Se fueron los abuelos…
Parece que fue ayer cuando llegaron los abuelos a la casa y las niñas pedían desesperadas los regalos que les habían traído desde México. En un abrir y cerrar de ojos, se pasaron las 5 semanas que tenían programadas pasar en Alemania y hoy vuelan de regreso a Monterrey.
No me puedo quejar, pues el tiempo se aprovechó al máximo e hicimos muchas cosas juntos, desde viajar y pasear, hasta celebrar y disfrutar cada ocasión que se presentó.
Qué conocieron? Con nosotros viajaron al oeste de Alemania a un centro vacacional donde pasamos siete días haciendo de todo! Cocinamos, caminamos, disfrutamos piscina y columpios, platicamos, jugamos y convivimos prácticamente 12 horas al día.
Además, ellos hicieron un crucero por el Mediterráneo donde conocieron diversas ciudades de Francia, Italia y España además de visitar por primera vez el continente africano para pasear por los mercados de Túnez. Al terminar el crucero, se quedaron en Roma para pasear y conocer, comer y beber, celebrar su 40 aniversario de casados y los próximos 60 de mi mamá. Tuvieron un clima excelente y ningún contratiempo en vuelos, hoteles ni paseos.
Dos días antes de partir, decidimos festejarles sus cumpleaños, pues no estuvimos en México para los 70 años de mi papá ni estaremos para los 60 de mi mamá. Preparé un pastel, las niñas les cantaron las mañanitas y les hicieron unas tarjetas, además de abrir unos regalitos y festejarlos en un restaurante muy original llamado «Schwerelos» donde la comida llega en montañas rusas. Fue una agradable sorpresa, y así celebramos la bendición de cumplir años aunque no fuera el día exacto 😉
Se fue el abuelo (TITO)…
– que compraba conos a las nietas en cada heladería
– que arreglaba el jardín y cortaba el césped
– que checaba las noticias de México en internet a diario
– que ayudaba en la cocina a preparar chorizo, hacer tortillas de harina o empanadas
– que recogía manzanas o elotes en sus recorridos por el pueblo
– que paseaba en bicicleta cuando el clima lo permitía
– que iba por el pan para la cena y aprovechaba para traer donas para la merienda
– que ponía la mesa para la comida y la cena
– que aunque a señas intentaba comunicarse con sus «compadres» (mis suegros)
– que se echaba una cuba o un whisky con el yerno por la noche
Se fue la abuela (TITA)… – que cosía colas de sirena, faldas de olanes y remendaba pantalones
– que daba chicles a escondidas a sus nietas
– que pedía a las niñas traer flores para la Virgen de Guadalupe cuando salían a caminar
– que leía los cuentos por la noche
– que arreglaba los vestidos deshilachados de las muñecas
– que veía los canales de televisión española
– que cantaba el «Santa María» al rezar con las niñas
– que hacía empanadas, pasteles y otras delicias
– que iba de compras conmigo fuera al supermercado o al centro
Se fueron los abuelos…
– que consentían a las nietas en cuanta oportunidad se presentaba
– que ayudaban en el quehacer de la casa
– que cuidaban a las nenas para que sus padres pudieran salir de noche
– que disfrutaban cada baile, canción o payasada de las nietas
– que llevaban a las niñas a ver los caballos
– que disfrutan los días de lluvia, los días frescos y los días nublados
– que prueban todo tipo de platillos e ingredientes
– que no se quejan del clima, ni por cansancio, ni de los alemanes 😉
Se fueron… pero confío en que pronto volverán! Dios los bendiga y les conceda la salud necesaria para seguir viajando a Alemania a visitar a su hija predilecta, a su yerno extraordinario y a sus nietas mexicano-alemanas 🙂 Aquí ya se les extraña!!! Besos y abrazos y que lleguen con bien a Monterrey!