimos años me he convertido en una verdadera FAN, y no me pierdo ningún capítulo. Incluso entre semana veo repeticiones de programas viejos en otros canales de televisión y casi siempre me sorprenden con el final.

Como en todo programa de televisión, cada quien tiene sus personajes favoritos y otros que no soporta ni cinco minutos. En mi caso ya tengo mis equipos favoritos: Dortmund, Münster, Bremen, Colonia y Munich y procuro no perderme sus nuevas aventuras. Los programas de Suiza y Austria son los que menos me gustan, pues aún batallo para entender su alemán.

Muchas veces los casos son basados en casos reales (no que representen el caso como tal, pero el tipo de crimen) y justo después de la transmisión de Tatort, se discute sobre el tema en otro programa muy popular de mesa redonda que tiene como moderador a Günther Jauch. Así me ha tocado ver discusiones sobre el caso de un asesinato en Berlín por unos chicos que no tenían nada que hacer, y otro programa sobre mafias en Bremen.

Creo que además de estar intrigada en la solución del caso de cada semana, aprendo mucho sobre la cultura alemana en diferentes ciudades del país. Además escucho modismos, veo usos y costumbres, y comprendo el porqué de muchas actitudes o formas de pensar del alemán promedio.

Así que a esperar el próximo domingo para sintonizar el canal 1 (DasErste) a las 8:15 de la noche, puntual para escuchar la tradicional cancioncita… tuuu, tuuu, tuuuuuuuu!

Cita

Dos noticias…

Por un lado, México se indigna con el despido injustificado de la periodista mas valiente que conozco…

y en el otro lado del mundo, Hamburgo se alegra por ser candidata oficial para ser sede de las Olimpiadas 2024.

 

 

 

90% alemanizada

Hace unos días en una página de Facebook que sigo, postearon las siguientes afirmaciones con la pregunta «¿Qué tan alemán eres?»:

1) Tu desayuno es sagrado.

2) Eres siempre puntual.

3) No puedes vivir sin cerveza.
4) Esperas al semáforo en verde para cruzar la calle. (aunque veas que no viene nadie!)
5) Dices lo que piensas.
6) Amas andar en bicicleta.
7) Te tomas el tema de separación de basura muy en serio.
8) Siempre llevas una bolsa para la compra.
9) Duermes con la ventana entreabierta. (aún en invierno)
10) Los domingos en la noche nadie te molesta, pues es hora de ver Tatort (serie policíaca).

Algunas cosas ya las hacía desde que estaba en México, pero definitivamente los puntos 5 al 8 los adopté desde que llegué a Alemania y el número 10 no me lo pierdo ni en vacaciones!  

Complementando la lista con otra que me encontré en un sitio muy interesante, sigo con las afirmaciones para ver que tanto me he alemanizado:

11) Contestas el teléfono con tu apellido.

12) El domingo es sagrado.

13) Las papas son indispensables a la hora de comer.

14) Adoras las salchichas.

15) Saludas sólo con la mano.

16) Consideras viajar a Mallorca en vacaciones.

17) Dices «Scheisse» cuando te enojas.

18) Has dejado de usar la tarjeta de crédito para todo.

19) Visitas uno o más mercados de Navidad en diciembre con colegas o vecinos.

Y por último, complemento con los siguientes puntos:

20) Invitas a fiestas con dos semanas de anticipación.

21) Tienes pantuflas en la entrada para los visitantes que llegan a tu casa.

22) Planeas tus vacaciones mínimo con seis meses de anticipación.

23) No te asustas cuando ves gente semi-desnuda en parques y playas.

24) Tienes botas de lluvia, rompevientos y diferentes tipos de chaquetas para cada estación del año.

25) No puedes vivir sin pan!

26) Evitas ir al médico cuando tú o tus hijos tienen gripe, pues sólo te recomendarán tomar aire fresco.

27) Cantas con euforia (o incluso bailas) los hits alemanes llamados «Schlager«.

28) Tienes al menos un adorno de temporada en la puerta de tu casa, jardín o ventanas. Llámese huevos, calabazas, enanitos, corona navideña, etc.

29) Sobrepasas los 150 km/hr en el «autobahn» (autopista) 

30) Tienes el «kit» alemán para apoyar a la selección nacional en el mundial!

Así que en total estoy 90% alemanizada, lo cual no significa que tenga sólo 10% de mexicana! Me refiero a que ya casi paso por alemana, pues cumplo con muchos de los puntos que se consideran «típico alemán». Mexicana sigo siendo 100% 🙂 

Y tú? Ya te alemanizaste?

