Como ya lo he escrito antes, esta Navidad es la primera que paso en Alemania después de 5 años consecutivos de haberla pasado en México. La decisión de quedarnos aqui no fue fácil y creí que sería triste, o al menos difícil el pasar los días previos a la Navidad en casa, sin la emoción de empacar, comprar regalos para llevar a la familia mexicana y disfrutar las tradicionales posadas con amigos y familiares en mi ciudad natal.
Pero ya vamos a mitad de diciembre, y tengo que confesar que no ha sido tan difícil… y en parte es porque aqui también se viven los días previos a la Navidad entre fiestas y comida, justo como en México o en cualquier otra parte del mundo.
Desde que empezó Diciembre, me propuse organizar fiestas, reuniones, posadas o cualquier cosa que se le pareciera! Además, obviamente no íbamos a dejar de asistir a las tradicionales fiestas del jardín de niños, o a las reuniones navideñas de algunos círculos de amistades. Empecé haciendo dos piñatas, de estrella, cómo las que se usan en las posadas mexicanas. Una para una posada de adultos, y otra para una fiesta de las niñas con sus amiguitas. Ya soy toda una experta en la materia, y en un par de días estaban listas dos piñatas coloridas, llenas de dulces y listas para ser sacrificadas!
Diciembre empezó de maravilla porque justo el primer día del mes fue la fiesta del grupo de Victoria en el jardín de niños. Los papás o mamás fuimos citados a las dos y media de la tarde, y disfrutamos en compañía de nuestros hijos de una merienda sencilla con café o té. Después hicimos galletas con ellos, las cuales les fueron entregadas al día siguiente y cerraron el evento cantando una canción muy navideña «En la panadería de Navidad» para nosotros.
Por otro lado, organicé dos desayunos en la casa con las mamás de las mejores amiguitas de mis hijas. Y porqué dos? Pues porque son muchas amiguitas, y por consiguiente muchas mamás, así que el primero fue el 6 de Diciembre para las del grupo de Catalina y hoy fue el de las mamás del grupo de Victoria. En cada desayuno eramos seis mamás y pasamos una mañana muy agradable, platicando y comiendo! Para variar!
El día 7 de diciembre fue la fiesta en el jardín de niños del grupo de Catalina. Esta vez, los papás o mamás fueron citados a las 3 de la tarde y después de merendar con ellos, los niños pintaron unos mantelitos con motivos navideños. Adicionalmente, los niños cantaron y declamaron canciones y poemas de Navidad para nosotros.
El día 10 de diciembre, fue la posada con mis mejores amigas de por aquí, por donde vivo. Son de diferentes nacionalidades y las conozco de diferentes partes, una es vecina, otras son del grupo internacional, etc. Lo importante es que para mí son como mis hermanas o primas aquí y quise hacer una cena muy especial. Mi idea fue hacer una taquiza con tortillas de harina y el menú consistió en diferentes guisados: camarones en chipotle, queso con rajas, barbacoa y carne de cerdo adobada.
Adicionalmente preparé un dip de cilantro, frijoles refritos y ensalada. De postre: unas figuritas navideñas de nieve de vainilla y chocolate. Todo quedó delicioso y las invitadas al igual que yo quedaron satisfechas! El plan era romper la piñata después de cenar, pero estaba haciendo tanto frío, que mejor seguimos disfrutando de la plática hasta la media noche.
Al día siguiente, fue la tradicional fiesta de Navidad de uno de los grupos internacionales a los que pertenezco aquí en Stade. Es una cena de parejas, y siempre se lleva a cabo en un restaurante elegante, se come delicioso y se hace intercambio de regalos. Este año cenamos en un restaurante que no conocíamos, Tom eligió el plato con animales salvajes: jabalí y venado, mientras que yo disfruté pato asado con col roja y croquetas de papa. Cosa más deliciosa no hay! Pasamos una velada muy agradable y comimos de maravilla! Qué más se puede pedir?
El día de la Virgen de Guadalupe fue la posadita de las niñas. Cada una invitó a 3 amiguitas, así que en total eran 8 niñas entre 4 y 6 años de edad. Suenan poquitas, pero considerando que todo el tiempo estan adentro, es díficil de entretener a más sin que hagan travesuras, se aburran o no las pueda controlar.
El tema de la fiesta fue la «piñata«, y además de romper la tradicional piñata, hicimos un pastel con forma de piñata y las niñas hicieron pequeñas piñatas para colgar en el pino de Navidad. Se divirtieron mucho, comieron pastel y galletas, jugaron a las sillas y quebraron la piñata!
Y así se me han pasado las primeras dos semanas de diciembre, entre galletas, desayunos, comidas, cenas, meriendas y piñatas. De aquí a Navidad no hay mas eventos sociales, pero queda tan poco que dudo extrañar las posadas mexicanas. Ahora me concentraré en descansar y en preparar nuestro viaje a California para fin de año.
Claro que no me he olvidado del verdadero significado de la Navidad, y en estas tres semanas de Adviento hemos preparado nuestros corazones a la par de tanta fiesta, para recibir al Niño Jesús esta Navidad. Así que no queda más que disfrutar esta última semana y alistarnos para una muy, pero muy BLANCA NAVIDAD!
Comentarios en: "Entre fiestas y comida…" (2)
pura fiesta Naty 😉 jeje
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el pastel de pinata, me encantó!
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