Unas verdaderas vacaciones!
Finalmente tengo tiempo de escribir acerca de nuestras últimas vacaciones. Sé que las últimas entradas en este blog estan relacionadas a las 3 semanas que pasamos en California, desde el plan, el día de vuelo, las fotos familiares y el viaje express a Ensenada, pero ahora les contaré de todo lo que hicimos en esos 20 días, sobretodo de los lugares que conocimos en California.
Llegamos a San Diego el 30 de Diciembre muy noche, Tom el 31 por aquello de que se quedó en Houston por nuestro retraso en Londres. Así que recién lo recogieron en el aeropuerto, mis hermanos y mi papá se lo llevaron al Autoshow de San Diego, mientras las chicas (mis cuñadas, mi mamá, las niñas y yo) nos fuimos a la playa de Carlsbad y a comprar lo necesario para la cena de fin de año.
Fuimos a misa a dar gracias por el año que terminaba y en casa de mi hermano, cenamos bacalao, salmón con espinacas, arroz y ensalada. Los niños abrieron regalos de Navidad retrasados y a las 11 de la noche declaramos el fin de año porque andaban todos muy cansados y al día siguiente teníamos que despertar temprano.
Pasamos el primer día del año en un parque de diversiones en Anaheim, llamado Knotts Berry Farm. Para quien no lo conoce, es el parque de «Snoopy» y hay todo tipo de atracciones y juegos mecánicos, para chicos y para grandes! Shows, desfile con los personajes de Snoopy, restaurantes y tiendas de souvenirs! Fue un día espectacular! Toda la familia, abuelos, hijos y nietos en la rueda de la fortuna, en los carritos chocones, en montañas rusas, etc!
Y lo más interesante es que hace 25 años mis papás nos llevaron a ese parque, la misma ocasión en la que también conocimos Disneylandia. Mi mamá no podía creer que estuviera en el mismo lugar ahora con todos los hijos casados, nietos y sobretodo que coincidieramos ahí porque no vivimos todos en Monterrey! Fue una experiencia inolvidable! y para hacerla más inolvidable mi mamá insistió en tomar una foto «antigua» de los nietos porque se había quedado con las ganas de tomarla a sus hijitos 25 años antes.
El 2 de Enero fué el día de las fotos familiares, así que la pasamos en casa primero arreglándonos y luego posando. Al día siguiente Tom y yo nos fuimos de compras, mientras que mi hermano se llevó a las niñas a un acuario cerca de los outlets. Fué un día productivo, con las compras de rigor, sobretodo mi marido que siempre se surte de camisas y pantalones de marca americana.
El cumpleaños de Victoria lo pasamos también en casa de mi hermano, hizo buen clima así que los chicos se encargaron de la carne asada y por la tarde jugamos al Wii. Un día muy familiar y muy agusto… el último con toda la familia reunida porque el día 5 se regresaba mi hermano menor a Monterrey.
Como ya lo escribí antes, del 5 al 7 de enero la pasamos en Ensenada, México con mi amiga Y.Y. y las niñas se quedaron con mis papás en casa de mi hermano. Fue una visita express pero muy disfrutada e increíble.
Así que de regreso en San Marcos, rentamos un coche el 8 de Enero para empezar nuestra aventura por la costa californiana. El viaje resultó como estaba planeado, no hubo contratiempos, problemas ni cambios de ruta. Tomamos rumbo al norte, donde visitaríamos primero a una amiga de la preparatoria, cerca de Ventura entre Los Angeles y Santa Barbara.
En el camino visitamos un par de playas: Redondo Beach y Hermoso Beach, donde las niñas se fascinaron con las gaviotas, recogieron conchas y mojaron sus pies en el mar. Su fascinación por las sirenas es directamente proporcional a su amor por el mar, los peces y toda la vida marina. Así que no hay mejor paraíso para Victoria y Catalina que la playa, ya sea de río o de océano, sea fría o cálida, con arena oscura, piedras o algas. Verlas jugar con las olas, correr para espantar gaviotas y mojarse hasta los calzones fue la mejor parte de mis vacaciones! No cabe duda, que observar a los hijos felices es lo mejor de la maternidad!
