El diario personal de una mujer, mexicana, migrante y mamá que vive en Alemania… sus experiencias, sus anécdotas y sus opiniones!

Archivo para noviembre, 2011

Nuevos aparatos en mi vida…

Nuestra vida es más sencilla gracias a diversos aparatos que nos facilitan el quehacer, nos evitan fatigas, nos ahorran tiempo y nos hacen la vida más llevadera. Me refiero obviamente a todo tipo de electrodomésticos como la licuadora, la batidora, el microondas, la aspiradora o la plancha. Pero también a las máquinas grandes como la lavadora, la lavavajillas o la podadora de césped. Gracias a todos estos aparatitos o aparatotes no tenemos que lavar más a mano, ni aplastar alimentos para hacer purés, jugos o dips, etc.

Y el mes pasado adquirí un aparato nuevo para mi colección: la llamada Thermomix! Una de mis mejores amigas mexicanas en Alemania la tiene desde hace mucho y aunque me había insistido en comprarla no me había animado por el precio. Cuesta casi 1000 euros y no le veía mucho sentido a comprar otra «licuadora». Pero el destino quiso que conociera a una representante de dicho producto por medio de una amiga-vecina y me convenció! La pagaré en pagos chiquitos por 18 meses sin intereses, así que no lo veo tan pesado.

Que qué hace esta «licuadora»? Pues de todo! Sólo falta que me adivine el pensamiento. No sólo pica, bate, licúa y muele… sino cocina lo que acabas de picar o batir, además de que tiene una especie de platón para cocer a vapor. Es completamente programable y puedes hacer otras cosas mientras la máquina hace su trabajo.

En resumén este máquina vino a reemplazar a: la licuadora, la batidora, todas las mugritas que tengo para picar (nuez, cebolla, etc), sartenes (porque tambien dora o cocina), vaporera, el típico Braun y lo más importante: mis manos! Porque también tiene una función especial para amasar, así que la masa para tortillas, pan, galletas o lo que se me ocurra no la tengo que amasar con mis manitas!

Apenas tengo un mes con ella, y aunque no la uso a diario todavía, sí que le veo su funcionalidad y sus beneficios. Aquí les pongo unas fotitos de las pocas cosas que he hecho:

Ya viene Navidad y tengo un montón de recetas que quiero probar para dulces, galletas y panes! Definitivamente la Thermomix ha venido a ahorrarme tiempo, a despertar nuevamente el deseo de probar otras recetas y a evitarme trabajo que no me gusta como picar y amasar 🙂

Pero no sólo mi vida ha cambiado gracias a mi nueva adquisición en la cocina, sino también por otros aparatitos que han hecho que re-descubra el mundo a través del oído! Y me refiero a unos aparatos auditivos que estoy usando desde HOY!

Cuando tenía 5 o 6 años tuve problemas con mis oídos y desde entonces no escucho perfectamente. El oído izquierdo tenía una funcionalidad de 50% mientras que el derecho de un 75%. Así crecí y me adapté a esta discapacidad sin darme cuenta. Siempre me sentaba adelante en las clases, y me acostumbré a decir que estaba «media sorda» cuando escuchaba la televisión mas fuerte de lo normal o pedía que me repitieran alguna indicación.

Mi vida se desarrolló de forma normal, terminé mis estudios, trabajé y nunca tuve ningún problema con eso. Nacieron las niñas y lo único que fue un poco diferente al resto de las madres talvez es que conservé el «baby phone» en la habitación de las niñas hasta que tuvieron 3 años porque tenía el temor de no escucharlas llorar o vomitar.

Mi marido se acostumbró a escuchar la televisión super alto, porque además del problema de oído, venía el problema del entendimiento y es que ver una película o un noticiero en alemán es mucho más complicado de lo que parece 🙂

Todo iba bien hasta que se fueron acumulando los cursos de español y me di cuenta que no escuchaba lo que decían mis alumnos mientras escribía en el pizarrón (de espaldas) o cuando decían algo los alumnos de atrás. Fue hasta entonces cuando decidí hacerme unos exámenes de oído para saber realmente qué tan grave era el problema.

Y sorpresa! Requiero aparatos auditivos en ambos oídos! El proceso ha sido largo, porque tuvieron que hacermelos a mi medida, ha tenido que llenarse mucho papeleo para el seguro médico y porque tengo un montón de citas durante la semana. Finalmente ayer me dieron los aparatitos para probarlos y si es necesario se cambiarán por otros más caros o se programarán para que escuche mejor.

No fue una sorpresa el resultado de los exámenes porque ya sabía que estaba media sorda, lo que ha sido una sorpresa es todo lo que no escuchaba y a lo cual me acostumbré.

Apenas tengo un día con ellos y la idea es usarlos un par de horas al principio para irme adaptando al «ruido» diario. Me lo programaron a un nivel que todavía no es el «normal» y aún así estoy sorprendida de escuchar miles de cosas que no oía como mis propios pasos, el motor del carro o cuando mueven papeles a mis espaldas.

