El día de ayer se cumplieron 25 años de la caída del muro de Berlín y como era de esperarse, se hizo un gran evento para festejarlo. En esta ocasión se colocaron 8000 globos blancos en toda la línea donde muchos años hubo un muro de concreto que dividía la ciudad en dos. Justo a la hora en que se abrió la frontera entre ambos lados de la ciudad hace 25 años, se empezaron a elevar estos globos al cielo. Un espectáculo que hizo llorar a muchos, entre ellos a mí! De no haber sido por la caída del Muro, no habría conocido a mi marido ni estaría aquí!
Cómo todo evento de esta magnitud, cada detalle y cada símbolo tuvieron un significado muy especial. Hubo invitados de honor, entre ellos Michael Gorbatchow y no podía faltar un discurso para inaugurar la celebración. Aquí les paso algunos fragmentos que tienen mucho para reflexionar, y que ayer mientras que lo escuchaba en vivo me hizo pensar muchísimo en mi país y en la situación tan difícil en la que se encuentra:
Del alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.
«Feliz Berlín, Feliz Alemania. Hoy hace 25 años, el Muro de Berlín cayó!
Los ciudadanos valientes de Berlín del Este y de toda la RDA lo lograron. Ellos allanaron el camino para la caída del Muro. Y tuvieron un papel crucial para garantizar que Alemania alcanzara la oportunidad histórica de superar la dictadura y la opresión para vivir en libertad y solidaridad.
Hoy podemos decir que hemos aprovechado la oportunidad. Y tenemos todas las razones, incluso hoy, a sentir esta felicidad 25 años después de la caída del Muro. Nadie olvidará el 9 de noviembre de 1989, ese día de alegría y felicidad.
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Y luego la gran manifestación del 4 de noviembre de 1989 en la plaza Alexanderplatz en Berlín. La gente superó su mutismo. Ellos sentían como esta revolución pacífica se había convertido en irreversible. Es conmovedor sentir nuevamente empatía con esos momentos tan emocionantes. Ver cómo miles de personas celebran en la Puerta de Brandenburgo. O la joven que espontáneamente besó a un policía cuando él le confirmó que la frontera estaba abierta – y permanece abierta. Una escena conmovedora. Estoy feliz de que ambos están con nosotros hoy.
Pero no son sólo los sentimientos; es el conocimiento de los cambios que marcaron ese 9 de noviembre de 1989. El fin de la Guerra Fría. El fin de la división de Alemania y de Europa. El comienzo de un nuevo tiempo.
Hoy podemos decir que el 9 de noviembre 1989 esta ahí para indicar que los muros se pueden superar – con valor y determinación, y – sí, por medios pacíficos! Berlín esta aquí para mostrar que lo imposible es posible. Esta es la experiencia formativa de nuestro tiempo. Y todos estamos en la obligación de aprovechar las oportunidades que surgen de ella. En una Europa abierta y libre, con la cual las personas sólo podían soñar antes de 1989.
Hoy queremos recordar de nuevo: Fue una larga lucha, y hubo muchas víctimas:
los prisioneros en el Gulag;
los disidentes del movimiento de liberación de Hungría de 1956 o la Carta 77, que a menudo fueron detenidos durante años;
los muchos jóvenes cuyo futuro fue obstruído, debido a que estaban en la oposición al sistema;
expatriados;
las víctimas de la Stasi, que fueron humillados y sufrieron terriblemente;
las personas que todavía en 1989 perdieron la vida mientras trataban de cruzar el Muro– asesinadas por los guardias fronterizos de Alemania Oriental o ahogadas en las aguas fronterizas de la ciudad. Todos fueron impulsados por el deseo de libertad y de justicia. No debemos olvidarlos jamás.
Les doy la bienvenida a este día, que nos une en felicidad y gratitud.
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Los muros de concreto y los muros en las mentes que existen todavía – pueden ser superados cuando las personas se reúnen y toman el destino en sus propias manos. Con este mensaje, deshacemos la frontera de luz y enviamos los globos al cielo … Por la paz y la libertad! «
Aquí les dejo un vídeo para que vean parte de esta frontera de luz desvaneciendose poco a poco. Ojalá que pronto no existan fronteras, ni muros, ni barreras, ni guerras!
Gracias por tus comentarios.