Mariposa Migrante

El día de nuestra boda sigue en nuestra memoria como si hubiera sido ayer… fue un día memorable, porque me casé con el hombre de mis sueños, con mi media naranja, con mi príncipe azul. Tom llegó a mi vida un 30 de septiembre, de manera casual y divertida… porque cuando lo conocí, creí que era norteamericano y esa creencia duró un par de días. Lo conocí en un bar, dónde yo hubiera jurado que no habría de conocer a un hombre interesante, mucho menos a una persona con quien empezar una relación seria. Pero pakatelas! quién lo iba a decir, Dios ya me lo tenía todo bien preparado… y lo que empezó como un encuentro sin intención formal… terminó en boda un año y medio después.

La boda fue como yo la había soñado: de día  y en Mayo, la ceremonia religiosa en una iglesia pequeña de pueblo y la recepción al aire libre. Mi vestido fue como el de las princesas de cuento, con damitas y todo… y el ambiente fue relajado, emotivo y alegre ! Incluso el clima fue el ideal, porque unos días antes habíamos llegado a 40 grados, pero el gran día disfrutamos de unos 25 grados con cielo medio nublado. Qué más podía pedir? Ese día comenzó una vida nueva para mí: no solo por pasar de soltera a casada, sino porque cambiaría mi residencia permanentemente al otro lado del charco… llegaría a un país que conocía solo de vacaciones y de cuyo idioma solo sabía decir hola y adiós… pero de mi experiencia en esta parte del mundo, escribiré en otra ocasión!

Ayer para celebrar el aniversario nos fuimos a comer a un restaurante típico a la orilla del Río Elba… comimos los tradicionales espárragos de la estación y luego fuimos a caminar al puerto. Fue un día soleado pero fresco, y lo disfrutamos al máximo con el fruto de nuestro matrimonio: las dos princesitas que Dios nos ha regalado durante estos seis años .

Y vamos por más! me refiero a más años de felicidad, amor y aventuras! Según creencias alemanas, el séptimo año de matrimonio es la prueba de fuego… y pues justo hoy lo estamos empezando así que ya veremos… jeje!  Ya les contaré el próximo año a ver como lo sobrevivimos, jiji!