Mariposa Migrante

Alguna vez escuché que por cada hora de más o de menos que agregamos a nuestro reloj, el cuerpo requiere un día para adaptarse al nuevo horario. No sé que tan cierto sea, pero al menos con las niñas se cumplió a la perfección: 7 horas en 7 días. Y es que imáginense que a las pobres de pronto les dices que les toca desayunar, cuando quieren dormir… o las acuestas a dormir cuando querían comer…. mmmm, es todo un rollo y el cuerpecito requiere tiempo para adaptar nuevamente los ritmos de comer y dormir. No quiero saber como les va a los que viajan a China o al otro lado del mundo, pues deben tardarse un buen en adaptarse: sobre todo los niños.
Se supone que uno de adulto debería de acostumbrarse más rápidamente, pero yo todavía anoche estuve despierta de 3 a 5 am… no me pregunten porqué, pero simplemente no hay forma de pegar el ojo … me pongo a contar ovejas, a rezar, a pensar en la inmortalidad del sapo o en nada, y no me puedo dormir!!! Espero eso termine en un par de días, pues no es nada divertido despertarse a las 7 y media de la mañana despues de una noche a medias. Y ahora que tengo que llevar a Victoria al kinder en medio de la oscuridad y con tanto frío, cómo se antoja quedarse en camita hasta las 10! Pero no!!! hay que poner el ejemplo y ahí me tienen llevando a la princesa al kinder… ni hablar! El deber es lo primero, no?