Vacaciones en la Península de Yucatán
25 días maravillosos en el sur de México se dicen fácil pero al ser tan intensos, se hicieron largos y placenteros.
Hicimos de todo un poco y pernoctamos en diversos lugares y ciudades.
Para empezar pasamos 3 noches en un hotel all-inclusive de 5 estrellas en Playa del Carmen donde también se hospedaron la familia de mi hermano menor y mis papás. Luego pasamos 2 semanas en un apartamento en la misma ciudad. Antes de llegar a Mérida dormimos una noche en un hotel sencillo cerca de Chichen Itza. En la blanca Mérida visitamos a unos tíos y otros días los pasamos en su casa de playa en Sisal.
De los bufetes a la cocineta, del restaurante 5 estrellas al puesto de la feria del pueblo, de la cafetería Toks al bar en la orilla de la playa. Probamos de todo y no nos enfermamos de nada. En el mar nos hartamos de mariscos, en Mérida de sus deliciosos antojitos, en los bufetes de lo mexicano y en casa de frutas y cosas que no siempre se consiguen en Alemania.
Conocimos muchos lugares, unos mas turísticos que otros, algunos culturales y otros naturales, playas color turquesa y selvas impresionantes. Todo digno de fotografiarse y guardarse para siempre en la memoria. Solo Dios sabe si volveremos a este paraíso terrenal, aunque ganas nunca faltarán!
Visitamos:
– Xcaret
– Playas:
En Cancún. Delfines y Marlín.
En la Riviera Maya. Paamul, Playa del Carmen
En el Golfo de Mexico. Sisal y Celestún.
– Cenotes. El del hotel Sandos, el Zací, el X-keken y el Azul.
– Ojos de Agua. En Celestun y Sisal.
– Ruinas. Tulúm, Cobá, Xcaret, Izamal y Chichen Itza.
– Iglesias y Catedrales de cada lugar.
– Ciudades/Pueblos:
Valladolid
Mérida
Cancún
Izamal
Playa del Carmen
Celestún
Hunucmá
Pisté
Sisal
– Museos. Gran Museo Maya.
El clima estuvo fantástico, en promedio amanecíamos a 25 para llegar a 30-32 grados a mediodía. Lluvias y tormentas casi a diario, pero pasaban rápido y nunca entorpecieron nuestros paseos o excursiones. Sólo un día llovió sin parar pero no teníamos plan porque se iba mi hermano a Monterrey y fuimos a despedirlo al hotel, y llevamos a mis papás a un hotel del centro donde se quedaron una semana más. Agarramos buen color y sin excesos no sufrimos de quemaduras ni ampollas 🙂
Como era sabido, celebramos el cumpleaños de Catalina y el mío durante estas vacaciones y casualmente los pasamos en el mismo lugar: Xcaret! El paraíso mexicano que merece una entrada aparte pero que puedo adelantar fue el mejor lugar para celebrar el 7mo y 40to cumpleaños respectivamente. El clima fue caluroso ambos días y en el mío nos acompañaron mis papás. Mejor no podía haber sido!
En mis 11 años de casada he pasado largas temporadas en Monterrey, pero nunca habíamos tenido unas vacaciones tan largas entre hoteles y paseos. Y de soltera sólo una vez viajé mas de 4 semanas por Europa.
Este tipo de vacaciones es único, porque en poco tiempo se conoce mucho. Es intenso y cansado, pero si se aprovecha bien el tiempo puede lograrse mucho. En nuestro caso, todo salió como lo planeamos y si no hubiera sido por el retraso de la maleta hubieran sido perfectas! Dicha maleta no alteró los planes ni paseos, pero si ocasionó estrés y gastos inesperados que espero la aerolínea reponga.
Dormimos en hamaca, paseamos en calesa, vimos flamingos, nos subimos a la rueda de la fortuna, bailamos en la lluvia, visitamos amigos y familiares, observamos el atardecer en la playa, fuimos al cine, agarramos color, nos picaron cientos de mosquitos, manejamos casi mil kilómetros, subimos ruinas mayas, probamos chapulines, celebramos 2 cumpleaños, nadamos en cenotes, ojos de agua y playas cristalinas… En pocas palabras: vivimos a México con nuestros 5 sentidos y lo disfrutamos al máximo!
Como dice la canción de Selena: Fotos y Recuerdoooooos! Eso es lo que nos queda de estas casi 4 semanas bien vividas en la Península de Yucatán! Ah, y muchas conchas y caracoles que recogimos en las diversas playas visitadas.