Para nuestro viaje a México este año decidimos volar solo con 2 maletas porque no tendríamos mucho espacio en la cajuela del coche que pensábamos rentar. Así que como siempre, en una maleta se empacó la ropa de mi marido y la mía y en otra maleta lo de las niñas, y como su ropa es mas pequeña y quedaba un poco de espacio libre metí todos los regalitos y algo de ropa mía.
El día mas esperado del año llegó y nos dirigimos al aeropuerto de Hamburgo con nuestras dos maletas y cada uno con una pieza de equipaje de mano: bolsa, mochila o maletita. Hicimos el check-in en una máquina y nosotros mismos documentamos nuestras maletas: tecnología moderna!
El vuelo de Hamburgo a Frankfurt salió un poco tarde, así que tuvimos que apurarnos en Frankfurt para tomar el vuelo de Condor que nos llevaría a Cancún. Para nuestra sorpresa tuvimos que volver a hacer una especie de check-in a pesar de tener ya nuestros pases de abordar impresos. En ese momento, la chica nos preguntó que si solo volábamos con una pieza de equipaje a lo que respondimos que no, y le mostramos nuestros comprobantes. Algo hizo en el sistema y nos aseguró que las maletas volarían con nosotros.
El vuelo tuvo un retraso de 40 minutos, el servicio fue bastante regular y la comida nada apetecible. Fue como volar en una aerolínea barata como Air Berlin o Interjet, pero con 11 horas de duración! Creo que no volveremos a volar con dicha aerolínea.
En fin, después del largo viaje, pasamos migración sin problemas y fuimos a la banda a esperar nuestras maletas.
Una llegó y la otra no! Y fue la de las niñas, esa que la chica de Frankfurt no había visto en el sistema. Las niñas no tenían nada de ropa ni traje de baño ni ropa interior! Y aquí es donde describiré el proceso que nos hizo pasar esta famosa maleta. Algo así como cuando alguien pierde un ser querido o es víctima de un robo.
– fase de sorpresa… Ver que todos los pasajeros de tu vuelo dejan el aeropuerto con sus maletas, te deja con una cara de WHAT? Qué pasó? Y te diriges al mostrador para reportar la ausencia de tu maleta con la sensación de que eso no esta pasando en realidad.
– fase de incredulidad… La persona que llenó el reporte lo hizo a mano porque a esa hora no tenían sistema. Nos dijeron que al día siguiente nos llamarían para decirnos si la maleta llegaba en el mismo vuelo, pero nadie nos llamó y después de muchas llamadas quedó claro que la maleta estaba perdida. No sabían donde estaba ni si la recuperaríamos.
– fase de espera… Así que solo quedaba esperar… Y esperamos…
– fase de esperanza… El 2do y 3er día teníamos todavía esperanza de que la encontraran y nos la hicieran llegar.
– pérdida de esperanza… Al 4to día cambiamos de domicilio y al intentar avisar de nuestra nueva dirección, nos dijeron que habíamos pasado a otro estatus ya que la maleta no se había encontrado por las características físicas ni por la etiqueta. Y era necesario llenar una forma con la descripción de los artículos empacados. Gracias a una amiga en Playa del Carmen, pudimos imprimir la forma, escanearla ya llena y mandarla por correo electrónico.
– resignación y compra de artículos perdidos. Al día siguiente de nuestra llegada compramos trajes de baño y vestidos de playa para las niñas. Y como estábamos en un hotel todo incluido, Victoria y Catalina sobrevivieron con un par de prendas, pero al 4to día que nos cambiamos a un departamento y ya teníamos coche para ir de compras, tuvimos que comprar pijamas, ropa interior, zapatos, shorts y camisetas. Sería ridículo sobrevivir casi 4 semanas con un par de cosas.
– nueva sorpresa! Pero el destino nos tenía otra sorpresa! 8 días después vimos en internet que habían encontrado la maleta y volaría a Cancún ese mismo día. Claro que llegó a nuestras manos al día siguiente, sana y salva y sin etiqueta! Ese había sido el problema… De alguna forma perdió su identificación en aeropuertos y como era una maleta vieja que hacía años que no usaba, mi etiqueta incluía mi dirección de soltera en Monterrey!
Fue una experiencia bastante desagradable y sé que le pasa a mucha gente… Algunas maletas encuentran su destino después de uno o varios días pero otras veces se quedan perdidas para siempre. No se lo deseo a nadie! Porque como se los escribí a Condor en el reporte de artículos incluidos en la maleta: el estrés, el tiempo perdido y la tristeza no tienen precio!
De lección aprendida me queda que no debo empacar nuestra ropa por separado sino traer un poco para todos en cada maleta, los regalos traerlos en el equipaje de mano y siempre tener los datos actualizados en las etiquetas de las maletas.
Espero sea la primera y última vez que nos pase ésto… No es nada divertido! Y puede llegar a arruinar unas lindas vacaciones, cosa que gracias a Dios esta vez no sucedió!
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