Cita

A todas las mujeres del mundo, sobretodo a las mariposas migrantes: FELIZ DÍA de la Mujer!

mujer

Mundo multi-color

En mi clase de alemán leímos un texto relacionado al tema de Migración que me encantó y que les comparto. Se llama «La analogía de los lentes de sol «:

» Imagina un país al que llamaremos X-landia en el que desde el principio del mundo toda las personas nacen con dos piernas, dos brazos, dos ojos, una nariz, una boca y unos lentes de sol. El color de dichos lentes es amarillo. Nadie encuentra raro llevar lentes de sol ya que todos los llevan. Los valores, actitudes, suposiciones, ideas y creencias son lo que hacen estos lentes de color amarillo. Todo lo que la gente observa, aprende y descubre llega al cerebro filtrado a través del color amarillo de los lentes que lleva. Se puede decir que el vidrio amarillo representa las actitudes, valores y creencias de X-landia.

Ahora imagina otro país al que llamaremos Y-landia en el que desde el principio del mundo toda las personas nacen con dos piernas, dos brazos, dos ojos, una nariz, una boca, y unos lentes de sol. El color de dichos lentes es azul. Nadie encuentra raro llevar lentes de sol ya que todos los llevan. Los valores, actitudes, suposiciones, ideas y creencias son lo que hacen estos lentes de color azul. Todo lo que la gente observa, aprende y descubre llega al cerebro filtrado a través del color azul de los lentes que lleva. Se puede decir que el vidrio azul representa las actitudes, valores y creencias de Y- landia.

Un día, un viajero de X-landia decide visitar Y-landia y para poder observar como los y-landeses viven decide adquirir unos lentes de color azul. Se los pone y se queda en ese país dos meses para conocer bien sus valores, actitudes y creencias. Al regresar a su patria se hace llamar «experto» en la cultura de Y-landia y describe su cultura de color verde! «

Creo que hasta ahora no había leído una descripción tan sencilla de cómo vemos el mundo los migrantes. Justo de esa manera me siento yo! ya no veo las cosas de color amarillo como seguramente todos los mexicanos las ven y tampoco puedo ver las cosas de color azul como todos los alemanes ya que apenas llevo viviendo aquí 12 años. Tampoco me puedo quitar los lentes amarillos, así que por más que trate de entender e integrarme en la cultura alemana siempre la veré a través de mi propia cultura es decir de color verde, que es el resultado de mezclar amarillo y azul.

Al relato le agregaría dos puntos adicionales:

– El color de los lentes se va intensificando con la edad de las personas. De tal forma que un niño los tiene apenas de color claro y al mudarse o migrar a otro país será mas facil adquirir el nuevo color en sus lentes y terminará siendo un verde amarillento o azulado.

– Por otro lado los niños que nacen en una familia bicultural nacerán automáticamente con lentes de color verde y con la edad irán tornándose más amarillos o más azules dependiendo del país donde viven, pero nunca seran 100% azules ni 100% amarillos.

Y las personas que tienen la fortuna de vivir en diferentes países a lo largo de su vida tendrán unos lentes multi color, lo cual es simplemente maravilloso! El tener este tipo de lentes tiene ventajas y desventajas pero con toda seguridad se trata de personas abiertas, tolerantes, y como dicen por ahí, son ciudadanos del mundo.

Justo esta mañana le tuve que explicar a mi marido sobre esta analogía para que entendiera porque 15° de temperatura no son suficientes para comer afuera, cosa que hace la mayoría de los alemanes en días tempados como hoy. Claro que me alegro de ver el sol pero también necesito del calor (mínimo 20 grados) para disfutar al 100%! De igual forma, él se ríe y no entiende de la fiesta que hacen los regios cuando caen 2 centímetros de nieve y van al Chipinque a hacer monos de nieve de 10 cms sobre el techo del carro. Obvio, con sus lentes alemanes 2 cms de nieve no son motivo de fiesta, ni para mí 15 grados es «calor». Y así como éstos, hay miles de ejemplos que podría mencionar de cómo el llevar unos lentes de otro país, no nos hace ver las cosas como los locales. Siempre será una combinación de valores, sentimientos, creencias, costumbres y tradiciones.

Viva el Multi-culti una vez mas! El mundo multi-color es hermoso o no?

Nostalgia con los 5 sentidos

La primera unidad de mi libro de alemán (en el curso B2 que estoy tomando) se llama «Heimat», que es nada más y nada menos que «Patria» y supone (correctamente) que todos los alumnos son inmigrantes. En el curso hay 3 polacas, 1 italiana, 1 egipcia, 1 ucraniana, 1 de Mongolia, 1 holandesa y un «Au-pair» de la Suiza franco parlante.

El tema incluye textos de gente alemana que ha emigrado al extranjero o que después de un tiempo fuera decide volver a su ciudad de origen. Obviamente se ve vocabulario relacionado al tema, y la gramática para escribir textos y defender puntos de vista. Un tema por demás interesante!

