El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

Archivo para enero 16, 2013

Primer correo electrónico

Te acuerdas de tu primer correo electrónico? A quién se lo enviaste? Cuántos años tenías? Gracias a mi mala memoria, obviamente no recuerdo ni cuándo ni a quién le envié mi primer «email». Sé que mi primera cuenta de correo fue la de Hotmail y la abrí después de la carrera, así que tendría poco más de 20 años. Desde entonces, el correo electrónico ha sido parte de mi vida personal y laboral y en los últimos 20 años he abierto cuentas de correo en yahoo, hotmail y gmx más de una vez. En los trabajos que he tenido me han asignado otras tantas cuentas que han quedado en el olvido al dejarlos.

En fin… pertenezco a una generación que convive con la tecnología día a día pero que nació cuando todavía no estaba tan impregnada a la vida diaria. Por el contrario, mis hijas son de la generación donde el celular, la pantalla táctil y las redes sociales son parte normal de la vida.

Mi esposo que es un poco más loco que yo, abrió cuentas de correo electrónico para nuestras hijas cuando nació la pequeña, es decir hace más de 6 años. Obviamente nunca se habían usado y apenas el año pasado las usé para registar a mis hijas en un sitio de internet donde crean diseños para modelos. Un par de amiguitas lo recomendaron y juegan en una especie de red social, donde pueden comentar los modelos diseñados, regalarse prendas de vestir para las muñecas y enviarse mensajitos.

También el año pasado, mis hijas empezaron a escribir un diario personal. Una vez a la semana, se sientan con su papá para escribir sobre lo que hicieron durante la semana. Para qué? Supongo que cómo soy adicta a escribir, quiero que se acostumbren y le hallen el gusto a escribir las vivencias y experiencias. Hasta ahora lo hacen con gusto y sobretodo la mayor, disfruta de esta actividad. Claro, todo esto en alemán, idioma que muy a mi pesar, dominan mejor que el español.

Así que la semana se me ocurrió una idea para que así como practican la escritura en el idioma alemán, puedan hacerlo también en español. Y ahí es donde entra en juego su correo electrónico! Cada lunes, escribirán un mensaje a sus abuelos y primos en español!
Todavía no se acaba la semana y ya quieren contestar los correos recibidos 🙂 Desgraciadamente, tengo que poner un día en particular porque tienen otras actividades por las tardes y esto de escribir con un dedito, lleva su tiempo.

Así que aquí quedan grabados para la posteridad los primeros correos electrónicos de nuestras hijas y espero sean los primeros de miles. Así no sólo practicarán su lengua materna sino que también podrán compartir sus vivencias y anécdotas con sus seres queridos, que a pesar de la distancia siempre están pendientes de ellas. Y por otro lado, también aprenderán a teclear en la computadora 🙂

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Primera pijama-party!

Otra vez era hora de planear una fiesta, esta vez para el octavo cumpleaños de nuestra primogénita. Últimamente mis hijas asisten a fiestas que no son de mi estilo porque las mamás no se esmeran en la preparación sino que simplemente cumplen con el requisito. Para los meses de invierno es casi de ley que las fiestas no son en casas particulares sino que van al boliche, a un lugar de trampolines o al patinadero. Así las madres solo pagan la entrada de todos los invitados, piden la comida e incluso las invitaciones son compradas y sólo llenan los huecos. Los niños se divierten, no lo dudo pero no hay mucha convivencia con el festejado sino que cada quien se junta con otro y la pasan casi siempre en parejas.

Para mi una fiesta de cumpleaños es la oportunidad de pasarla con tus mejores amigos, divertirte con todos, y donde el festejado tiene un rol importante. Así que este año me puse a pensar en el tema y en opciones diferentes a las ya conocidas. Siendo invierno, no puede hacerse mucho afuera y el tiempo de manualidades ya pasó, así que pensé en una pijama-party.

Después de mucho preguntar e investigar, decidí que la pijamada era la mejor opción porque el cumpleaños de Victoria caería en el último viernes de las vacaciones de invierno. No invitaría a 8 como la regla lo indica porque más mis hijas serían 10 y además de no contar con tanto espacio me parecía un número difícil de manejar considerando que serían sólo niñas entre 6 y 8 años. Sólo se invitarían a 6 niñas + las dos de la casa = serían 8 en total!

