Esa mirada alemana…
A petición de uno de mis cuatro lectores, hoy escribiré sobre esa mirada alemana que a muchos incomoda y a otros molesta más de la cuenta. He de confesar que no me había percatado mucho de dicha mirada, pero en los últimos días he oído acerca de ella y me inspiró un poco a escribir esta entrada.
Haciendo memoria, recordé que mi mamá me comentó de la hija de una conocida que vivió en Alemania y que justamente se quejaba de «cómo la miraban» los alemanes en el metro, en la calle o en el supermercado. Yo tenía poco tiempo en este país y simplemente contesté «Ay, seguro que ni la estaban viendo a ella y se está imaginando cosas».
Y después de muchos años de vivir aquí, sigo pensando igual. No sé si a mi no me miran raro, o es que yo no me fijo demasiado en cómo me mira la gente extraña. Y aún y si se me quedaran viendo como bicho raro, simplemente ignoraría a dicha persona y seguiría mi camino como si nada.
El mes pasado tuve la oportunidad de participar en una mesa redonda sobre el tema de «Mobbing» o «Bullying» y salió el tema de la «mirada alemana». No pude evitar reírme al escuchar a una sudafricana al hablar sobre su experiencia personal, pues justo unos días antes uno de mis lectores me había pedido escribir de ese tema. La señora sudafricana a la que me refiero, tiene 35 años viviendo en Alemania y ella sí que vivió historias de terror, discriminación y racismo hace muchos años. Hoy en día, dice que la gente no le hace groserías ni la insulta, pero muchas veces percibe esa «mirada» que antes le molestaba y que ahora le causa gracia. Su solución: contraataca! Tiene varias alternativas que van desde sonreírle a la persona que la esta viendo, decirle «buenos días» o hacerle gestos chistosos con manos y cara.
Se pueden imaginar las caras de los alemanes «mirones»?! Y realmente esa es la ACTITUD que debemos de tomar ante esas miradas de curiosidad, perplejidad, ignorancia, extrañeza, etc. Que si nos ven raro porque somos morenos, negros o amarillos, o porque llevamos colores vivos, hablamos más alto y en otro idioma, o tenemos acento al hablar alemán? Qué mas da? Todos somos diferentes y no hay más que dos opciones: ignorar esas miradas o contraatacar 🙂
La vida es corta para estar mortificándonos por lo que otros piensan o creen de nosotros. Y de verdad que muchas veces ni siquiera nos han de estar viendo a nosotros, simplemente estan con la mirada perdida o distraídos pensando en otra cosa y uno creyendo mil cosas raras.
A disfrutar la vida y que el mundo siga girando. A sonreír y hacer sonreír a los demás! Muchas veces es más que una mirada y podríamos sentirnos afectados ante un comentario discriminatorio o incluso una burla directa. Ante esa gente aplico la misma regla: ignorar! Ponerse a discutir no llevará a ningún lado, se los aseguro. Porque esa gente no cambiará su limitada forma de pensar, nos hará enojar y nosotros tampoco dejaremos de ser morenos, ni de hablar en español con nuestros hijos ni cambiaremos por un comentario de un extraño.
La abuelita de mi marido (QEPD), era de esas que no sólo me miraba raro, sino que me decía que como era posible que hablara español con mis hijas, que estaba en Alemania y que estaba haciendo algo muuuuy malo. Sólo me reía, le decía que respetaba su forma de pensar pero que no podía hablarles un alemán «mocho» porque lo aprenderían mal. Y eso durante 10 años. Ni ella me cambió ni yo a ella. Y eso lo recuerdo siempre. Si no cambié a una persona allegada, menos cambiaré a los extraños que me topo en la calle.
Y termino con la siguiente frase que me encontré en internet:
P.D. Viva la diversidad!!!