En uno de los ejercicios de la lección teníamos que relacionar palabras con los 5 sentidos. Y eso me inspiró a escribir esta entrada. Qué extraño de mi México? Qué olores, qué sabores y qué paisajes?  Y qué extraño de Alemania cuando estoy mucho tiempo fuera de casa? Aquí les comparto una pequeña lista de lo que extraño de mis dos patrias.

– Vista. 

De México. Extraño las montañas de Monterrey y el cielo azul. El colorido en los mercados y la variedad de frutas en el supermercado. Los vestidos folclóricos y la joyería en colores vivos. La decoración en todo tipo de fiestas, ya sea cumpleaños, boda, bautizo o XV años. Y las piñatas de todas formas y colores.

De Alemania. Extraño las estaciones tan marcadas que hacer ver a un mismo árbol como si fueran cuatro distintos dependiendo de la fecha. Los venados en la pradera y las aves como cisnes, cigüeñas y gorriones. Los adornos en las puertas y ventanas y en los jardines dependiendo de la temporada. Extraño poder ver los jardines de los vecinos y la gente en bicicleta. El verde «nuevo» al empezar la primavera, el amarillo de los sembradíos de canola (colza), el blanco brillante de la nieve y el arcoiris después de un chubasco repentino. Extraño los molinos de viento que se observan desde la carretera y los fuegos artificiales en Año Nuevo.

Monterrey, MX
Stade, DE

 

– Gusto. 

De México. Extraño el cabrito, los tamales y las fritangas. Los raspados, elote desgranado o asado y las gorditas. En general todos los mariscos, incluyendo los tacos de camarón o marlin. El pan de dulce, sobretodo las donas. Los dulces regionales y las botanas, además de la inmensa variedad de salsas en cualquier restaurante o casa.

De Alemania. Extraño las mermeladas, el vino caliente en invierno y la cerveza de barril en los festivales del pueblo. Los helados italianos y el pastel de ciruelo. 

Comida mexicana
Vino caliente

 

– Tacto.

De México. Extraño los apretones de mano al saludar, los besos acompañados de abrazos o palmadas en la espalda, y los abrazos bien apretados. Y extraño muchísimo el calor, tanto el humano como el del sol.

De Alemania. Extraño la calefacción en la casa y sobretodo en el baño, que aunque afuera esté nevando siempre esta calientito.

– Oído. 

De México. Extraño el bullicio en lugares públicos, el ruido de niños riendo en restaurantes, la música mexicana en eventos o restaurantes.

De Alemania. Extraño el silencio en la noche.

– Olfato. 

De México. Con este sentido es con el que menos extraño, pues el tráfico y la contaminación se han encargado de desaparecer muchos olores en la calle. 

De Alemania. Extraño el olor de la naturaleza y los olores de Navidad en casas y calles.

En general, este sentido no es mi fuerte. A diferencia de mi hermano menor, mi sentido del olfato no es tan sensible y pongo poca atención a los olores que me rodean. Y hablando de olores, el olor que nunca quisiera olvidar y que seguro extrañaré es el olor de mis hijas. Primero ese olor a bebé, y ahora ese olor de niñas… MMMmmmmMMM. Cómo quisiera guardarlo en un frasquito para poderlo oler en un futuro!

Y aunque no es un sentido propiamente, por último agregaría lo que extraño en general de ambos lugares y que incluye valores, sentimientos o costumbres.

De México. Extraño las misas llenas de gente y con coros alegres. Las reuniones familiares con más de 30 personas y las idas a merendar/cenar con mis mejores amigas. Las posadas y las peregrinaciones el día de Guadalupe. También echo de menos las idas regulares al cine, las carnes asadas y los centros comerciales. Que el comercio abra los domingos y acepten tarjeta de crédito en todas partes. La espontaneidad y el humor mexicano.

De Alemania. Extraño la seguridad al salir de noche y el orden con el que se conduce y vive. Las idas al bosque en otoño y a las albercas públicas en verano. Recoger fresas, manzanas o cerezas en las huertas. Los mercados de Navidad y buscar huevos en Pascua. Echo de menos el transporte público y la puntualidad. La confianza y respeto mutuo, la vida tranquila de mi pueblito y que las niñas crezcan sin miedo.

Y obviamente hay cosas que extraño de ambos países y que no escribí porque la lista sería interminable. Sólo menciono como ejemplo, las artesanías, el olor a pan recién horneado, las fiestas nacionales, las iglesias antiguas… todo eso extraño tanto de un país como del otro, aunque sea en algunas ocasiones casi opuesto o muy distinto.


No cabe duda que ya no soy 100% mexicana y nunca seré 100% alemana. Soy una mezcla curiosa de ambos países y por eso extraño tanto a uno como al otro cuando estoy lejos. Supongo que sólo los que están en mi situación comprenderán este sentimiento tan raro de pertenecer y no a dos países al mismo tiempo.Por eso una vez más digo: Viva el MULTI-CULTI 😉

 

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