Así qué manos a la obra! No sólo sería la primera pijama-party en la casa, sino que sería la primera para todas las invitadas, pues descubrí que en el barrio no es una costumbre muy común que digamos 😉 Además sería MI primera pijamada también porque de pequeña nunca me dejaron asistir a ninguna y mucho menos organizar una propia 😦 Porqué? Simplemente porque no! Aún de mamá no entiendo que tiene de malo dormir en casa de amiguitas, y a diferencia de mi mamá yo sí he dejado a mis hijas dormir en otras casas desde que entraron a la primaria. No es algo de cada fin de semana y sólo se quedan con las amigas de las cuales conocemos a sus padres y coincidimos en usos y costumbres. Gracias a Dios ninguna mamá estuvo en contra de la pijamada y por el contrario, mostraron bastante interés en la intrépida idea. 

Invitación

Como siempre, busqué dibujos e ideas para una invitación original. Incluyó el antifaz, las pantuflas y una almohada de papel donde venía la lista de cosas a traer: linterna, pijama, pantuflas, mono de peluche, colcha y almohada.

De internet tomé algunas ideas para la decoración de la sala-comedor donde se llevó a cabo la fiesta y también para las «bolsitas» que se les da al final del evento.
La mesa del comedor se convirtió en cama, en lugar de mantel le puse una sábana y en uno de los lados coloqué una almohada y los monos de peluche favoritos de la festejada.
Para las invitadas, mandé pedir antifaces para dormir y les puse su nombre con pintura brillosa. Además, les preparé una bolsa rosada (con su nombre también) con algunos artículos de belleza e higiene personal (q-tips, kleenex, peine, shampoo y crema), calcomanías y una toallita para la cara. Esta vez no hubo dulces 🙂

antifaces para dormir

«Bolsita»

Y por supuesto también el pastel tenía que combinar con el tema de la fiesta, así que con quequitos formé un antifaz, le puse betún rosado y el nombre de la cumpleañera.

A las niñas las traerían a las 6 de la tarde y el programa fue más o menos el siguiente:
6:00 Llegada de invitadas
Abrir los regalos
7:00 Cena – Minipizzas y nuggets de pollo
Ponerse la pijama
Pastel
Juegos – Desfile de modas, twister, Uno, concurso de rompecabezas
10:00 Película
y el plan era que después de la película se durmieran, ajá!
 
Las niñas estuvieron de muy buen humor desde que llegaron y participaron en todas las actividades planeadas. Después de cantar el «Happy Birthday», hicimos diversos juegos como por ejemplo el de la botella pero versión esmalte de uñas. Todas las niñas sentadas en círculo, se le da vuelta a una botellita de esmalte y la indicada por la base  pinta una uña de cada mano y de cada pie de la niña indicada por la tapa del esmalte. Y así sucesivamente hasta que todas terminan con las manos y pies pintados de diferentes colores.

En dos grupos armaron rompecabezas, y a las ganadoras se les dio un pequeño premio. Después algunas jugaron Twister mientras otras jugaban Uno. No podía faltar la guerrita de cojines y almohadas, una de las actividades favoritas de las niñas. Y también con sus pijamas desfilaron a lo largo de dos colchones colocados en la sala a forma de pasarela y echaban maromas mientras modelaban sus pijamas, antifaces y monos de peluche. A ratos bailaron o simplemente platicaban.

Antes de la película, se inflaron los tres colchones matrimoniales y cada quien eligió una pareja para dormir. Además había dos colchones individuales que finalmente no se usaron porque algunas prefieron dormir en grupos de 3 y otras en los sofás. Se acomodaron para ver la película que ellas mismas habían elegido y les puse algunas botanitas y bebidas para que la disfrutaran mejor.

Apenas había empezado la película cuando nos dimos cuenta que un colchón empezaba a perder aire! Auxilio!!! Se le puso pausa a la película y mi marido salió al rescate: colchón arreglado!
A eso de la medianoche terminó la película, así que apagamos las luces y les di las buenas noches. Me fui a poner las pijamas y me disponía a dormir cuando abajo parecía llevarse a cabo una mega-pachanga! A pesar de las llamadas de atención, la fiesta duró hasta las 2 y media de la mañana! Vaya que si tienen energía estas chiquillas!

Al día siguiente las primeras despertaron a las 8 de la mañana. Se cambiaron, desayunaron y a las 10 de la mañana todas fueron recogidas por sus padres. Misión cumplida! Las niñas iban felices, no paraban de contar los detalles de la noche anterior y más de una pedía que su siguiente fiesta fuera también una pijamada 🙂

Confieso que sí fue mucho trabajo, algo de estrés y que tardé un par de días en recuperarme de la desvelada, pero la satisfacción de ver a mis hijas tan contentas y saber que esta fiesta será recordada de forma especial hacen que el cansancio y el estrés no sean importantes. Ya veré si repito la hazaña, de momento el siguiente cumpleaños (el de la menor) será disfrutado en playas mexicanas y sólo con la familia 🙂

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