Nuevos aparatos en mi vida…
Nuestra vida es más sencilla gracias a diversos aparatos que nos facilitan el quehacer, nos evitan fatigas, nos ahorran tiempo y nos hacen la vida más llevadera. Me refiero obviamente a todo tipo de electrodomésticos como la licuadora, la batidora, el microondas, la aspiradora o la plancha. Pero también a las máquinas grandes como la lavadora, la lavavajillas o la podadora de césped. Gracias a todos estos aparatitos o aparatotes no tenemos que lavar más a mano, ni aplastar alimentos para hacer purés, jugos o dips, etc.
Y el mes pasado adquirí un aparato nuevo para mi colección: la llamada Thermomix! Una de mis mejores amigas mexicanas en Alemania la tiene desde hace mucho y aunque me había insistido en comprarla no me había animado por el precio. Cuesta casi 1000 euros y no le veía mucho sentido a comprar otra «licuadora». Pero el destino quiso que conociera a una representante de dicho producto por medio de una amiga-vecina y me convenció! La pagaré en pagos chiquitos por 18 meses sin intereses, así que no lo veo tan pesado.
Que qué hace esta «licuadora»? Pues de todo! Sólo falta que me adivine el pensamiento. No sólo pica, bate, licúa y muele… sino cocina lo que acabas de picar o batir, además de que tiene una especie de platón para cocer a vapor. Es completamente programable y puedes hacer otras cosas mientras la máquina hace su trabajo.
En resumén este máquina vino a reemplazar a: la licuadora, la batidora, todas las mugritas que tengo para picar (nuez, cebolla, etc), sartenes (porque tambien dora o cocina), vaporera, el típico Braun y lo más importante: mis manos! Porque también tiene una función especial para amasar, así que la masa para tortillas, pan, galletas o lo que se me ocurra no la tengo que amasar con mis manitas!
Apenas tengo un mes con ella, y aunque no la uso a diario todavía, sí que le veo su funcionalidad y sus beneficios. Aquí les pongo unas fotitos de las pocas cosas que he hecho:
Ya viene Navidad y tengo un montón de recetas que quiero probar para dulces, galletas y panes! Definitivamente la Thermomix ha venido a ahorrarme tiempo, a despertar nuevamente el deseo de probar otras recetas y a evitarme trabajo que no me gusta como picar y amasar 🙂
Pero no sólo mi vida ha cambiado gracias a mi nueva adquisición en la cocina, sino también por otros aparatitos que han hecho que re-descubra el mundo a través del oído! Y me refiero a unos aparatos auditivos que estoy usando desde HOY!
Cuando tenía 5 o 6 años tuve problemas con mis oídos y desde entonces no escucho perfectamente. El oído izquierdo tenía una funcionalidad de 50% mientras que el derecho de un 75%. Así crecí y me adapté a esta discapacidad sin darme cuenta. Siempre me sentaba adelante en las clases, y me acostumbré a decir que estaba «media sorda» cuando escuchaba la televisión mas fuerte de lo normal o pedía que me repitieran alguna indicación.
Mi vida se desarrolló de forma normal, terminé mis estudios, trabajé y nunca tuve ningún problema con eso. Nacieron las niñas y lo único que fue un poco diferente al resto de las madres talvez es que conservé el «baby phone» en la habitación de las niñas hasta que tuvieron 3 años porque tenía el temor de no escucharlas llorar o vomitar.
Mi marido se acostumbró a escuchar la televisión super alto, porque además del problema de oído, venía el problema del entendimiento y es que ver una película o un noticiero en alemán es mucho más complicado de lo que parece 🙂
Todo iba bien hasta que se fueron acumulando los cursos de español y me di cuenta que no escuchaba lo que decían mis alumnos mientras escribía en el pizarrón (de espaldas) o cuando decían algo los alumnos de atrás. Fue hasta entonces cuando decidí hacerme unos exámenes de oído para saber realmente qué tan grave era el problema.
Y sorpresa! Requiero aparatos auditivos en ambos oídos! El proceso ha sido largo, porque tuvieron que hacermelos a mi medida, ha tenido que llenarse mucho papeleo para el seguro médico y porque tengo un montón de citas durante la semana. Finalmente ayer me dieron los aparatitos para probarlos y si es necesario se cambiarán por otros más caros o se programarán para que escuche mejor.
No fue una sorpresa el resultado de los exámenes porque ya sabía que estaba media sorda, lo que ha sido una sorpresa es todo lo que no escuchaba y a lo cual me acostumbré.
Apenas tengo un día con ellos y la idea es usarlos un par de horas al principio para irme adaptando al «ruido» diario. Me lo programaron a un nivel que todavía no es el «normal» y aún así estoy sorprendida de escuchar miles de cosas que no oía como mis propios pasos, el motor del carro o cuando mueven papeles a mis espaldas.
Hoy probaré qué tal escucho a mis alumnos, y estoy segura de que percibiré mil cosas que antes no percibía. Con el tiempo me adaptaré a esos ruidos insignificantes y no me llamarán tanto la atención… todo cambiará y doy gracias a Dios por permitirme re-descubir el mundo del sonido aunque sea con aparatitos externos. Espero que mi trabajo como profesora mejore gracias a ellos y que aprenda a valorar nuevamente ese don y sentido maravilloso que tenemos y que había tenido perdido por tanto tiempo!