Llegamos al atardecer a casa de mi amiga, nos fuimos a cenar a un restaurante japonés y el día siguiente lo pasamos en Santa Bárbara. Primero en el zoológico de la ciudad, luego comimos unas ricas hamburguesas en el centro y terminamos el día en la playa. Fue un día fresco pero soleado que disfrutamos muchísimo con la familia de mi amiga, y las niñas hicieron rápidamente amistad con su hija de 7 años.
El día siguiente hicimos algunas compras y pasamos la tarde en Santa Mónica, una ciudad muy bonita que tiene una rueda de la fortuna en la orilla de la playa. Las niñas volvieron a disfrutar la playa, las olas, las gaviotas y las conchas. Mientras que Tom iba con Catalina al auto por ropa seca porque se había mojado toda, me senté en la playa con Victoria a ver el atardecer. Fue una experiencia única! Ver como se esconde el sol en 5 minutos fue algo extraordinario para Victoria y lo disfrutamos muchísimo!
Nos quedamos en un hotel cerca del aeropuerto de Los Angeles y al día siguiente nos fuimos a Hollywood! Sí, a ese lugar tan exótico y famoso, donde las estrellas de cine, teatro y música tienen su estrella en el suelo con su nombre. Paseamos por la calle principal, tomamos un helado en un local de Disney y encontramos la estrella de Mickey Mouse. Las niñas se sentían divas y se interesaban por las huellas, las estrellas, las luminarias y las letras gigantes que dicen HOLLYWOOD a lo lejos. Después decidimos comer en el barrio chino de Los Angeles, donde nos transportamos por unas horas al Oriente… todo esta escrito con signos, la gente te habla chino, venden lo inimaginable, y todo estaba decorado con conejos por el nuevo año que estaba por comenzar en la China. Caminamos un poco por las calles de Los Angeles y fuimos a dar a una iglesia muy grande, moderna y católica que tenía un altar a la Guadalupana en el patio. Rezamos para tener un buen viaje de regreso y nos fuimos al hotel a descansar! Había sido un día fascinante pero agotador!
Al día siguiente nos fuimos a Long Beach, donde está atracado el barco Queen Mary. Paseamos por el puerto, comimos unos camarones deliciosos e hicimos un paseo en barco por la bahía. Fue un día soleado y calientito que terminamos nuevamente en la playa, ahora en Seal Beach. La temperatura iba en aumento cada día, y ese día en particular disfrutamos el sol a 25 grados. Delicioso!
Los siguientes dos días los pasamos en los parques de diversiones de Disney, pero esa aventura la contaré en un apartado otro día. Después de ver los fuegos pirotécnicos el viernes 14 de enero en Disneylandia, volvimos a casa de mi hermano.
El último fin de semana de nuestras vacaciones la pasamos con mi hermano y su familia. Cabe mencionar, que mis padres ya se habían regresado a Monterrey. Así que fuimos a San Diego, las chicas rentamos una bicicleta familiar mientras que los chicos conocían el museo de un portaaviones en el puerto. El domingo lo dedicamos a empacar, comprar las últimas cosas y disfrutar el día con una carne asada a 25 grados.
Las vacaciones llegaron a su fin con nuestro vuelo de regreso el lunes 17 de enero. Gracias a Dios no tuvimos retrasos ni contratiempos y llegamos a casa el martes temprano, ya no había nieve y el termómetro rondaba los 5 grados. Poco a poco volvimos a nuestra rutina, y a pesar de que nos tardamos mucho en adaptarnos al horario y las niñas despertaban en la madrugada, ya estamos acostumbrados y la vida ha vuelto a la normalidad.
Fueron unas vacaciones increíbes, inolvidables y espectaculares! Disfrutamos a la familia, conocí como vive mi hermano y su familia en California, descansamos, paseamos, conocimos lugares padrísimos, visitamos amigos, tomamos una buena dosis de sol, mar y calor, no compramos mucho, pero disfrutamos el «shopping», probamos y comimos de todo, cargamos pilas y guardaremos estos lindos recuerdos en nuestro corazón, donde siempre estarán presentes para recordarnos lo hermoso que pueden ser unas vacaciones en familia! Ruego a Dios para que este tipo de experiencia se repita, y frecuentemente!
PD. En las palabras subrayadas pueden ver fotos relacionadas a la ocasión y aquí el resto.