Hoy probaré qué tal escucho a mis alumnos, y estoy segura de que percibiré mil cosas que antes no percibía. Con el tiempo me adaptaré a esos ruidos insignificantes y no me llamarán tanto la atención… todo cambiará y doy gracias a Dios por permitirme re-descubir el mundo del sonido aunque sea con aparatitos externos. Espero que mi trabajo como profesora mejore gracias a ellos y que aprenda a valorar nuevamente ese don y sentido maravilloso que tenemos y que había tenido perdido por tanto tiempo!

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Una disculpa…

Ya se va a acabar el mes de Noviembre y no he escrito nada… así que antes de que se acabe quiero hacer esta segunda entrada, aunque sea sólo para pedir una disculpa.
He estado muy ocupada con mis cursos de español y las actividades de mis hijas, por lo que he tenido que suspender dos cosas:
– primeramente el ejercicio (gracias a Dios que no estoy gorda, porque ya estaría rodando)
– y segundo: el escribir en este blog 😦

Tengo muchos temas pendientes y sólo es cuestión de encontrar unos minutitos para ponerlos en este sitio. Pero el poco tiempo que he tenido libre últimamente lo he dedicado a descansar, a terminar una manualidad de Navidad que tiene años esperando y a ver a mi marido que gracias a mi curso intensivo «Español para el viaje» estuvo de niñero los últimos dos fines de semana.

Entre los temas que quiero escribir están:
– Nuevos aparatos en mi vida
– Primera evaluación de Victoria en la primaria
– Bendito sueño

Prometo ponerme las pilas y escribir lo antes posible. Lo malo es que viene Diciembre con todas sus fiestas, posadas y pendientes así que no quiero prometer de más 😉

Soy la de la mochila roja…

Seguro que la mayoría conoce la canción «La de la mochila azul» de Pedrito Fernández… y pues ahora me la copio yo porque soy la de la mochila pero roja 🙂 Y no porque sea una estudiante, sino porque soy una profesora y a todas mis clases cargo con mi gran mochila colorada con libros, libretas y mi caja de sorpresas.

Empecé hace algunos años con clases de español privadas a conocidos y vecinos. Fue justo cuando nació Catalina (2006) cuando casualmente una vecina jovencita que necesitaba español para un exámen de admisión en la universidad, me preguntó si podía ayudarla. Recuerdo que no le cobré nada porque era mi primera vez y la tomé como conejilla de indias para ver cómo le podía enseñar mi propio idioma materno que había aprendido desde pequeña pero que nunca había enseñado.

Me gustó y justo al poco tiempo por medio de la directora del jardín de niños, otra señora que sabía algo de español y tenía casa en Mallorca quiso tomar clases particulares conmigo. No sabía ni cuanto cobrarle, y después de averiguar un poco le dije que 10 euros. Todavía viene conmigo regularmente y le sigo cobrando lo mismo por derecho de antigüedad ya que he subido bastante de cuotas 🙂

Dos o tres años después, incursioné en las clases de español para niños que no resultaron como esperaba pero que me abrieron muchas otras puertas en el mundo laboral. Gracias a un par de artículos de periódico que salieron de esa aventura, recibí mas llamadas de clientes adultos y particulares.


Fue cuando me decidí a preguntar por una oportunidad de trabajo en la «universidad popular» (VHS) como profesora de español. Y se me dió! Empecé con cursos intensivos de español para el viaje, y luego me llamaron para sustituir a una profesora enferma y que tenía algunos cursos pendientes. Hoy en día, tengo 3 cursos regulares (de una hora y media por semana) además de seguir con el curso intensivo de español para el viaje (2 fines de semana) y otro más de cocina mexicana.

Los clientes particulares van y vienen… y como se acomodan a mi horario, vienen cuando tengo tiempo y aún y cuando estan las niñas en casa. He tenido de todos niveles y desde Septiembre, doy clases de español de negocios en una empresa para una de sus empleadas que tiene comunicación con sus clientes en España.

Y también en verano surgió otra nueva oportunidad de trabajo en el campus Stade de una universidad privada. Apenas comencé a dar clases hace un par de semanas a 18 universitarios de Administración de Negocios que necesitan aprender un 2do idioma extranjero como requisito. Es toda una nueva experiencia, porque además de ser otro grupo de edad, tengo mayor acceso a medios tecnológicos y mis clases incluyen internet, vídeos y presentaciones más profesionales. Estoy feliz! La idea es que en 5 semestres dominen el español en un nivel A2-B1 y espero quedarme para lograrlo!

Así que ahora prácticamente toda la semana cargo con mi mochila roja! Lunes y martes a la universidad privada, miércoles y jueves a la VHS y el viernes a la empresa donde doy clases particulares. Algunas veces llevo mi laptop y la que no puede faltar es mi caja de sorpresas donde cargo de todo: dados, pelota, marcadores, imanes, clips, tarjetas y muchas cositas más que me sacan de apuros a diario!

Quién lo iba a decir? que el español me abriría tantas puertas y me haría toda una profesora.. que conocería y amaría más mi idioma materno al enseñarlo… y que aunque no me da para vivir, sí me da para mantenerme ocupada y activa, haciendo lo que me gusta y divirtiéndome mucho!

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